Crónica de JADED HEART y CROWN OF GLORY en Madrid

Un grupo con una trayectoria de la calidad, cuanto menos notable, como la de JADED HEART se merece algo más que esto. Esa fue la reflexión con la que resumiría el paso de la formación sueco-germana por la capital junto a los suizos CROWN OF GLORY y los locales BON VIVANT.

BON VIVANT

La cosa ya “pintaba en bastos” cuando diversos problemas retrasaron la friolera de una hora la apertura de puertas, no siendo hasta pasadas las 21:20 cuando saldría a escena el primer grupo de la noche, unos BON VIVANT que, desde su inicio con “El Son De Sus Alas”, salieron a por todas apoyados por un grupo de incondicionales que crearon cierto “ambiente” (porque éramos cuatro gatos) durante su descarga.

La banda de Charly López presentaba su primer largo, “Un Juego De Ti”, tras el EP “Poquito A Poco” que les dio a conocer, y lo hicieron de manera más que sobrada ya que sonó buena parte de él. Así lo desgranaron a través de cortes como “Caliope”, donde ya sonaron “disparados” los primeros teclados que les acompañarían a lo largo de toda la actuación, la balada “Darlo Todo”, “Soy”, con Charly colgándose la acústica, o “Volver a Creer”, muy bien recibidos por sus seguidores.

Al grupo, en líneas generales, les acompañó el sonido y la buena voz de Charly brilló en todo su esplendor (lo mismo que sus grandes dotes de frontman), aunque en el apartado de los coros a Javier Balmoral apenas se le escuchó, desluciendo en cierto modo algunos temas. También me sorprendió lo parado que estaba su bajista, Jach García, pero claro, era su primer concierto con el grupo y esto pareció pesar sobre sus espaldas aunque Charly intentara integrarle en la actuación en varios momentos.

Por último, la actuación de Borja Bueno, y su particular y vistosa forma de tocar, dotaron de mayor contundencia a algunos temas que, en estudio, para mi gusto sobrepasan las líneas del AOR rozando el Pop por momentos, y que ganan enteros en directo como fue el caso de “La Penúltima”. Este punto es lo que menos me gusta de su disco, la excesiva comercialidad de algunos cortes y lo poco se notan los instrumentos en la mezcla.

También hubo espacio para recordar temas de su primer EP, “Poquito A Poco”, de la mano de la “popera” “Bailarina”, el tema que le da título, o la celebrada “No Hay Estribillos eE Madrid” en los compases finales de un concierto que se completó con “Aún Estás Cerca”, uno de los temas que más me gustaron, y la pegadiza “Felicidad”, con Charly acaparando todo el protagonismo tocando el violín eléctrico que tiene dicho tema.

En resumen, buen concierto de un grupo que, poquito a poco como su EP, empieza a sonar con fuerza dentro del panorama del Rock Melódico de la capital y que, aunque tiene todavía margen de mejora, parece que gozan ya de una pequeña legión de seguidores que les apoyan incondicionalmente. Veremos cómo funciona su disco en los próximos meses.

Como suele pasar casi siempre que toca un grupo local en un concierto, es terminar su actuación y los amigos, familia y demás que han ido a verles cogen y se marchan de la sala pasando de ver a los siguientes grupos. Puedo entender esta situación en el caso de los familiares, que a veces van por puro compromiso para apoyar al grupo de su hijo, hermano, primo, etc., pero se me hace difícil de entender este hecho si te gusta el grupo por el estilo que tocan y las siguientes bandas van de un rollo similar. O simplemente tienes algo de inquietud por ver grupos en directo, aunque no los conozcas, ya que quizás te sorprendan.

CROWN OF GLORY

A pesar de que CROWN OF GLORY no es exactamente Rock Melódico sino más bien Heavy/Power Metal melódico, la ya de por si baja asistencia se vio mermada aún más cuando salió, minutos después, a presentar “King For A Day”, su segundo disco de estudio, iniciando su concierto con el tema que lo abre, “Storm”, ya que algunas personas habían abandonado la sala mientras que otras estaban sentadas en los sillones o alejados del escenario apoyados en la barra.

Este hecho no pasó desapercibido para su simpático y carismático vocalista Heinz Muther quién se esforzó lo indecible por tratar que la gente se acercara al escenario y les arropara, cosa que no consiguió del todo, la verdad, aunque los suizos hicieron gala de la profesionalidad que se le presupone a cualquier grupo y tocaron como si la sala estuviera abarrotada. Aunque la realidad fuera bien distinta.

El sexteto suizo apenas cabía en el escenario ya que, a diferencia de sus predecesores, ellos llevaban unos inmensos teclados de los que se encargó con solvencia Philipp Meier, el miembro junto a Heinz que más intensamente vivió el concierto y cuyos coros se escuchaban en ocasiones incluso por encima de la voz principal de lo que gritaba. Ello les obligó a distribuirse en tres líneas. La delantera la ocuparon los dos guitarristas y el vocalista, la segunda el bajista y el teclista y, por último, al fondo la batería de Marcel Burgener que, la verdad, me pareció algo lineal, siendo lo que menos me gustó de su concierto.

“Savior”, uno de los mejores temas que sonaron esa noche, prosiguió con la presentación de “King For A Day” mientras que “The Raven's Flight” nos transportó al EP del mismo nombre, un tema más oscuro donde el vocalista alternó voces más “guturales” (tampoco es que cantará Death Metal) con las melódicas habituales que, unida a los cambios de ritmo instrumentales y al solo de teclado de Philipp en su parte central, dieron como resultado una combinación bastante interesante.

El grupo parecía estar disfrutando sobre las tablas y su entusiasmo, poco a poco, lo fueron contagiando al resto de los asistentes (una chica incluso venía desde su país para verles y tuvieron gestos de complicidad hacía ella durante su actuación) que se mostraron más receptivos a su propuesta.

La cañera “One Fine Day”, con un épico inicio y un desarrollo que me recordó por momentos a STRATOVARIUS cosa mala, la grandilocuente “Morpheus Dream”, con especial protagonismo de la alternancia de voces entre el vocalista y el teclista, y “The End Of The Line”, con regusto a ROYAL HUNT, fueron otros de los cortes que sirvieron para presentar su último disco.

“The Calling”, de su penúltimo “A Deep Breath Of Life” dio por finalizado un entretenido concierto de una banda a la que no conocía y que me convenció por su buen hacer, simpatía y el entusiasmo que le puso a pesar de las circunstancias adversas.

JADED HEART

Al fin, y mucho más tarde de lo que hubiera sido menester, la formación liderada por el bajista Michael Müller, único superviviente de la original (recordemos que este mismo año el baterista cofundador Axel Kruser dejó la banda), salió a escena para encontrarse el desolador panorama que un grupo de la calidad y trayectoria de JADED HEART no debiera haberse encontrado.

Pero así es la vida y su primera visita como headliners, si no estoy equivocado, fue un estrepitoso fracaso de asistencia aunque, de nuevo, la profesionalidad del grupo salvó los muebles para los que decidimos quedarnos que, desgraciadamente, éramos menos todavía que con CROWN OF GLORY. Y ya es decir.

Si la memoria no me falla era la cuarta vez que veía al combo sueco-alemán y, como en las tres anteriores, la banda sonó compacta y muy rodada, con todos sus elementos jugando el papel que debían. Lástima que, vaya usted a saber por qué, el sonido que inicialmente no era del todo malo, de nuevo se fue estropeando (por no decir otra cosa que empieza por “j”…) y el excesivo volumen y otros problemas deslucieron la segunda mitad de su descarga. Con la cantidad ingente de bolos que se celebran en esa sala no me entra en la cabeza que se siga cometiendo el mismo error una y otra vez. En fin…

Haciendo de tripas corazón, el fulgurante arranque del concierto con “With You”, “Control”, aunque evidentemente sin la voz de Rick Altzi, y la brutal “Saints Denied” me hicieron olvidar el cansancio, la hora de retraso que llevaban y demás cosas desagradables consiguiendo que me metiera, como el resto de incondicionales del grupo que allí aguantaron, en su descarga.

Y es que la experiencia volvió a ser un grado y la actitud de JADED HEART estuvo muy por encima de la nuestra. Suena feo decirlo pero así fue. Y, aunque Johan Fahlberg nos dedicó piropos alabando el entusiasmo mostrado en varios momentos, no estoy de acuerdo con él, pese a que hubo algunos temas donde la sala se volcó con ellos y quedaron bastante bien.

A estas alturas de la película, todos los que en mayor o menor medida hemos seguido la trayectoria de JADED HEART, somos conscientes que poco o nada tiene que ver con el grupo que editó “Inside Out” hace más de veinte años. El mayor cambio se produjo con la salida de Michael Bornmann y la incorporación de Johan a la voz principal, endureciendo el sonido en buena medida, pero sin perder la melodía, en los discos que han ido editando posteriormente.

Esto, lógicamente, se reflejó en el repertorio que interpretaron y que estuvo totalmente centrado en la época del vocalista sueco. Primero porque dieron sobrada cuenta su último trabajo con el medio tiempo “I Lost My Faith”, la movida “Till Death Do Us Part”, la fantástica “Nightmares Over”, “Not In A Million Years” o, ya en la recta final, con “Schizophrenic”, que les llevó a camerinos unos instantes antes de los bises.

Y segundo porque el resto de temas repasaron “Common Destiny” con “Run And Hide” y “Life Is Beautiful”, o discos más añejos como “Perfect Insanity”, con “Love Is A Killer”, y “Sinister Mind” a través de “Justice Is Deserved”, siendo bastante bien recibidas por los fans más veteranos del quinteto.

Me gustó mucho la actuación de la pareja de guitarristas Masa Eto y, sobre todo, la del sueco Peter Oestros que, además de tocar con solvencia, no dudaba en arrodillarse o tomar la parte delantera del escenario a la mínima oportunidad aportando dinamismo escénico. Así mismo, el bajista Michael Müller se reveló como un bromista nato porque no paró de tomar el pelo o “molestar” a sus compañeros mientras tocaban siempre con una sonrisa en la boca transmitiendo “buen rollo” en todo momento.

Lo que menos me gustó fue que todos los teclados iban grabados y que, a pesar del buen hacer de los dos guitarristas y el bajista en los coros, me pareció percibir alguna “ayudita” externa. Nada exagerado pero sí que se apreció en varios momentos.

Del reemplazo tras los parches decir que Bodo Stricker cumplió con la papeleta de sustituir a Axel, aunque no fuera lo mismo lógicamente, y que Johan me pareció que estuvo soberbio a pesar de haber leído que su voz no estuvo a la altura. A mí no me dio esa impresión en absoluto y creo que estuvo a un nivel altísimo durante toda la actuación, además de mostrarse cercano y muy simpático agradeciendo constantemente que estuviéramos allí.

Con tanto retraso como llevábamos acumulado y siendo el tiempo de los suecos limitado, no tardaron mucho en volver a escena tras haberlo abandonado momentáneamente, para marcarse un celebrado “Hero”. La descarga la cerraron definitivamente con “Freedom Call” tras unos 75 minutos, que supieron a poco, dejándose en el tintero la versión de Anastacia, imagino que por falta de tiempo, “Paid My Dues” rebautizada jocosamente en el setlist como “Paid My Shoes”.

Esto fue lo que dio de sí un concierto que me gustó pero que quedó deslucido por la baja asistencia y el mal sonido (sobre todo en la segunda mitad de JADED HEART) y que las bandas participantes salvaron echándole ganas y profesionalidad. Esperemos que la gente que apuesta y arriesga su dinero para que podamos ver este tipo de grupos no se desanime aunque, con días como este, dan ganas de cerrar el chiringuito e invertir el dinero en otra cosa.

David Ortego