“Malefic Time: Apocalypse” podría definirse como un hito en la historia de AVALANCH. Un trabajo que no es sólo un disco, sino algo mucho más grande, un proyecto multimedia surgido de los talentos de los ilustradores Luis y Rómulo Royo en el que la creatividad de la banda asturiana, y las futuras vías artísticas a las que se dispone a abrirse, juegan un papel vital. Nunca se había hecho en la escena nacional de Heavy Metal algo similar a tan gran escala, ni se había visto tal fusión de distintas disciplinas artísticas. AVALANCH musicalizó los dibujos de los Royo para el lanzamiento del libro de ilustraciones, y era el turno ahora para los creadores gráficos de ofrecer, en una experiencia asombrosa sobre el escenario de La Riviera de Madrid, la otra cara de la moneda, que fue trasladar su arte a la música en directo de AVALANCH, pintando para el público mientras la banda tocaba.
Así pues, con una buena entrada en la sala, y 30 minutos de retraso sobre la hora fijada, hizo AVALANCH acto de presencia, tras la proyección del espectacular trailer del proyecto que hemos podido ver en otras ocasiones. Los asturianos, con un Ramón Lage muy motivado al frente, estaban rodeados por dos pantallas laterales y otra posterior, justo detrás del batería Marco Álvarez y el teclista Chez, en las cuales se proyectaban ilustraciones de la obra.
“Malefic Time: Apocalypse” fue la primera en sonar, y es que el show se dividió en dos fases, estando la primera compuesta por canciones de este último álbum, comenzando por la que da título a la obra y siguiendo por “Baal”, “La Augur”, “Lilith”, “Spread Your Wings”, “Lost In Saint Patrick” e “In The Name Of God”, con momento también para lucimiento mediante solo de Alberto Rionda.
AVALANCH brilló mucho con estas canciones, y la proyección de ilustraciones daba pie a generar una atmósfera que intensificaba las sensaciones que provocaba la música del grupo. Especialmente bonito fue comprobar cómo se fundieron la instrumental “Soum’s Death” y “Vientos Del Sur”, con un gran papel del teclado de Chez al que poco a poco se fueron sumando los demás miembros del grupo. El público se dejó la voz para corear este hermoso tema.
No obstante, a estas alturas más de un asistente se encontraba un poco perplejo ante el hecho de que ni Luis Royo ni su hijo hubieran hecho acto de presencia durante la ejecución de los temas de “Malefic Time: Apocalypse”, ya que se suponía que los artistas pintarían en directo justo en esta primera parte del show. Finalmente no fue así... Pero seguid leyendo que quedan sorpresas por desvelar en esta crónica.
Tras esta primera fase de la actuación, a la que se daba paso con la mencionada “Vientos Del Sur”, AVALANCH siguió rescatando grandes clásicos, en lo que fue una interpretación muy emotiva. Sonaron temas como “Niño”, “Lucero” o “Alas De Cristal”, coreados, sentidos y aplaudidos a rabiar por el público.
Después de “Mil Motivos” hubo un momento para la improvisación con aquella canción de “un elefante se balanceaba...” y lo que fueron unos simples guitarreos se convirtieron en cientos de gargantas sumando elefantes, su bien alguno que otro optaba por la versión de alemanas y tiendas de campaña.
“Aún Respiro”, “Pies De Barro” y “Lágrimas Negras” pusieron el punto y final a esta parte antes de llegar a la pausa de los bises, con la que llegó el momento que todos estábamos esperando, la aparición ante el público de Luis y Rómulo Royo para realizar una ilustración al ritmo que imponía la música de AVALANCH.
La preparación de los materiales y la distribución y coordinación del equipo de cámaras que filmaba y proyectaba lo que allí ocurría llevó más tiempo del deseado, pero Luis Royo se excusó con humor: “Ya sabéis que en tiempos de crisis las cosas van más despacio”.
Al final los artistas se pusieron manos a la obra sobre un enorme lienzo de varios metros que reposaba sobre el suelo del escenario, al que estaban atadas dos largas sogas que servirían posteriormente para izarlo y así poder ser apreciado por los asistentes. Con brochas y pinceles de distintos tamaños, y diferentes botes de pintura, Rómulo Royo se encargaba de esparcir generosos chorros de color para dar las formas más generales, mientras que Luis Royo iba concretando detalles aquí y allá.
Primero con una intro, y después con AVALANCH tocando a los lados del escenario, los dos creadores, mano a mano, absolutamente sumergidos en la obra -casi literalmente, ya que pisaban sobre ella para ir de un lado a otro, e incluso Rómulo se salpicó de pintura con alguno de los brochazos que lanzó sobre el lienzo- generaron una enorme expectación entre el público por ver el resultado.
Con el poco tiempo del que dispusieron para realizarlo, el arte final fue de lo más espectacular. Plasmaron el personaje de Marduk y, después de ser izado a modo de telón y aplaudido por el público, AVALANCH interpretó, para cerrar su actuación, el propio tema “Marduk”, esa brutal canción con tintes de Black Metal, y “Voices From Hell”, dos canciones de “Malefic Time: Apocalypse” para despedir la noche.
Más allá del gran concierto que dieron los asturianos, hay que quedarse con la sensación de lo vivido, una fusión artística a la que no estamos acostumbrados y que fue interesantísima de ver y también de sentir, porque sin duda llevar algo así al directo fue toda una intrigante experiencia sensorial que creó una comunión entre la música de AVALANCH, el saber hacer de los Royo, los propios músicos e ilustradores y el público. El arte, en distintas disciplinas, más vivo que nunca.
Crónica y fotos: Enrique Herrero
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