Crítica de EPICA - The Holographic Principle

Aún recuerdo cuando Mark Jansen anunció su salida de AFTER FOREVER para embarcarse en otros proyectos que le motivasen más. Tras un soberbio “Decipher”, un paso como aquel podría suponer un suicidio dado el éxito cosechado por crítica y público. Aquel disco supuso el espaldarazo definitivo para AFTER FOREVER,  situándolos como una de las promesas más fuertes en cuanto a metal gótico. Sin embargo, un Mark Jansen lleno de ilusión y sin miedo al fracaso fundó EPICA. “The Phantom Agony” fue uno de los debuts más sorprendentes y frescos del año 2003 y nos descubrió a una joven Simone Simons al micro, cuya dulce voz empastaba perfectamente en el concepto musical del guitarrista.

Tras aquel sorpresivo debut llegaría su continuación, “Consign to Oblivion”, en donde Mark dejó constancia de sus grandes dotes compositivas, siendo capaz de crear  complejos y grandilocuentes canciones como el tema título o canciones mucho más ligeras y festivas como “Quietus”. Si bien es cierto que Mark siempre ha destacado por su buen gusto a la hora de componer canciones melódicas, nunca ha abandonado sus influencias más extremas (recordemos que en el 2010 creó la banda MAYAN) y ese toque más crudo se volvió mucho más evidente en “The Divine Conspiracy”. Esta obra supuso el espaldarazo definitivo que necesitaba la banda para ser considerada uno de los grupos cabecera del estilo. Coros barrocos, guturales más consistentes y guitarras más rápidas y contundentes ayudaron a sentar las bases de su propio concepto musical.

El primer punto de inflexión dentro de EPICA se produjo en el año 2009 con la edición de “Design Your Universe” y la inclusión de Isaac Delahaye como guitarrista. Ex miembro de los Death metaleros GOD DETHRONED, Isaac se unió a la banda como guitarra solista, dándole un toque mucho más complejo y técnico a unas composiciones ya de por sí grandilocuentes. De esta unión nació “Design Your Universe”, un disco mucho más duro y progresivo a nivel instrumental y que nos dejaría grandísimas joyas como la excelsa y compleja “Kindom of Heaven” o la adictiva y cañera “ Martyr of The Free World”, la cual contaba con el comienzo más duro que EPICA hubiera firmado jamás.


Hasta el momento, los holandeses habían crecido musicalmente desde su comienzo, avanzando a pasos agigantados dentro del estilo y en algún momento esta ascensión tendría que atravesar algún bache. “Requiem For The Indifferent” es esa pequeña mancha en su expediente. Sin ser un mal disco la banda intentó reducir la complejidad alcanzada en algunos cortes del disco previo pero se quedó en tierra de nadie, con unas composiciones que adolecían de la frescura y genialidad de entregas previas. Aún con todo había momentos reseñables como “Storm Of Sorrow”, “Monolith Of Doubt”  o la delicada balada “Delirium”, pero se quedaba en eso, pequeños destellos de genialidad.

Por fortuna esta situación no fue más que el eco de un mal sueño y el espaldarazo definitivo llegaría con su sexta obra, el abrasivo “The Quantum Enigma”. Conscientes de sus virtudes como músicos, la banda se puso manos a la obra potenciando lo que mejor se les daba hacer; mezclar la contundencia del Metal Sinfónico más pesado y complejo con los coros y melodías barrocas más excelsas,  pero todo llevándolo a un nuevo nivel. “The Quantum Enigma” les encumbró a la cima y temas incendiaros, rápidos y contundentes como “The Second Stone”, “The Essence Of light” o “Victims Of Contingency” se han convertido por derecho propio en clásicos de la banda.

En una entrevista realizada a Mark Jansen hace un año, aseguraba que estaban inmersos en algo muy grande, su nuevo disco, el cual, posiblemente, era el mejor lanzamiento de EPICA hasta la fecha. Al leer esto me mostré escéptico, pues “The Quantum Enigma” había puesto el listón muy alto. Tras escuchar con detenimiento “The Holographic Principle” durante días puedo decir que, bajo mi humilde opinión, Mark estaba en lo cierto; nos encontramos ante el que, sin lugar a dudas, es el mejor disco de Epica hasta la fecha. Sin paliativos. “The Holographic Principle” ha conseguido aunar todo aquello que hace especial a Epica dándole  un giro más, creando el disco más melódico y complejo de su carrera y a la vez más salvaje.  Si bien es cierto que esto pudiera parecer paradójico, basta con escuchar temas como la pegadiza “Beyond The Matrix” para entender qué quiero decir.


La nueva obra de los holandeses se presenta en tres versiones; edición especial doble cd, edición EARbook con un CD adicional con los temas en versión instrumental y la edición normal. En mis manos tengo la edición doble, que cuenta con un total de 17 temas,  los doce primeros pertenecientes a la obra en sí y los 5 restantes a versiones en acústico de alguno de esos temas. La presentación de la obra sigue los derroteros de su anterior redondo; digipack doble, bastante cuidado y libreto con todas las letras. Quizá se echa algo en falta algo más de claridad en el mismo, dada la cantidad de texto, pero lo compensan con una buena presentación.

Musicalmente, “The Holographic Principle”, es la obra más equilibrada y completa de la banda. Han sido capaces de aglutinar lo mejor de todas sus anteriores obras aportando ese plus adicional que supone el evolucionar como banda. Como conjunto este disco es muy homogéneo, no presenta lagunas o temas que se queden a medio gas comparado con el resto y eso es algo complicado de conseguir cuando se es tan exigente consigo mismo.

“The Holographic Principle” se inicia con la acostumbrada intro coral orquestada que da paso a “Edge of the Blade”, un gran tema. Ágil y dinámica, la canción cuenta con unos envolventes coros  grandilocuentes realmente conseguidos que sirven como base a un estribillo pegadizo y accesible. Una de las grandes bazas de este disco es la increíble producción del mismo. Las guitarras suenan tremendamente poderosas pero no ocultan ni las orquestaciones ni la voz de Simone en ningún momento. Lo mismo se podría decir las partes orquestales y los abundantes colchones de teclado que  dotan al disco, paradógicamente, de una heterogeneidad tremendamente homogénea.

Tirando de teclados y toques más exóticos, “The Phantasmic Parade”, se torna un tema más variado y complejo, con excelentes coros y un toque mucho más dramático. Aquí Mark da rienda suelta a su yo más salvaje,  liberando sus influencias más extremas  mitad de tema, en donde las orquestaciones empastan perfectamente con ese toque más agresivo. El que se nos presentara como primer adelanto del disco, “Universal Death Squad”, resume perfectamente la esencia de esta obra.  Dramático, grandilocuente, complejo, lleno de detalles orquestales y guitarras pesadas y enrevesadas, es una auténtica cátedra de cómo se debe componer un buen tema. La solemnidad de los coros y la grandeza de una orquestación cercana a los NIGHTWISH  de la era “Once” se mezclan con oscuros toques sinfónicos al estilo DIMMU BORGIR,  complementando así  una base rítmica cañera y cercana a las estructuras más progresivas de formaciones como MERCENARY.


Continúa por esa senda oscura  “Divide and Conquer”, un tema pegadizo y cañero, con un  estribillo altamente pegajoso y en donde Simone comparte protagonismo con Mark al micro. Se agradece ver cómo la parte más netamente cruda de la banda conserva su frescura,  algo que en una obra tan pulcra y cuidada como esta tiene doble mérito. Esa es otra de las grandes bazas del disco, la credibilidad que transmiten a través de los cambios. Esto queda perfectamente reflejado en “Beyond the Matrix”, el que es sin lugar a dudas el tema más pegadizo de todo el disco, lo que no impide que a medio tema la contundencia de las guitarras acerquen el sonido de la banda a formaciones como ARCH ENEMY.

Epica siempre ha tenido muy buen gusto a la hora de crear grandes baladas.  Personalmente me parece que “Tides of Time”, perteneciente a “Design Your Universe” ,es su balada por antonomasia, aunque “Once Upon a Nightmare”, no se queda atrás. La primera vez que la escuché  me vino a la cabeza “The Edge Of the World” de WITHIN TEMPTATION por su delicadeza tanto a las voces como por su atmósfera épica y envolvente. La caña y velocidad vuelven en “The Cosmic Algorithm”, un tema que cuenta con guitarras muy contundentes y arrastradas y unas orquestaciones muy del estilo de RHAPSODY. Nuevamente nos encontramos con un poquito de todo, y esto es lo que hace tan especial este redondo. Mark vuelve a llevarnos por ese sendero más siniestro tanto en los coros como en las guitarras, aportando velocidad  y rabia a partes iguales.

Uno de los comentarios generalizados sobre esta nueva obra ha sido lo increíblemente melódica que era. Si bien es cierto que ese comentario es totalmente acertado, eso no quita que los holandeses se hayan sacado alguno de los temas más agresivos de su carrera en este redondo. Uno de ellos es “Dream State Armageddon”.  Si pensabais que todo eran melodías pomposas y fáciles estáis muy equivocados. La crudeza de algunas partes de este tema, tremendamente cercanas al Black más sinfónico al estilo DIMMU BORGIR (blast beats incluidos)  o SEPTIC FLESH, dejan en evidencia que la naturaleza extrema de su líder sigue despertándose en cada nueva obra. Y que siga siendo así.


Esta vertiente más cruda se ratifica en “Tear Down Your Walls”, quizás el tema que mejor continúa la senda iniciada en “The Quantum Enigma” gracias a temas como “The Second Stone”. Crudo, rápido y visceral, así se presenta este tema, con una Simone mucho más comedida pero que no renuncia a demostrar la calidad que atesora.

Antes de llegar al tema que da título a esta nueva obra, falta por hablar del corte más ligero y exótico de todo el redondo “ Dancing with a Huricane”.  La verdad es que echaba en falta una canción de este estilo; alegre y cuidada. Si bien la parte central cuenta con un inevitable break “extremo”, cortesía de Mark,  es sin duda el tema que más recuerda a los EPICA más desenfadados y joviales, aquellos que grabaran “Quietus” en el año 2005. EPICA están muy acostumbrados a componer temas extensos y complejos como máximo exponente de sus capacidades como músicos. La banda atesora algunos de los mejores temas sinfónicos de los últimos años, prueba de ello son “Kingdom of Heaven” o “ Design of Universe”.

Desde mi humilde opinión,  “The Holographic  Principle – A Profund Understanding Of Reality” es el mejor corte con estas características de todos. Casi doce minutos tan bien estructurados y compuestos que  se pasan en un suspiro. La primera parte nos trae coros barrocos aderezados con violines, piano y oboe para que un delicado solo de guitarra nos introduzca en la parte más netamente heavy de la canción, con Mark al micro y Simone. Hay que reconocer que la pelirroja cantante ha mejorado muchísimo desde aquel primigenio “The Panthom Agony”, esperemos que pueda defenderlo tan bien en directo como en estudio.  La alternancia de guturales, coros, guitarras rápidas y arrastradas sirven de contrapunto ideal en las partes más orquestales, destacando el grandilocuente final, más cercano a una ópera con guitarras que a una banda de metal. ¡Chapeau!

Como obsequio, en la edición digipack se acompaña con un segundo compacto de versiones acústicas de su nueva obra que, todo hay que decirlo, es una auténtica delicia. Así pues nos encontramos con “Beyond The Good, The Bad And The Ugly” (“Beyond The Matrix”) en versión acústica con tintes Jazz y un sonido mucho más cálido que la original, “Dancing In A Gypsy Camp” (“Dancing In A Hurricane”), muy cercana al tema versionado pero con un ligero toque afrancesado gracias a los acordeones y violines, “The Funky Algorithm” (“The Cosmic Algorithm”), la versión más fresca y dinámica de todas, con mucho “rollo” y Groove,  y las suaves versiones de “Universal Love Squad” (“Universal Death Squad”) e “Inmortal Melancholy”.

Cuando parecía que EPICA había alcanzado un grado de madurez difícilmente superable nos regalan el que, posiblemente, es su disco más maduro, complejo y equilibrado hasta la fecha. No sobra ni falta nada, tan sólo un buen melómano capaz de degustar cada uno de sus matices. Guitarras cañeras pero melódicas,  grandes himnos épicos, envolventes melodías  y un sinfín de detalles se esconden tímidamente para aparecer tras varias escuchas. Así son EPICA, una de las pocas bandas que enarbolan con orgullo y credibilidad un género denostado por la avalancha de formaciones clónicas aparecidas desde el 2000. Podrán ser imitados, pero a este ritmo creciente, dudo que lleguen a ser igualados.

Alberto Bravo Sánchez

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