Crítica de HEAVEN SHALL BURN - Wanderer

Con constancia y coherencia, los alemanes HEAVEN SHALL BURN son ya unos habituales de la escena mitad Metalcore, mitad Death Metal melódico, esa que surgió de la costilla del “Slaughter Of The Soul” de AT THE GATES y que en los dos miles se extendió sobre todo al otro lado del charco, pero también en tierra ajena a Escandinavia, siendo Alemania con CALIBAN, NEAERA y HEAVEN SHALL BURN los que más tiraron del carro. De todos los citados los más comprometidos también líricamente siempre fueron HEAVEN SHALL BURN y si en “Veto” nos golpearon con himnos en contra de lo establecido y hasta mirando hacia el lado republicano de la Guerra Civil española en “Wanderer”, se vuelven más introspectivos pero siempre con rabia hacia lo que nos rodea.

Vaya por delante que la portada de “Wanderer” me parece genial (incluso aunque parezca un tributo a PINK FLOYD). Esa imagen de una montaña captada por el fotógrafo Christian Thiele que buscaba capturar la belleza de las montañas, llanuras y líneas costeras y que parece el Cervino reflejado en el lago es muy significativa: una huida hacia fuera y hacia dentro. Como la propia banda dice respecto a su disco, la idea detrás del mismo es que “durante tiempos confusos y problemáticos ocasionalmente necesitas retirarte de toda la locura que te rodea. Esto te permite ganar una nueva perspectiva, energía y enfoque así, puedes atacar al cambio con un modo de pensar refrescado y reforzado”. Ese lugar de retiro, esa montaña solitaria y reflexiva, es el punto de partida de “Wanderer” y parece que esa era la intención inicial cuando sacaron como adelanto del disco “Downshifter”, el segundo tema más largo del disco y que de denso cuesta entrar en él. Sin embargo no es representativo de un trabajo que superado su tema introductorio golpea con algo tan masivo como “Bring Me The War Home”, un tema con ciertos efectos electrónicos que me recuerda a DARK TRANQUILLITY acelerado y con unos riffs y unos ritmos puramente Gotemburgo gloriosos.


De hecho “Wanderer” va más por la línea “Antigone” o “Deaf To Our Prayers” que por la de “Veto”, no es un disco tan variado ni tan basculante entre la atmósfera y la tralla. “Wanderer” parece un compendio de cortes descartados de “Veto” unidos a otros de factura impecable como el anteriormente citado, todo envuelto en la producción característica de HEAVEN SHALL BURN que Tue Madsen en Dinamarca se encarga de masterizar para crear un muro sónico denso y rotundo del que la melodía sale teñida de energía y los ritmos y riffs se vuelven gruesos y lapidarios. En esta línea tenemos muchos cortes como el ya citado “Bring Me The War Home” o el no menos machacante “Passage Of The Crane”, con pasaje orquestado y voces habladas incluidas, “Prey To God”, que adquiere velocidades de infarto recordándome a los más veloces THE CROWN o “Extermination Order”, con una introducción in crescendo muy adecuada para el tono del corte. Son temas que aunque tienen formatos y elementos similares, no terminan cansando con las escuchas ya que están muy bien hechos y conseguidos, no son flores de un día que es el peligro de este tipo de composiciones que impresionan mucho inicialmente pero luego se diluyen como azucarillos.

Por otro lado tenemos temas más largos, que sin dejar estos elementos, ofrecen estructuras más variadas y cadenciosas, como es el caso de la reivindicativa “They Shall Not Pass” o la propia “Downshifter”, por mucho que con el paso de las escuchas esta última me parezca una canción un poco aburrida, al igual que “Corium” que supone un balón de oxígeno entre la tralla que le precede y le sigue en forma de efectos y melodías más épicas. Pero sobre todo tenemos el cierre del trabajo, la versión del “The Cry Of Mankind” de MY DYING BRIDE, que empezando con una caja de música y una guitarra que va aumentando progresivamente de volumen, nos introduce en el corte más emotivo de todo el trabajo, quizás no la mejor manera de acabar un disco, pero si la más interesante, por ser uno de los temas más introspectivos y adecuados a la portada del disco (con voces limpias desesperadas que me recuerdan a PRIMORDIAL y que las pone Aðalbjörn Tryggvason de SÓLSTAFIR), si bien su introducción básicamente instrumental puede acabar por hacerse un poco larga. Como complemento del disco en su edición limitada tendremos la oportunidad de intercalar una versión, la del “Agent Orange” de SODOM y de tener un CD extra que recopila todas las versiones grabadas por HEAVEN SHALL BURN en su historia pudiendo escuchar temas tan variados como los firmados por TIAMAT, PARADISE LOST, THERAPY? o incluso LIFE OF AGONY.

Debo reconocer que los prejuicios iniciales que me generó “Wanderer” de HEAVEN SHALL BURN se superaron en cuanto escuché el disco completo. Creo que está un poco por debajo de “Veto” que sigue siendo mi favorito del grupo, pero la continuación de los alemanes sigue siendo acertada y demuestran que ser cañeros no está reñido con ser variados y no aburrir al personal con más de lo mismos. No defraudan.

Raúl Ureña Salgado

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