GAMMA RAY revisita sus años dorados en una serie de nuevas reediciones de viejos clásicos, y otra vez con portada nueva. Así, tenemos “Insanity And Genius” con tres versiones diferentes en cuanto a su aspecto exterior, aunque en esta ocasión habría que destacar que se trata también de una segunda remasterización, distinta de la de 2002, ahora a cargo de Eike Freese.
Su mascota Fang Face toma más protagonismo el arte respecto a la versión previa, cargada hasta arriba de colorido, lo que hace bastante atractivo el aspecto del álbum…, nada que ver con la horrenda elección para “Empire Of The Undead”.
Entrando a desglosar el contenido, no puedo contar nada que un seguidor a fondo de los germanos no sepa de antemano. Tenemos aquí el último álbum de estudio que GAMMA RAY grabó junto a Ralf Scheepers, verano del año 1993, antes de que Kai Hansen retomara su carrera como vocalista del grupo y reforzara su posición en la que era su propia banda.
Este disco supuso la entrada en el grupo del batería Thomas Nack (miembro de los poderosos IRON SAVIOR) y el bajista Jan Rubach, que entraron a sustituir a Uwe Wessel y al ilustre Uli Kusch. Os recuerdo que Kusch estuvo posteriormente en HELLOWEEN desde 1994 hasta su famoso despido en 2001. Weikath no soportó su falta de atención (ni la del guitarrista Grapow) a la actividad principal de su banda y los apartó del grupo de un plumazo ante la pasividad de Andi Deris.
Es curioso, porque la información promocional indica que la salida de Kusch (y Wessel) de GAMMA RAY se debió a diferencias personales, así que su posterior despido del seno de HELLOWEEN no deja precisamente en buen lugar al batería alemán.
Sus recambios, Rubach y Nack, estaban en aquel entonces en el conjunto de Thrash Metal ANESTHESIA y según el propio Hansen, su origen musical aportó vías nuevas al sonido de GAMMA RAY, algo que el seno de la banda ya buscaba de manera deliberada desde “Sigh No More”. Desde luego en “Insanity And Genius” se reflejaron esos cambios, en composiciones donde se experimentaba con otros ambientes, como fueron “The Cave Principle”, “18 Years” o “Heal Me”.
No incluiría en esa lista de temas novedosos para el grupo la canción “Your Turn Is Over”, vacilada total con cierto aire a MOTORHEAD que Dirk Schlachter cantó cuando aún era guitarrista y no bajista. No recuerdo otro tema con su voz hasta la canción que muchos años después le dedicó a su padre fallecido, “No Need To Cry”.
El legado de este disco es muy amplio en cuanto a temas conocidos de GAMMA RAY, prácticamente todos ellos grandes clásicos de su carrera, aunque no es el álbum del que más se rescata material para el directo. Desde luego, en este álbum no solo están las piezas mencionadas donde se jugó con otros sonidos, tenemos auténticos himnos de puro Heavy Power Metal como “Tribute To The Past”, “No Return”, “The Last Before The Storm” y “Future Madhouse” o la propia y enorme “Insanity And Genius”.
Mención aparte merece la versión de BIRTH CONTROL, “Gamma Ray”, que aparece también en los extras en una versión extendida, junto con un buen puñado de canciones más. Por un lado, un par de versiones grabadas en directo (una sola toma en los Chameleon Studios, para que os quede más claro) por la actual formación de GAMMA RAY de “Valley Of The Kings” y “Heaven Can Wait”.
No faltan tampoco unas cuantas demos de “Money”, “The Silence”, “Sail On”, una versión de “Exciter” de JUDAS PRIEST y una grabación primeriza y sin mezclar de “Space Eater”. Un poco de todo, como veis.
No dejaremos nunca de celebrar piezas nunca como ésta, indispensable de los años 90. Fueron parte muy importante en la formación de algunos de nosotros y para el recuerdo siempre quedará entre esos discos míticos “Insanity And Genius”, una bella mirada a nuestro pasado e historia. GAMMA RAY estuvo allí cuando era más necesario, compartiendo su música con la generación que vivió los años 80 y su declive, y la posterior que vivió ese reavivamiento del Heavy Metal a finales de los 90.
Esto es, en definitiva, Hansen y sus compañeros de aventuras regalándonos los oídos. A las duras y a las maduras, y aún acompañándonos.
Carlos Herrero
