Crítica de AMON AMARTH - Jomsviking

A mí ya no me la dan. AMON AMARTH es al Viking Metal lo que las castañas a los huevos. Si partimos de lo que es el Viking como algo más que música con letras vikingas, Johan Hegg y los suyos hace tiempo lo dejaron de ser (y casi creo que nunca lo fueron). Eso sí, como hacedores de discos como churros no les gana nadie. ¿Consecuencia? Agotamiento… Y ellos se esfuerzan por ofrecer algo nuevo, pero al final se quedan en productos de ficha y sigue adelante. “Jomsviking” con más tiempo de maduración desde que salió “Deceiver Of The Gods” y la intención de hacerlo “conceptual” (esto… ¡¡si todos los discos de AMON AMARTH lo son!!) al menos oficialmente hablando, podía ser algo diferente… lo es, hacia el pozo del aburrimiento.

Cuando salió “Once Sent from the Golden Hall” la formula tuvo su gracia. Death Metal a la sueca, pero con un cariz muy épico y letras vikingas (que en algunos momentos les sirvieron dobles sentidos políticos interpretativos…), que tuvo continuación en tres discos míticos como “The Avenger”, “The Crusher” o “Versus The World” que ya empezó a marcar el cambio. Ese cambio fue la presencia de una mayor melodía y de un sonido menos profundo en favor de algo más “mainstream”. “Fate Of Norns” y “With Oden On Our Side” aún fueron buenos trabajos pero uno ya empezaba a notar síntomas de agotamiento que fueron evidentes desde ese momento. “Deceiver Of The Gods” no iba a suponer nada nuevo, sino simplemente otro disco más de AMON AMARTH. Y en ese momento parece que la propia banda necesitó un pequeño descanso pues además de perder a su batería de toda la vida desde que Martin López les abandonara, Fredrik Andersson, se tomaron más tiempo del habitual para sacar “Jomsviking”. La excusa: el ser un disco conceptual sobre unos mercenarios y sangrientos vikingos del siglo X. ¿Tendríamos así algo nuevo y fresco?


La respuesta es no. Volvemos a tener otro trabajo más para AMON AMARTH donde Johan Hegg ya no sorprende con su vozarrón que a veces diluye en favor de unos riffs entrecortados que nada tienen que ver con la épica de sus inicios y unas melodías típicas que por manidas no dejan poso en el oyente. Con una labor rítmica a piñón fijo donde ni siquiera la entrada temporal de Tobias Gustafsson (ex VOMITORY) les hace salir de su estatismo y con los mismos tics de siempre, a lo que se añade la producción que el grupo gesta desde “Fate Of Norns”, ese sonido menos crepitante, más limpio y melódico que hace que suenen a clones de Gotemburgo al uso. El problema añadido en “Jomsviking” es precisamente su “novedad”, el hecho de ser un disco conceptual hace que el grupo haya descuidado el principio, nudo y desenlace de cada tema en favor de una estructura de conjunto que eclosiona con “A Dream That Cannot Be”, con una colaboración de DORO que no aporta nada y el largo “Back On Northern Shores”, al que le sobran un par de minutos para ser un buen corte.

Entre medias ya podemos escuchar el disco dos decenas de veces que no nos quedamos con nada. Ni tan siquiera los singles iniciales, “First Kill” y “At Dawn's First Light” tienen algo nuevo que ofrecer más allá de sus propios videomontajes (muy llamativos todo hay que decirlo), pues son dos temas en general sosos, solo destacando el primero precisamente por eso, por ser el primer corte del trabajo, mientras que el segundo enterrado en medio del disco casi tiene la misma estructura con y solo destaca por una melodía guitarrera un poco pegadiza. Sólo “Raise Your Horns”, del que también han hecho vídeo, parece quedarse un poco más por un riff que no por sencillo es poco efectivo, y unos efectos corales interesantes, aunque de los AMON AMARTH de antaño poco hay.


AMON AMARTH necesita un tiempo de meditación. “Jomsviking” es un disco del montón a pesar de las expectativas que crearon sobre él. Aprueba, pero porque AMON AMARTH ya tiene tablas en hacer discos y medios para que su factura sea adecuada, pero ya no tienen alma ninguna y ya hablen de Odín o del tío de la vara, su música carece de ese poder de evocación guerrera que tenían sus primeros trabajos. En directo, como podremos comprobar en noviembre en España junto a GRAND MAGUS y TESTAMENT, los suecos siguen siendo solventes, pero sobre todo cuando miran hacia atrás… En estudio necesitan un cambio de perspectiva ya.

Raúl Ureña Salgado

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