AMON AMARTH - Deceiver Of The Gods

Desde hace algún tiempo cada vez que nos enfrentamos a un nuevo disco de AMON AMARTH nos hacemos lapregunta del millón: ¿será más de lo mismo? Debido a su buen oficio los suecos han mantenido el listón muy alto en sus lanzamientos, alejados de los ya míticos cuatro primeros discos, pero manteniendo una trayectoria sin apenas altibajos y dejándonos buenas canciones. Ocurre lo mismo con este “Deceiver Of The Gods”, que no dejará satisfechos a muchos, porque AMON AMARTH visita de nuevo los previsibles lugares comunes de los que no sale en los últimos tiempos. Los temas iracundos y batalladores del grupo están ahí, pero no muy inspirados, en algunos casos por debajo de su inmediato predecesor “Surtur Rising”.

De cañonazos no está exento el disco, empezando por el propio tema título “Deceiver Of The Gods”, un corte rápido y poderoso que marca un inicio de álbum excepcional y que además permite cambiar a AMON AMARTH de tiempos y ofrecer algunas partes interesantes. Pero el segundo tema, “As Loke Falls”, es más desafortunado. Es una canción orientada a dar el toque de drama necesario a la caída del dios de las mentiras, Loki, si bien luego se acelera pero sin llegar a explotar, con algunas estructuras predecibles de las que podemos rescatar si acaso la melodía, que tampoco es del todo memorable, y algunas guitarras al estilo de IRON MAIDEN. “Father Of The Wolf” viene a poner las cosas en su sitio, siendo mucho más efectivo al partir de una base de Death Melódico y contar con un estribillo ideal para berrear en directo. También resulta espectacular “Shape Sifter”, del que hay que destacar su arranque absolutamente trepidante y su demoledor final.


"Deceiver Of The Gods"


 

Según avanza el álbum se comprueba una dinámica de altibajos no muy grata, como corrobora un bache como “Under Siege”, seis minutos de desarrollo que no dicen gran cosa. Brilla el bajo en unos instantes que sirven de preludio a una parte con gran parecido al tema “The Fate Of Norns” en su parte más dramática -el final- pero el que recuerde tanto a otra canción no es positivo. Encuentra su contrapartida ideal en “Blood Eagle”, más rápida y bárbara, uno de esos cortes guerreros tan típicos de AMON AMARTH. De este corte martillador pasamos a otro como “We Shall Destroy”,  que suena moderno -quizá excesivamente para lo que es la formación sueca- por sus ritmos.

Después, en la fascinante “Hel”, escuchamos a Johan Hegg guturalizado en extremo, apoyado en unos suaves coros femeninos que ambientan la canción dedicada a la diosa hija de Loki, y que además cuenta con una interesante colaboración, la del legendario Messiah Marcolin de CANDLEMASS, otorgando con su voz un poderío asombroso a la canción, que aporta un enfoque novedoso así como un feeling heavy metalero al estilo de AMON AMARTH y que sin duda es uno de los cortes más atractivos de “Deceiver Of The Gods”. Es una auténtica gozada escuchar las voces dobladas, la bestial garganta de Hegg emparejada con los tonos medios y altos de Messiah. Hacia el final, “Coming Of The Tide” es otro tema con dejes del Death Melódico de Göteborg, mientras que el cierre “Warriors Of The North” es un corte de ocho minutos que, por partes pegadizas que tenga, no deslumbra.


En resumen, AMON AMARTH nos ofrece otro trabajo correcto, impecable en formas, pero previsible y poco cautivador. “Deceiver Of TheGods” es un disco más en su carrera, lo cual no tiene que ser necesariamente malo, pero los vikingos deberían contener un poco su alta productividad y relajarse, porque sus fans se están viendo obligados a comprar sus discos más por completismo que por pasión y disfrute. No es menos cierto, por otra parte, que nadie puede culparles de querer aprovechar su momento al máximo, y un nuevo disco les permite girar por todo el mundo y hacer caja. Al fin y al cabo es su trabajo y su forma de vida, pero también es importante en la labor de un músico su creatividad.

 

Enrique Herrero

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