Crítica de WITCHERY - In His Infernal Majesty's Service

Los suecos WITCHERY vuelven a la carga con una imagen renovada, aunque ese espíritu de maldad y toque divertido de su Thrash Black Metal sigue intacto. El cambio de logotipo y el ahorrarse a “The Reaper” (Ben Wrangle para los amigos) bajo disfraz alguno en la portada de "In His Infernal Majesty's Service" no debe despistaros.

WITCHERY ha facturado un disco que se pasa como un suspiro, corto y entretenido. Jensen, guitarrista de THE HAUNTED y líder de este proyecto, nos confesó en una entrevista concedida a Hellpress que la grabación había sido lo más orgánica y espontánea posible, con poco manoseo de las pistas. Todas ellas rondan los tres minutos de duración y mantienen la cadencia con la que se venían moviendo en discos previos: tempos muy rápidos y pasajes lentos combinados para, aún con sencillez, dotar de suficiente variedad a las composiciones y lograr que estas no decaigan.

"In His Infernal Majesty's Service" me ha recordado en algunas canciones a “Symphony For The Devil”, su tercer álbum y uno de mis favoritos, y aunque desde aquel año 2001 ha habido ciertos cambios en la formación, el núcleo duro sigue presente en WITCHERY: Jensen, Richard Corpse a las guitarras y el bajista y miembro más famoso por su trabajo en MERCYFUL FATE o ARCH ENEMY (entre otros) Sharlee D´Angelo, los tres dando el callo desde 1997.

La más reciente novedad para esta nueva etapa es la inclusión de un nuevo vocalista, esperemos que fijo durante muchos años: Angus Norder, un vecino de Linköping. Su trabajo vocal es notable, muy buena vocalización y un estilo que encaja a la perfección con lo que venía haciéndose en la banda desde los primeros años. También me ha gustado bastante el trabajo de batería, compacto y sin complicaciones, pero adornándose aquí y allá por parte del también recién llegado Christian Barskensjö.

El tono jocoso y terrorífico, como decía en la introducción, está aún presente, y se condensa por ejemplo en el título del arranque del disco, “Lavey-athan”, en clara referencia al satanista Anton Lavey. Una de las más furiosas y mejores canciones del disco es “Netherworld Emperor”, donde un oscuro personaje reina con mano de acero desde su “oscuro carruaje”.

WITCHERY también ha tirado de referencias del cine de terror, literatura, etc. como en “Nosferatu” o “Escape From Dunwich Valley”, así como referencias históricas y ocultistas como “The Burning Of Salem” o “Warm Blood”, dedicada a la leyenda de la Condesa Bathory. Tampoco dejéis sin escuchar con atención “Empty Tombs”, otro tema a destacar por encima de la buena media global del álbum.

Se captan algunas influencias de los IMMORTAL más ambientales en “Oath Breaker”, por los arreglos en los estribillos que sugieren esas brisas gélidas entre las montañas que los noruegos sacaban a pasear según evolucionaron. Es una de las piezas más especiales de este trabajo, ideal para cerrar, y no es el único punto de encuentro que tenemos con el Black Metal en este álbum, aunque lo que prima aquí es una base de Thrash Metal, claro está.

De hecho, para apreciar esos otros guiños a la cara más oscura y primitiva de su sonoridad Black Metal hay que prestar atención a determinados giros de guitarra o a esos riffs casi Punk que aparecen retomando la esencia de los primeros CELTIC FROST o directamente HELLHAMMER. Son elementos que ahí están, pero no se captan en las primeras escuchas.

WITCHERY ha hecho un disco efectivo y ya tocaba, después de tantos años sin sacar material nuevo, fuera cual fuera el resultado de la grabación. El caso es que "In His Infernal Majesty's Service" no es un mero álbum de relleno, aunque sí continuista con la propuesta esperada. Muy bueno.