AXEL RUDI PELL - The Circle Of The Oath

Por mucho que él mismo se empeñe en decir lo contrario, los discos de AXEL RUDI PELL de un tiempo a esta parte pueden ser interpretados como una continuación del anterior sin apenas variaciones, casi como si se hubiesen grabado prácticamente la vez. Y este “Circle Of The Oath”, que viene a ser ya su decimoquinto álbum (si contamos el disco de versiones del 2007), no es ninguna excepción. El anterior y último hasta el momento fue “The Crest”, editado en el año 2010 y al que este nuevo supera ampliamente en todos los aspectos.

La formación sigue compuesta por los mismos músicos que le han acompañado desde hace unos cuantos años, alguno desde que comenzó su carrera en solitario e incluso antes, de la época en que militó como guitarrista en STEELER, como es el caso del bajista Volker Krawczak. Para el resto de la banda sobran presentaciones, pues volvemos a encontrar tras los parches al omnipresente Mike Terrana (mercenario en mil y una bandas), a Ferdy Doernberg como teclista, un músico totalmente infravalorado y cuya banda ROUGH SILK, merece mucho más reconocimiento del que tiene, y por último pero no menos importante, el grandioso cantante Johnny Gioeli. Es el vocalista que más discos ha grabado con el guitarrista alemán y una de las mejores voces que existen hoy por hoy dentro del Rock.

Como ya hemos indicado, no vamos a encontrar ninguna novedad destacable en lo que respecta a su sonido, por lo que a aquellos  a los que ya les gustase lo seguirá haciendo y a los que no, ya saben lo que van a encontrar. Sí es de valorar el hecho de que posea un sonido tan propio que es reconocible en cuanto comienzan a sonar las primeras notas de cualquier tema.  Además, el orden de las canciones de acuerdo a su forma, viene a ser, a grandes rasgos, el mismo que lleva haciendo durante muchos discos, por lo que aumenta aún más el parecido con anteriores obras. Nuevamente, el disco ha sido producido por el propio Axel en compañía de Charlie Bauerfiend, otro nombre ilustre dentro del Metal teutón.


La verdad es que la voz de Gioeli va como anillo al dedo al estilo del guitarrista y juntos componen un tándem del más alto nivel. Las reminiscencias a los clásicos del estilo no pueden estar mejor acompañadas que con una voz tan cálida, armoniosa y potente como la del señor Gioeli. Mucho feeling es lo que encontramos entre ambos, y eso que cada uno graba sus partes en un lugar del mundo. Es un tipo del que te preguntas como es posible que no participe en muchos más discos y proyectos con esa inmensa capacidad vocal que posee.

El disco comienza con “The Guillotine Suite”, la clásica intro que da paso al riff potente y matador que nos hace entrar en verdadera materia. En este caso encarnada por “Ghost In The Black”. Un tema sencillo pero cargado de intenciones, con un estribillo conseguido y buenas melodías de guitarra. También cuenta con un gran solo compartido entre guitarra y teclado, y es el tradicional tema directo con el que el alemán abre sus discos y que tan buen resultado da. A continuación, tenemos “Run In The Wind”, mi preferido de todo el trabajo. Un corte sencillo pero con un ritmo pegadizo y unas soberbias melodías de voz que no te quitarás de la cabeza en días. Es un corte que aporta mucha frescura al cómputo global del álbum, a pesar de estar situado en los primeros puestos. En directo tiene que ser una auténtica gozada.

Para no bajar el nivel, abordamos otro de los hits del disco, “Before I Die”, también de espíritu profundamente rockero y de onda pegada en nuestro cerebro. Vuelve a confeccionar otro de los mejores estribillos del disco y Gioeli se luce durante toda su duración.


El siguiente es el corte que da título al disco, “Circle Of The Oath”. Una canción larga, de casi diez minutos de duración y en la que encontramos distintos pasajes. Una parte importante recae en las guitarras acústicas, que aparecen y desaparecen a lo largo del tema, dotándolo de un aire bastante americano en conjunción con la forma de interpretar que nos ofrece aquí Gioeli. Todo el tema transcurre a medio tiempo y se corona con un solo de guitarra del más alto nivel, donde conviven técnica y melodía a partes iguales. De buen seguro que hará las delicias de todos los seguidores de sus grandes dotes como guitarrista, aunque es una canción perjudicada por su larga extensión y la falta de variedad en su composición.

Para “Fortunes Of War”, volvemos a un corte más dinámico, más sencillo y dotado de altas dosis de melodía. Contiene un riff muy efectivo y un estribillo bastante enérgico. Una buena manera de contrarrestar la excesiva duración del anterior tema y que nos prepara para el que está por venir, “Bridges Of Nowhere”, otro de los más largos del disco. En este caso, se trata de una pieza dotada de un aura oscura y de ritmo más pausado, factores que han conseguido traerme a la mente a los BLACK SABBATH de Tony Martin, lo cual es una muy buena cosa, pero sin perder en ningún momento el toque propio de las composiciones largas típicas de AXEL RUDI PELL.

“Live Our Lives Before” es la balada del disco. Y ya sabemos cómo se las gasta este señor, todo un maestro en estas lides. A estas alturas de la escucha, la inclusión de la balada (que todos esperábamos, seamos honestos) supone uno de los momentos culminantes del disco. Una guitarra por allí, un arreglo por aquí, un colchón de teclados y una batería simple pero de ritmo muy marcado; ahí tenemos todos los ingredientes necesarios para que el señor Gioeli despliegue su lado más emotivo y nos consiga emocionar sin paliativos. Todo ello sin olvidar el preciosista y sentido solo de guitarra. No esperábamos menos.

Tras la balada de rigor, sólo quedan dos temas: “Hold On To Your Dreams” y “World Of Confusion”. El primero reúne muchos de los parámetros clásicos del guitarrista; es un corte melódico, muy pegadizo y con una base fundamentada en los parámetros del Hard Rock Melódico. Es otro de los mejores del álbum, con unos teclados discretos pero muy elegantes y unas líneas vocales fácilmente contagiosas. Por su parte, la siguiente y  última canción nos lleva nuevamente hasta casi los diez minutos de duración y viene a ser la segunda parte de “Masquerade Ball”, incluido en el disco del mismo título. Es una buena manera de terminar el disco, sobre todo por ese recuerdo a uno de sus mejores álbumes, ya que hasta Gioeli canta el estribillo de ese tema cuando nos acercamos a los minutos finales.


Otro disco más de maestro alemán, que podríamos situar entre sus mejores obras de los últimos años, al menos de similar calidad que “Mystica”, “Shadow Zone” o “Kings And Queens” y  superior a todas las que ha editado después. Si eres de los que disfrutan con sus riffs, sus armonías y sus solos, en perfecta cohabitación la voz de Gioeli, este disco está hecho para ti.

 

Pedro Jesús Cuadrado

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