A PERFECT DAY - A Perfect Day

Sorprendido y gratamente impresionado. Esta frase, que bien se podría utilizar como epílogo, sirve para describir la sensación que deja en el oyente la escucha del debut de A PERFECT DAY. No obstante, comencemos por el principio. Este grupo italiano surge como un proyecto paralelo de tres componentes de LABYRINTH, conocido combo trasalpino que combina el Power europeo con los toques Progresivos, autores de excepcionales trabajos como “Return To Heaven Denied”, su reciente segunda parte o el álbum homónimo, mezclados con otros no tan inspirados. No obstante, un notable grupo. Pues bien, Andrea Cantarelli, guitarrista y fundador, decide dar rienda suelta a otras ideas que no cabían en LABYRINTH. Se lo plantea al gran vocalista Roberto Tiranti y junto al baterista, Alessandro Bissa, forman A PERFECT DAY.

¿Qué podría uno esperar de esta fusión? Desgraciadamente, estamos acostumbrados a que este tipo de formaciones son, solamente, una derivación del conjunto principal y se quedan en anécdota. Afortunadamente, nada de este sucede. A PERFECT DAY no tiene absolutamente nada que ver con la banda matriz. Solo en dos aspectos se asemejan, derivados de las principales características de su música: calidad y elegancia. La escucha del disco puede resultar desconcertante pero, siempre, satisfactoria. Nada de Power, ni tan siquiera de Heavy. El Metal hay que buscarlo con cuentagotas y encasillado en una vertiente moderna. Lo que aquí predominan son los medios tiempos que dibujan una ecuación casi perfecta entre melodías clásicas y actuales dentro del Hard.

Con cada rotación, un nombre me venía a la cabeza todo el rato: ALTER BRIDGE. Si bien el punto de partida de su propuesta es distinto, solo encuentro semejanzas entre Tremonti, Kennedy y cía. con Cantarelli, Bissa y Tiranti. Basta detenerse en dos referencias. “Alone And Free (Rockblind)” podría haber sido elegida como single, como “One Day Remains” o “Blackbird”. Los paralelismos con “Metalingus” o “Rise Today” se forjan en la potencia de las guitarras y su conjunción con las voces melódicas. La segunda analogía se encuentra en las inflexiones vocales de Roberto. No me refiero a su labor como cantante, porque en LABYRINTH ya nos demostró su valía, sino en cómo sus cuerdas vocales se deslizan en cada composición. ¡Puro Myles Kennedy! Por supuesto, todo esto sirva como piropo al excelente trabajo realizado por A PERFECT DAY. Tampoco hay tantos grupos que tengan un estilo parecido al de ALTER BRIDGE y, la mayoría, no beben de la cuna del Heavy porque, en el fondo, en las diez canciones se encuentran pasajes y momentos que reflejan influencias de los ochenta, Hard Rock melódico fundamentalmente.


Uno de los aspectos más destacables del disco versa sobre los arreglos de cada tema, cuidados con mimo, y que potencian la calidad del producto. Por ejemplo, uno de los mejores cortes, “Under The Same Sun”, no sería tan fantástico si tuviera la diversidad de las guitarras, un punto épico inesperado y la labor de Roberto, tirando de falsete en las estrofas hasta que su voz natural fluye en el estribillo. Es preciosa, asimismo, esa combinación de oscuridad o dureza, que derivaría de algunas guitarras metálicas y modernas, con los instantes emotivos. En eso, ALTER BRIDGE son maestros y A PERFECT DAY, de manera consciente o casual, les han imitado con éxito. El hecho de optar por los medios tiempos potencia, si cabe, esta faceta. No obstante, también hay lugar para algún corte rápido, como “Waiting On The Edge” e, incluso, baladas ortodoxas con la sobresaliente “Long Road To Ruin” que no desentonaría en un disco de LABYRINTH con una producción más orientada al Power.

Cuando uno no espera algo, puede resultar contraproducente. Quien pretenda buscar en A PERFECT DAY la senda trazada por LABYRINTH, mejor que se olvide porque la escucha de esta obra solo puede crearle sinsabores. Ahora bien, imaginaos que Cantarelli, Tiranti y Bissa cruzaron el Atlántico hace una década, se instalaron en Estados Unidos y se dejaron llevar por las corrientes de Hard y Metal melódico inspiradas en boga, sin renunciar a sus orígenes del viejo continente. Sí, es complicado hacerse a la idea sin oírlo, pero aconsejaría a todo el mundo que le diera una oportunidad. El  resultado final se eleva muy por encima de la media. Ojalá que tenga continuidad porque si “Return To Heaven Denied 2” nos dejó con un gran sabor de boca, A PERFECT DAY es la guinda del pastel. El contraste perfecto entre dulce y salado. Aunque estemos en los comienzos de 2013, este disco hubiera entrado, sin duda, dentro de los más destacados del ejercicio pasado.

 

Marco-Antonio Romero

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