AMARANTHE - Massive Addictive

Parece que Olof Morlock ha dejado a un lado DRAGONLAND, su grupo de Power Metal, para centrarse completamente en AMARANTHE a tenor del éxito de esta banda, que con sólo tres discos ha obtenido una popularidad que no parece tener fin, y ese camino es el que marca sus pasos, como demuestra “Massive Addictive”, en el que de nuevo imagen y temas de sencilla asimilación van de la mano.

“Massive Addictive” es un álbum asequible, en parte gracias a unas guitarras que no rugen en exceso, la carga melódica, y obviamente también gracias a la voz de la bella Elize Ryd, secundada también por las líneas claras de su contrapartida masculina, Jake E. Berg, a las que de cuando en cuando responde con voz rasgada Henrik Englund, para poner la puntilla de agresividad que siempre es bien recibida en lanzamientos de este tipo, con cierto cariz Pop, donde suele escasear.


Vídeo de “Drop Dead Cynical”


“Dynamite”, no tan explosiva como su nombre podría indicar, se nutre de riffs entrecortados, el abuso de adornos electrónicos y la dulce voz de Elize. Un arranque pegadizo, como también lo es un más marchoso “Drop Dead Cynical”, corte absolutamente comercial con unos ritmos sacados de un corte de MARILYN MANSON, que, no sé si es mi imaginación, se acerca peligrosamente a la radiofórmula, demasiado suave si obviamos su giro algo más radical pasado el ecuador del tema. Más interesante a todos los niveles parece “Trinity”, gracias a la buena combinación de voces claras y agresivas, la elaboración de puente y estribillo, y algo más de contundencia que se echaba mucho de menos. “Massive Addictive” es otra canción agradable que hace honor a su nombre por lo pegajoso del estribillo. Los teclados “electrónicos”, de impepinable presencia en todo el trabajo, dan cuerpo a “Digital World”, mientras que la balada “True” choca con la energizante “Unreal”, que sería uno de los mejores cortes del disco si no fuera por su estribillo, que a mí personalmente me chirría un poco. Curiosamente, el medio tiempo-balada “Over And Done” es bonito, tiene fuerza y una preciosa melodía que le hace brillar en el trabajo. En las baladas AMARANTHE muestra una faceta más sincera y natural, sin tanto artificio, lo que es de agradecer.

Lo que está claro es que este álbum sigue dejando temas adictivos como “Danger Zone”, un poco más burro, y también es cañero “Skyline”, lo que es bien recibido. Esta trilogía de cortes algo más duros se completa con “An Ordinary Abnormality”, que posiblemente se lleve la palma en cuanto a canción pegadiza del disco y eso que tiene mucha competencia. Lástima que el almíbar vuelva con la despedida, “Exhale”.

Desde luego, AMARANTHE ha conseguido con este “Massive Addictive” un álbum de fácil digestión, tan adictivo como dice su título, lo que sus fans posiblemente agradecerán, pero el oyente medio de Heavy Metal, así en general, seguramente repudie en mayor o menor medida por la excesiva dulzura de unas composiciones que, ojo, no son malas -y con un par de escuchas se clavan en el cerebro-, pero parecen jugar en otra liga al buscar unas metas comerciales que descubran nuevos pastos a los suecos. Sabiendo a qué hay que atenerse con AMARANTHE no nos debería importar la imagen de “marca” que vende el grupo, aunque eso ya depende de las tragaderas de cada uno.


 

Enrique Herrero

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