AVALANCH - Malefic Time: Apocalypse

 

Como si de una banda sonora del Apocalipsis se tratase, los asturianos AVALANCH rompen moldes en este trabajo de estudio, el cual bajo el nombre “Malefic Time: Apocalypse” abarca un proyecto abrumador de carácter multidisciplinar que engloba varias técnicas artísticas como son la música y la pintura.

Pero esta Opus Magnum no sólo comprende las dos anteriores disciplinas ya que, como si de un boceto del futuro en un Renacimiento actual se tratase, se proyecta también en una novela que verá la luz a comienzos de 2012, así como en un manga, un videoclip y dos libros más que sucederán a este primero y que cambiaran el escenario de Nueva York por el de Tokio o París. Todo ello sin contar la excelente presentación en forma de libreto de gran tamaño editado en tapa dura, con la exclusividad de una ilustración en cada página para su correspondiente tema.


Pero situémonos en vereda. Año 2038. Ciudad de Nueva York, el lugar menos adecuado para vivir en ese momento y en el que, curiosamente, en una tierra devastada esta Gran Manzana sigue siendo una urbe de contrastes, un argumento que bien podría parecerse al contexto al que se enfrentaba el mismísimo Serpiente Plissken, sólo que esta vez los diversos contrastes y etnias a los que nos referimos abarcan desde humanos hasta demonios. Bien, hasta ahí tendríamos el guión para una película de ciencia ficción, pero AVALANCH va más allá, pues moldea con su música el vacío y la soledad que desprende esta gran historia, ilustrada por los maestros de los pinceles Luis Royo y su hijo Rómulo, con este asombroso disco de trece temas en los cuales hay sitio para gran parte de los personajes y situaciones que conviven en el libro.

Postapocalíptico, como una ruptura con un pasado anterior, eso es lo que suscita el plástico en su primer tema que bajo el nombre “Malefic Time: Apocalypse” retrata el mundo interior de Luz, la protagonista de esta increíble historia en una canción con toques industriales y voces rasgadas muy agresivas, que bien parecen la abertura de alguna serie de acción moderna. Así desde lo inaudito pasamos a lo increíble, y es que llega el turno de “Baal”, la joya de la corona de este álbum, uno de los temas elegidos como single y que AVALANCH dedica al homónimo personaje maestro de Luz, alguien con un gran conocimiento y templanza pero también muy poderoso, una canción que posee fuerza contenida y mucha melodía, un tema que no acelera la batería en ningún momento, al igual que Baal en la historia, no pierde los nervios, pero el estribillo nos recuerda el poder de este diablo en la rasgada garganta de Ramón Lage.

Y si anteriormente nos habíamos referido a este disco como un retrato de personajes, situaciones y escenarios, son estos últimos también protagonistas de algunas de las canciones más bellas del plástico, pues “Lost In Saint Patrick” nos traslada a la popular catedral neoyorquina, de una manera muy siniestra pero a la vez sinfónica, con un hermoso punteo de guitarra lleno de sentimiento de la mano de Alberto Rionda que retrata un momento muy concreto del libro. Aunque si buscamos un contexto realmente oscuro, sólo hay un tema que, para quien suscribe estas líneas, podría tildarse como el mejor. Un instrumental (a pesar de saber que no está muy bien visto escoger un tema sin voces como predilecto) en el que el chelo nos regala su melodía en “Apocalyptic Dream” con un sonido que va más allá de los propios sueños, reflejando esos instantes de la historia en los cuales Luz cree que todo está perdido, aunque la chispa de esperanza renace en esta mágica canción con toques oníricos y ambientales a lo Danny Elfman. Sobresaliente y muy recomendable.


Aunque como indicábamos con anterioridad son los personajes quienes dan forma a este relato, unos semblantes de fantasía que los asturianos van dibujando con sus canciones a medida que avanza el álbum, como en el caso de “La Augur” la niña de la historia, una canción llena de gancho y hermosas melodías de guitarra, o “Lilith” el único tema que me atrevería a tildar de cien por cien AVALANCH: melódico sin perder contundencia, simple y muy seductor.

Y he aquí que, continuando con los personajes, debemos hacer un inciso para la extrañeza, aunque desde el buen gusto, pues sobrepasado el ecuador del álbum llega “Marduk”, el tema más duro jamás realizado por AVALANCH en toda su carrera. Un corte cuyo comienzo juega con guiños al Black Metal melódico, al más puro estilo DIMMU BORGIR y voces guturales realmente extremas en las cuales colabora el director del videoclip Miguel Mesas. Y sin dejar de lado la extrañeza, podemos toparnos también con otro tema que junto al citado “Marduk” conforma la extraña pareja. Estamos hablando de “New York Stoner” otra de las piezas que cuenta con una brillante colaboración, en este caso por parte de la poderosa garganta de Tony Almont, cantante norteamericano que pone voz a este tema de toques Hip Hop, muy callejero y con guitarras a lo Jimi Hendrix.

Trece cortes que envuelven una historia, como una vitrina intrínseca que expone la magnificencia del Apocalipsis de la modernidad en una visión muy personal, hermosa y oscura, que rompe moldes y lazos pasados con el sonido más tradicional de la banda, pero que debemos entender como un trabajo excepcional, y ya no sólo por su gran calidad, si no en el sentido de algo fuera de lo cotidiano a lo que AVALANCH venía realizando. Pero, ¿cuál es la esencia del arte más puro? ¿Aunar varias disciplinas artísticas? ¿La mezcla conforma pureza o sólo suma habilidades? Desde luego viene escrita en el mismo guión de siempre y aquí no podría ser menos: una protagonista, un objeto (la espada), el mal que siempre acecha y los compañeros de aventuras, porque al fin y al cabo eso es “Malefic Time: Apocalypse”, una aventura hacia lo desconocido, la eterna lucha entre el bien y el mal en la herejía de los tiempos que nos ha tocado vivir.

Jessica Tornos-Ybes

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí