Crítica de BLACK DESERT - The Road Is Open

Tenía muchas ganas de hincarle el diente a este “The Road Is Open”, segundo largo de los riojanos BLACK DESERT. Formación que tuve la ocasión de disfrutar en directo, en el show de aniversario de ZENOBIA, el pasado mes de octubre. Esta banda de Heavy Metal Sinfónico me dejó encantado y con ganas de más.

Con este nuevo trabajo, que por cierto ha sido mezclado y producido por Sander Gommans de AFTER FOREVER, BLACK DESERT ha dejado el listón muy alto, en un género que no se práctica ni demasiado a menudo, ni demasiado bien en nuestro país, pero que han demostrado que buen hacer y oficio, se pueden conseguir grandes resultados, por lo que mejor no nos demoramos y empezamos a desgranar poco a poco este “The Road Is Open”.

El disco comienza con “Demonios”, tema que además fue el primer single de adelanto de BLACK DESERT para su “The Road Is Open”, un perfecto medio tiempo, con una base pesada, donde la voz de la vocalista Isabel Bermejo nos traslada a la atmosfera que la banda pretende crear y nos atrapa irremediablemente para que escuchemos este disco de una tacada, lo terminemos y nos apetezca repetir.


Tras la perfecta introducción es el turno para “Red Hour”, una composición mucho más rápida y directa que su predecesora, fuerte y pegadiza, supone también una buena muestra de la variedad que la banda puede conseguir, a destacar la labor en las cuerdas, de los dos guitarristas Ángel Agüera y Claudio Navo. También queda perfectamente claro, que BLACK DESERT usan cualquier tipo de música y melodía al servicio de sus canciones y aquí por ejemplo, podremos disfrutar de algunos ritmos arábicos que funcionan de maravilla.

“The Road Is Open” continua con “Beths”, corte que supone una ocasión perfecta para comprobar el poderío de las cuerdas del bajo de Gabriel Valcazar y de la batería de Pablo Binda, juntos preparan el terreno para que podamos disfrutar del virtuosismo de Luisma en los teclados. Una conjunción instrumental simplemente perfecta que aumenta muchos enternos en el momento en que Isabel comienza a deleitarnos nuevamente con su voz, que nuevamente seduce nuestros oídos con su tremenda capacidad para cambiar de tono de una estrofa a otra.


Con “Something Real” quedamos atrapados en una atmosfera oscura y es que la capacidad de BLACK DESERT para crear distintos ambientes con su música no deja de sorprenderme, este tema es un medio tiempo de manual, adornado con poderosos riffs de guitarra, quizás sea el tema más flojo del álbum, pero no por ello malo, para nada, simplemente es que los demás son muy, muy buenos.

Dando continuidad a un tema de su primer disco, nos encontramos con “Dreams of Glycerine Part II”, donde podemos apreciar partes acústicas que dotan a este LP de más variedad si cabe. Llegamos a “64 Bones”, donde nos encontramos la colaboración de Steffi, la vocalista de IN MUTE, se trata de un tema poderoso, muy bien compuesto y sobre todo contundente.

Toca ahora “The Road Is Open”, canción que da nombre al segundo álbum de BLACK DESERT, corte donde predomina el guitarreo y que resulta muy amena. Y así llegamos a “Seduced By the Sand”, última pieza del disco. Sé que me repito, pero es que esta canción es para analizarla por partes: hay un momento soberbio donde Isabel Bermejo es únicamente acompañada por el sonido del teclado, cambiando el ritmo vertiginosamente para la entrada de las guitarras y con un colofón donde toda la banda colabora.

Una pena que estemos viviendo este momento de crisis, porque BLACK DESERT se merece estar mucho más arriba de lo que están, una banda para disfrutar y para no quitarle ojo, seguiremos atentos a sus noticias.


 

Txema Sáez

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