BENEDICTUM - Obey

La verdad es que hay grupos que empiezan comiéndose el mundo como los americanos BENEDICTUM, que si bien el comentario de comerse el mundo se les queda grandes pero que al menos llaman la atención. En 2005 publicaron “Uncreation” que destacó por la unión de clasicismo con sonidos más modernos, luego con “Seasons Of Tragedy” se estancaron, anquilosamiento que siguió con “Dominion” y que perdura en este “Obey”.

Mal vamos si en el cuarto trabajo de una banda dan ganas de ponerse el primer trabajo porque los restantes no te aportan nada y te dejan la sensación de haber escuchado una y otra vez lo mismo. Porque si tenemos que buscar algún calificativo para este "Obey" es, sin lugar a dudas, el de aburrido, tras haberlo escuchado me deja la desagradable sensación de haber escuchado el mismo corte con un par de variaciones. En un estilo como el progresivo siempre es un riesgo notable pero se suele sortear con mayor o menor acierto, a BENEDICTUM les tocaba la arena esta vez.

Tras un primer corte, “Dream Of The Banshee”, a modo de breve intro instrumental, "Obey" comienza de verdad con “Fractured”, donde destacaría la genial guitarra y riffs de Pete Wells, sirva este tema como presentación de una ambientación oscura, tenebrosa, opresiva que al menos sí transmiten bien todas las canciones. Siguiendo la línea nos encontramos con el corte que da nombre al disco “Obey”, un tanto machacona – en especial la batería de Rikard Stjernquist – que se salva por la mínima gracias a los cambios de ritmo.


Mejorando un poco y cambiando un par de acordes, “Fighting For My Life” sirve de lucimiento a la vocalista Veronica Freeman a la que acompaña un buen trabajo de coros del resto de miembros de BENEDICTUM, un corte directo y sin concesiones, de lo mejor que ofrece “Obey”. “Scream” también es de las mejores, diría que es la más heavy de todas, la que se hace más dinámica y “divertida de escuchar” gracias en parte una gran base del bajista Aric Arvina.

Con algunos toques de Thrash Metal californiano encaramos “Evil That Men Do”, que me recuerda poderosamente a MEGADETH y es junto con las dos canciones descritas anteriormente las que más me han gustado. En “Crossing Over” volvemos a esos acordes pesados, un ritmo lento y una voz que me parece que no acaba de encajar con la música.


“Cry” es curiosa, una cuasi balada donde podemos disfrutar de la colaboración de Tony Martin (BLACK SABBATH) que con su voz al menos ofrece algo un poco distinto de lo anterior y que se complementa muy bien con Veronica Freeman. Siguiendo con la ronda de comparaciones, “Thornz” se asemeja de nuevo a los MEGADETH de los años noventa en plena mediocridad y regresa la sensación de que algo no encaja y que todo suena muy antinatural.

Vamos terminando con “Apex Nation” que, aunque repetitiva, al menos tiene más ritmo y el trabajo de Veronica me parece cuanto menos curioso. Finaliza “Obey” con “Retrogade”, de siete minutos de duración, una introducción de voces góticas y unos buenos riffs acompañando a la vocalista. El problema es que a los tres minutos de empezar ya quieres que acabe y todavía quedan cuatro minutos por delante.

Txema Sáez

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