Noche de parches y cinturones de balas. Noche de circle pit y crowdsurfing. Noche de Thrash Metal, en definitiva, fue lo que tocó la víspera de la fiesta patronal de San Isidro en la capital mientras otras personas se estarían preparando para ir al día siguiente a comer la típica tortilla de patata a la pradera de San Isidro.
No había estado en mi vida en la sala Independance y la verdad es que me pareció un antro (y eso que me comentaron personas que ya la conocían que no fue la vez que peor sonido y luces había tenido) pero, como todos sabemos, esto es lo que hay en nuestra ciudad así que no hay que darle muchas vueltas y pasemos a reseñar lo que dio de sí una velada bastante intensa.
Debido a la temprana hora de comienzo del concierto, y a la escasa asistencia que tuvo el evento para qué engañarnos, pocas personas estaban en la sala cuando hicieron aparición los jovencísimos TANTARA atacando uno los cortes de su primer disco, “Based On Evil”, la larguísima “Perjuice Of Violence”. Lo primero que me sorprendió fue lo animada que estuvo la gente con los noruegos, y es que ellos fueron los que dieron la sorpresa para los que no los conocíamos.
Su música es completamente deudora del sonido Thrash de la Bay Area y así lo pusieron de manifiesto cualquiera de los temas que interpretaron como “Mass Murder”, “Trapped In Bodies” o “Human Mutilation”, uno de los dos temas que interpretaron de su EP (aunque también se recogen en el debut) del mismo nombre.
Como corresponde a la banda que abre un mini festival como el que nos ocupa, TANTARA no tocó demasiados temas, aunque la extensa duración de estos les llevó a estar sobre las tablas casi cuarenta minutos, lo que no está nada mal para demostrar tu valía y ganarte algún fan como seguro que así hicieron. Muy buena la ejecución de los temas y la actitud con la que los afrontaron Fredik Bjerko y sus compañeros.
La interesante y variada “The Killing Of Mother Earth”, también de su EP, puso el punto y final a su concierto, aunque en el inicio de la misma tuvieron que lidiar con un inoportuno apagón que les dejó sin sonido. Lo sorprendente fue que esto se repitió un par de veces más, y todavía más sorprendente fue lo bien que salieron del paso con simpatía y espontaneidad arropados por los aplausos de un público que recibió muy bien su propuesta. Grata sorpresa la de estos chicos que, con su insultante juventud, aunque sin inventar nada, fueron capaces de entretener y animar el cotarro de lo lindo. Buen inicio.
Rápido cambio entre bandas, debido sobre todo a que compartían todos los grupos batería, para presenciar la descarga de los veteranos brasileños TORTURE SQUAD que aprovechaban esta gira para celebrar el vigésimo aniversario de la banda al que, lamentablemente, no ha llegado su vocalista de toda la vida, Vitor Rodrigues. Esta ausencia la suplió André Evaristo, ayudado por Castor, pero la limitación de tener que cantar más de lo que lo hacían antes restó movilidad y dinamismo al grupo en escena.
Comenzaron algo imprecisos, en especial su baterista Amilcar Christófaro que llegó a perder una de sus baquetas hasta en tres ocasiones en dos canciones pero, conforme fueron cayendo los temas de su no demasiado extensa discografía como “Pandemonium”, “Come To Torture” o “Living for The Kill”, se fueron sintiendo más y más cómodos en el escenario.
La gente disfrutó de su concierto pero, me dio la impresión, que fue mayor el revuelo con sus antecesores y, aunque hubo movimiento, no fue tan exagerado como con TANTARA. A pesar de ello, el trío carioca siguió descargando su Death/Thrash sin piedad sobre los presentes que celebraron especialmente “The Host” y no tanto “Raise Your Horns”, única concesión a su último trabajo hasta la fecha “Æquilibrium”.
Al final de la actuación de TORTURE SQUAD el resto de compañeros de gira salió al escenario para darle unos regalos a Castor, y de paso tirarle una tarta por encima, con motivo de su cumpleaños. El mostró una sonrisa de oreja a oreja y palabras de agradecimiento hacía ellos, afrontando el último tema cubierto por la tarta (aunque se limpió con una toalla por razones obvias). Así, con “Horror And Torture”, se despidió la banda recibiendo el aplauso de los presentes que ya esperaban la siguiente descarga con ansia.
Aquí algunos teníamos una duda existencial. ¿Saldrían los norirlandeses GAMA BOMB antes o después que ARTILLERY? La gira se “vendía” como si GAMA BOMB fueran los cabezas de cartel pero, por suerte, la lógica y el sentido común se impusieron y fueron los daneses lo que salieron en último lugar. Y es que, aunque por trayectoria no habría duda posible, peores cosas se han visto últimamente ya que las ventas mandan y se ve cada aberración…
Pues bien, turno para los “colgaos” de GAMA BOMB y su Thrash Metal directo y cachondo que, sin duda, fue el concierto que más movimiento tuvo por parte de una audiencia enloquecida que no paró de subirse al escenario y tirarse, o subir a la gente en el propio foso para hacer crowdsurfing (sólo que sin muchedumbre ya que no éramos muchos) empujándola al escenario. Esto implicaba que no sabías por dónde te iban a venir los golpes, llegando a hacerse esta situación realmente molesta en algunos momentos, pero así son estos conciertos.
Dada la escasa duración de los temas del quinteto, en la hora aproximadamente que duró su concierto cayeron unos cuantos repartidos entre todos sus trabajos, aunque los de “Citizen Brain” como “Evil Voices”, “OCP”, “Hammer Slammer” , “Space Invaders” o “Bullet Belt” siempre son los que más pasiones levantan y, de nuevo, así ocurrió.
A pesar de llevar menos de un mes en la calle, los norirlandeses tampoco perdieron la ocasión de presentarnos algunos de los cortes de su último trabajo, “The Terror Tapes”, como “Backwards Bible”, “Legend Of The Speed”, “Metal Idiot”, “Terrorscope” o “Smoke The Blow With Willen Dafoe” que, como se puede comprobar por algunos de los títulos, siguen muy en la línea de sus trabajos pretéritos.
No tuvieron un sonido para nada nítido y, de hecho, sonaron bastante embarullados en muchas ocasiones. Además, su peculiar cantante Philly Byrne ataviado con una camiseta épica, estuvo muy flojo en su labor, ignoro si por haber fumado o tomado demasiadas cervezas, aunque nada de esto importó a la mayoría de los asistentes que se lo pasaron en grande importándoles muy poco lo que los irlandeses tocaran mientras fuera “speedico”.
Joe McGuian estuvo mejor que Byrne, aunque bastante estático para lo que me esperaba, mientras que el dúo de guitarristas fueron los que más kilómetros se hicieron sin duda porque no pararon ni un momento de correr por el diminuto escenario, hacer posturitas y acompañar a Philly en los coros cuando era menester.
“Mussolini Mosh”, “We Respect You”, “Three Witches” o “Slam Anthem” de su tercer disco, “Tales From Te Grave In Space”, también tuvieron cabida en el extenso repertorio, así como su ya “mítica” “Zombie Brew”, que puso la sala patas arriba.
Seguramente fue el concierto que más disfrutó la gente pero a mí no me gustó demasiado. De hecho me pareció la peor vez que he visto a la banda a pesar de que las risas y el cachondeo fuera el “Leitmotiv” en su concierto como siempre. Creo que se les fue algo de las manos y parecía que la música era algo totalmente secundario.
Tras la intensa y caótica descarga de GAMA BOMB pensé que la gente estaría “a tope” para recibir a ARTILLERY. Exactamente no fue así y me sorprendió bastante la frialdad inicial del público que, posiblemente, se contagiaría de la de los daneses porque, aunque sea un grupo que me gusta mucho en estudio, considero que ninguna de las dos veces que les he visto en directo en diferentes contextos (ya fuera tanto en un festival pequeño como el Martohell como ahora en sala) me han convencido. Por supuesto la ejecución de los temas a nivel instrumental fue impecable, vocalmente habría más que discutir, pero esto no siempre basta para salir vencedor.
La intro “Prelude To Madness” dio comienzo a la actuación de ARTILLERY, la cual desembocó en “Rise Above It All” de su penúltimo disco “When Dead Comes” recibiendo, inexplicablemente, la indiferencia de la poca gente que había en la sala ya que muchos todavía estaban fuera fumando o lo que fuera que estuvieran haciendo.
En los compases iniciales el sonido no fue muy brillante pero si lo suficientemente bueno como para no lastrar este tema ni, posteriormente, los demás temas imprescindibles del concierto como “By Inheritance”, siguiente en sonar y que, ahora sí, recibió una mejor respuesta que su antecesora. Sólo faltaba.
Otro detalle de relevancia a comentar es la actuación del nuevo vocalista que sustituye a Soren Nico Adamsen, Michael Bastholm Dahl. El joven vocalista me pareció un buen cantante pero, al igual que me sucedió con Adamsen en su día, no me pega demasiado para un grupo como ARTILLERY. Sus registros son demasiado “heavies” y desvirtúan en parte la esencia original de algunos temas. Lógicamente esto se nota más cuánto más antigua es la canción porque, para mí, salió airoso de la comparación con su antecesor en “Dead Is An Illusion”, “10.000 Devils” o “When Dead Comes” y no tan bien parado en temas como “Eternal War”, “The Challenge” o “In The Trash” cuyo registro no se parece demasiado y sonaron “raras”.
El nuevo miembro a las baquetas, Josua Madsen, cumplió con solvencia con sus partes aunque, en ocasiones, su instrumento estaba demasiado alto y tapaba en exceso a las guitarras, al menos desde la posición donde me encontraba. Del trío clásico el que más me gustó fue el bajista Peter Thorslund, no porque lo hiciera mejor que los hermanos Stützer sino porque al menos se movió algo por el escenario ya que ambos guitarristas estuvieron fríos como el hielo durante toda la actuación y, tan sólo al final del concierto Michael mostró algo de emoción tirándose al suelo y levantando su guitarra al aire. Ni siquiera cuando Dahl se acercaba a ellos buscando interacción le hacían caso. Probablemente sean así pero algo de interacción y entusiasmo no hubiera estado de más.
“Bombfood” fue otro de los mejores momentos para mí , a pesar de que no me gustará la interpretación de Michael, junto a la traca final de “Khomaniac” (“By Inheritance es mi disco favorito de ARTILLERY) y la siempre brutal “Terror Squad”, en las que se liaron pogos continuos, que dio por finalizado un concierto que duró por encima de los 75 minutos pero que en el que no tocaron muchos temas, por lo que el ritmo ya se puede intuir que fue algo lento para mi gusto.
Esto fue lo que dio de sí una tarde en la que las guitarras afiladas y rápidas tuvieron todo el protagonismo donde TANTARA sorprendió a todos con un buen concierto, TORTURE SQUAD celebró su vigésimo aniversario dejándonos con ganas de algo más, GAMA BOMB la lió “parda” pero tal vez se pasaron de frenada y ARTILLERY puso la veteranía y la frialdad en un concierto que salvaron por lo buenas que son sus canciones a pesar de andar escasos de actitud. De cualquier modo, por alguna u otra razón, todos salimos contentos. Y eso es lo que cuenta.
Crónica y fotos: David Ortego
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