Crítica de DARKTHRONE - Artic Thunder

Hace ya mucho tiempo que el dúo formado por Fenriz y Nocturno Culto (profesor de día, blacker de noche) van a lo suyo que es hacer discos como churros y olvidarse de todo lo demás. Desde “Total Death” además DARKTHRONE cambió de tercio y se dedicó a ser un compendio de música underground donde Death, Black, Punk, Heavy clásico etc… tenía cabida. Unas veces con mejores resultados, otras veces con peores resultados, pero con la regularidad de como mucho un nuevo lanzamiento cada tres años y entre medias Fenriz se dedicaba a rescatar por ahí grupos y demos perdidas para conocimiento propio y ajeno, o incluso salía elegido pese a no quererlo, miembro de la élite política de su ciudad. “Arctic Thunder” no es menos. Es otro trabajo más, estático y crudo, sin sorpresas, pero creo que de lo mejor que este dúo ha sacado desde el “The Cult Is Alive”.

Lo primero que Fenriz deja claro es el motivo del título. “Arctic Thunder” es el nombre de una banda de Speed noruega que solo ha editado una demo oficialmente en 1989 y que desde que ha salido a la palestra diciendo que era una de sus bandas favoritas, se ha llenado youtube de visitas a la reproducción de la citada demo. A eso se le llama poder de convocatoria, no me extraña que luego gane las elecciones… Lo segundo que deja claro tanto él como el propio Nocturno Culto, es que en este disco es precisamente él, Ted Arvid Skjellum, que es como se llama el guitarrista y cantante, el único que asume las voces en “Arctic Thunder”, en contraposición a discos como “The Underground Resistance” donde Fenriz metía voces limpias o chillonas para darle un aire ochentero a los temas, con regulares resultados. Lo tercero que desde los entornos discográficos se dice es que DARKTHRONE regresa con este disco a los tiempos ancestrales. Bien pues de estas tres cosas, sólo dos son ciertas. El que busque un “Panzerfaust” que se vaya dando la vuelta.

“Arctic Thunder” sigue siendo un compendio de Heavy Punk macarra con voces rasgadas, como lleva haciendo el dúo desde hace mucho tiempo. Está más cerca de HELLHAMMER que de los DARKTHRONE del “A Blaze In The Northern Sky”. Dicho esto, los riffs tienen un sonido algo más blacker que en discos pretéritos y el hecho de que solo cante Nocturno Culto le da un aire más agresivo y oscuro al conjunto. Por lo demás los ritmos siguen siendo D-Beat por todas partes y grandes dosis de DISCHARGE y compañía mezclado con solos ochenteros y algún momento más Doom en donde siempre vendrá a la mente CELTIC FROST o los citados HELLHAMMER, con algo de MOTÖRHEAD y VENOM. No hay cortes extensos como en otros trabajos, todos están entorno a los 5 minutos salvo el último “The Wyoming Distance” que pasa levemente de los 3 minutos y que es de los más simples del disco y también de los más pegadizos por su sencillo riff principal.


El sonido vuelve a ser totalmente honesto y “underground”, con sensación de darle al play a la cinta y dejarla correr, como bien queda claro en “Tundra Leech” que ha servido como adelanto del trabajo y que es uno de los cortes más mórbidos y Doom del trabajo, algo que también pasa en “Boreal Fiends”, un corte de inicio inquietante y enigmático que se arrastra rítmicamente hablando. Mientras que la parte más cruda y Punk la tenemos en “Burial Bliss” con unos riffs muy blackerizados o la propia “Arctic Thunder” con unos riffs de Proto Thrash muy pegadizos y de espíritu ochentero. Solo “Deep Lake Trespass” se acerca a los cánones del Black y de manera puntual por el tipo de riff frío y atmosférico que le da entrada, porque después mantiene el ritmo a piñón D-Beat que es el motor de la mayoría de las composiciones.

Nada nuevo bajo el sol aunque creo que Fenriz y Nocturno Culto han estado particularmente inspirados esta vez porque en “Arctic Thunder” no hay nada que chirríe ni tampoco aparente relleno y todos los temas se acaban pegando en nuestro cerebro y nos hacen cabecear y mover los pies, lo escuches una vez o veinte veces. DARKTHRONE sigue siendo el paradigma del underground metalero, el dúo sigue fiel a sí mismos y mantienen los principios de la crudeza y del plug and play. Veremos si la faceta política de Fenriz le deja tiempo para seguir por estos derroteros y su gato no se acaba aburriendo solo en casa.

Raúl Ureña Salgado

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