Crítica de HAKEN - Affinity

Entre las bandas de Metal Progresivo “actuales” una de las que goza de mayor popularidad y crece por momentos es HAKEN. Provenientes de Londres y cogiendo el testigo de uno de los grupos más reconocidos de su entorno, THRESHOLD, disco a disco se han sabido hacer hueco y ahora son junto a LEPROUS dos de los estandartes del “nuevo” Metal Progresivo. Y creedme que traer a LEPROUS a esta reseña está más que justificado como luego explicaré.

Las referencias de HAKEN eran variopintas. Hasta su eclosión en “The Mountain” tenía influencias tanto del sonido de Canterbury setentero como de DREAM THEATER y sus muchos derivados. En el citado disco suponía mezclar contundencia y virtuosismo tanto desde un punto de vista metálico como de otros muchos estilos. “Affinity”, el nuevo trabajo de HAKEN, parece una vuelta de tuerca a estos principios, un paso hacia otros sonidos, sin perder estas referencias. Vuelta de tuerca que ya podía anticiparse en el EP (extendido) de “Restoration” y que aquí queda mucho más claro.

Voy a empezar por las novedades: HAKEN parece que ha cambiado su mimbre clásico y de Canterbury se ha desplazado hacia los ochenta. A veces uno cree escuchar ecos de los GENESIS y YES de esa época, hasta de ASIA. Pero ojo, todo tamizado por una producción actual, casi sintética. El mejor ejemplo es “1985”, un tema con mucho uso del sintetizador (hasta la batería en ciertos momentos es electrónica) y unas melodías muy ochenteras. Ese quizás sea el corte más descarado en cuanto a estos sonidos, pero en general todas las partes virtuosas de “Affinity” beben de esta época y no tanto de Canterbury como antaño en el grupo. En ese sentido “Restoration” fue ya un anticipo, pues allí ya se empezaban a escuchar ecos de cambio hacia este sentido de la melodía y la instrumentación. Para mi gusto la elección funciona, sobre todo por esa actualización que le dan en la producción y porque también lo combinan con la contundencia y el cariz más moderno de los riffs (en el propio “1985” se aprecia).


Y sigo con otra novedad, y ahora entenderéis la razón por la que mencioné antes a LEPROUS intencionadamente. Y es que HAKEN ha cogido muchos elementos de LEPROUS de ese sonido grueso en guitarras, matemático en ritmos (en ese sentido Ray Hearne adquiere mayor protagonismo como también ocurre con Baard Kolstad en la banda noruega). Esto se aprecia en “Initiate”, especialmente en los patrones rítmicos del tema, pero sobre todo en la canción más extensa del CD, “The Architect”, donde HAKEN mete hasta blast beats y el propio Einar Solberg de LEPROUS colabora con voces agresivas. Corte muy variado y completo en donde sin embargo uno echará de menos esos teclados jazzísticos que llenaban “The Mountain” o esas orquestaciones y arreglos coloristas que aquí se oscurecen, ganando también peso la cara DREAM THEATER del asunto en las progresiones de riffs, que no en la atmósfera que consiguen transmitir.

En el resto del trabajo HAKEN se mueve entre estas dos novedades con mayor peso hacia un lado o hacia otro, pero manteniendo la coherencia con los tres cortes citados. El más delicado es precisamente “Bound By Gravity”, que cierra el plástico rondando los diez minutos y que se aleja un poco de lo dicho con un sonido más Post Rock o incluso con influencias de SIGUR ROS. Por su parte “Lapse” continúa la línea intrincada rítmicamente, con más melodía que “Inititate”, algo que también se aprecia en “Earthrise”, donde lo más destacable son las pegadizas líneas melódicas de la voz de Ross Jennings, mientras que “Red Giant” se erige como un corte arriesgado, con una producción muy sintética y donde la batería se limita a hacer ritmos sincopados electronificados, mientras la voz de Jennings se llena de efectos. Corte por otro lado también muy ochentero en cuanto a su concepción y por esta experimentación crossover, que al final torna hacia un contexto más Post-Rock.


Para mi gusto “Affinity” es un disco en el que cuesta entrar. Sobre todo si uno conoce la trayectoria previa de HAKEN. Y cuesta porque no suena a HAKEN e incluso se adentra en exceso en la atmósfera oscura-virtuosa de sus compañeros de sello LEPROUS. Estamos ante una nueva escuela de grupos progresivos, pero no conviene que pierdan su personalidad básica. Dejando esto a un lado, “Affinity”, una vez asimilado, es un disco completísimo y lleno de detalles que enganchan y que están bien pensados. Ahora solo falta ver cómo funciona en directo, como podremos comprobar a principios de junio por España.

Raúl Ureña Salgado

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