Muchas veces acusamos a las bandas, especialmente a las actuales donde es complicado conseguir la originalidad, de sacar un par de discos buenos y no ser capaces de alcanzar cotas superiores en sucesivas entregas. No es un problema de variar o no el estilo, porque habría casos de todo tipo, sino que deriva más del típico impulso inicial que tienen los grupos. Un tiempo de ensayos y pulir tus temas antes de entrar al estudio por primera vez y, de repente, tras un par de trabajos, las ideas dejan de fluir. Esto parece no aplicarse a CATTLE DECAPITATION. El cuarteto de San Diego se ha sacado de la manga un pedazo de obra, “Monolith Of Inhumanity”, que viene a demostrar lo contrario, el crecimiento significativo que ha experimentado a lo largo de la última década.
Y es que hablar de los californianos es hacerlo de un conjunto que, de inicio, no aportaba mucho a la escena. Como buenos Death Grinders tenían claras sus referencias: CANNIBAL CORPSE, CARCASS, y se veían retazos de otras formaciones casi contemporáneas como ABORTED o CEPHALIC CARNAGE. Nada nuevo bajo el sol. Sus primigenios “To Serve Man” y “Humanure” no eran sino una fotografía de esas influencias tamizadas por una temática vegetariana y defensora de los derechos de los animales. Musicalmente, poco que aportar, la verdad. Por ello, les perdí la pista en sus dos siguientes álbumes y no es hasta “Monolith Of Inhumanity” donde recobro el contacto con ellos. Y cuál es mi sorpresa que estamos ante un disco inesperadamente entretenido y, sobre todo, ante una banda con personalidad. Sus favoritos siguen presentes aquí y allá, pero CATTLE DECAPITATION ha elaborado una propuesta tan variada que solamente CEPHALIC CARNAGE (aunque ésta se acerca más al Hardcore que nuestros protagonistas) son capaces de transgredir el Death y Grind de esta forma, sin que el estilo se vea alterado.
Buena parte de la culpa la tiene la fantástica aportación del cantante Travis Davis, que sin ser creador del grupo, sí que es el miembro más antiguo en activo. Impresionante su despliegue. Hasta cinco tipos de registros distintos. Desde tonos habituales en el género a rangos histéricos que rayarían en Black si hubiera otra base sonora, o voces que no desentonarían en el Post Metal tan en boga últimamente. Travis es la guinda a un pastel que se adereza con una producción sobresaliente. En el Death más cañero o el Grind es habitual chocarse frontalmente con muros de sonido, a menudo indescifrables. Nada de esto ocurre en “Monolith Of Inhumanity” donde todos los instrumentos poseen vida propia, estando especialmente cuidada la labor en torno a la base rítmica, con una batería cristalina, clave en los sucesivos cambios de ritmo.
“The Carbon Stampede”, el tema que abre el disco, es una declaración de intenciones porque conjuga todo lo que hemos venido comentando. No la pondría entre las mejores pero ese final con coro marcial resulta imprevisible. Si no habláramos de Brutal Death o Grind podríamos utilizar términos como Progresivo o épico (¡esos riffs!) sin ruborizarnos. A lo largo de los once cortes que componen el álbum, encontramos joyas como “A Living, Breathing Piece Of Defecating Meat” (grandes, como siempre, con sus títulos). No puedes sino esbozar una sonrisa cuando te encuentras cantando su estribillo. No obstante, conviene incidir en que cualquiera de las canciones merece ser alabada porque las guitarras de “Gristle Licker” son demoledoras o cómo no ponderar el aire Thrash en los compases iniciales de “Projectile Ovulation” que dan paso a un ritmo machacón que tumba al oyente.
Sin embargo, si hemos de elegir un par de temas, serían, en primer lugar, “Lifestalker”. Tras un comienzo relativamente estándar, el acelerón que pegan convive con unos pasajes lentos con voz casi normal magníficos y un solo melódico brillante. Por otra parte, y después de la oscura “Monolith”, el adiós con “Kingdom Of Tyrants”, de la que han grabado un videoclip, supone un final convencional (aunque también meter su “trozo a lo NEUROSIS”) pero es la prueba de la evolución y mejora que ha tenido CATTLE DECAPITATION estos años. Al principio, no esperaba absolutamente nada de “Monolith Of Inhumanity” pero según le vas dando oportunidades confirmas lo que se vislumbraba: estamos ante un disco excelente y recomendable para cualquier amante del Death, Grind o Metal extremo en general. Fuera prejuicios y a disfrutar.
Marco-Antonio Romero
