Parece que a los alemanes BRAINSTORM se les ha ido debilitado la tormenta de ideas con la que solían deleitarnos desde sus primeros tiempos. En este caso con un nuevo disco bajo el brazo, titulado “On The Spur Of The Moment”, con el que intentan apartar nubarrones evitando que su propia tormenta se convierta en tormentosa.
Y es que a pesar de encontrarnos ante un disco más que decente, atrás quedaron los mejores tiempos de este grupo, una época dorada en la que solían deleitarnos con cañonazos de la talla de “Metus Mortis” (2001) o “Soul Temptation” (2003), pues no debemos olvidar que hablar de BRAINSTORM es hacerlo de una de las formaciones con más calidad dentro del Power Metal Melódico de la última década, empero no haber podido nunca situarse entre las primeras filas de las grandes bandas de este género. Una formación que siempre ha poseído ese aire misterioso en sus melodías con canciones llenas de gancho, pegadizas y con un sonido propio marca de la casa.
Así que, aunque en este álbum no encontramos sorpresas -tampoco quien suscribe estas líneas iba con intenciones de hacerlo después de aquel “Memorial Roots” de 2009- la banda germana ha pulido un álbum con canciones muy dignas pero en las que repiten la misma fórmula de siempre, la cual parece sencilla y fácil de digerir aunque a la larga no es nada nutritiva. Pues si una palabra podría definir a este “On The Spur Of The Moment” es, hablando claro: insípido.
Pero dejando a un lado el pasado y ese contexto anterior, nos centramos en temas que componen este álbum como “Below The Line” muy en la onda ICED EARTH, en esta pieza que forma una especie de medio tiempo casi sin fuerza, pues es precisamente la principal palabra del título del álbum lo que les falta, es decir, algo de estímulo. Una chispa. A pesar de que el disco nos demuestra en canciones como “Still Insane” que no han perdido del todo la forma o, lo mismo viene ocurriendo con “Temple Of Stone”, un tema que destacaría especialmente tanto por opinión personal como por su originalidad, quizá debido a unas guitarras que suenan especialmente diferentes: cortas, densas, pesadas y muy americanas en una canción con el mejor solo de todo el álbum.
Y es ese aire cautivador de BRAINSTORM el que une, como un misterioso eslabón, cada uno de los cortes que van sonando en este nuevo trabajo, con piezas llenas de melodía y fuerza pero muy contenida como “In These Walls” o “No Saint - No Sinner” buenas canciones pero que se quedan en la frontera del éxito, a pesar de que si hay algo que triunfa de verdad en este disco es la especial y cautivadora voz de Andy B. Franck, magnética y atrayente, repleta de un feeling perpetuo que no podría quitarse de encima ni aunque quisiera y, para más ejemplos del gran talento del señor Franck, basta con echar una ojeada a sus anteriores bandas como SHYMPORCE o los progresivos IVANHOE.
Sin embargo, y a pesar de que hace ya tiempo que hemos traspasado el ecuador del plástico, hay algo que no termina de convencer, quizá esa falta de chispa que se mencionaba con anterioridad nos impide entrar en calor con las últimas canciones del álbum como son “Where Your Actions Lead You To Live” o “A Life On Hold”, siendo esta última mucho más salvaje y rápida que el resto con un toque a Heavy Metal clásico bastante óptimo, lo que le hace ganar puntos y que sin duda deberían haber colocado al principio del disco, pero es una magia breve que termina por romperse con “My Own Hell” un tema lento y oscuro que podrían haberse ahorrado, pues desde luego no podían haber elegido peor corte para finalizar el álbum, dejando un aroma apático, inerte; un sabor que nos deja con ganas de más en este “On The Spur Of The Moment” especialmente enfocado a los fans más fervientes de la banda o a los que ya se conforman con poco.
Jessica Tornos-Ybes
