La tercera edición del Vaques Fest asturiano suponía la primera para muchos de los asistentes, que, atraídos por una selecta representación de bandas internacionales, no podía dejar la ocasión de disfrutar no solo del Heavy Metal, sino de la atractiva oferta astur como forma de relax. Las viandas tradicionales de la región y ese milagro llamado sidra fueron un acicate adicional para estar este fin de semana en Lugones, Oviedo y alrededores.
Si bien iba con una idea preestablecida de lo que allí iba a encontrar por el tipo de festival y sus dimensiones, que en parte se cumplió, tampoco puedo decir que el resultado fuera negativo. Recinto pequeño, bandas clásicas del underground y fiestas de un pueblo son elementos que ya me sonaban y no para bien. Por fortuna, la gente que organiza este evento ha dado el máximo dentro de lo que tenía disponible para esta edición y ha resuelto una pregunta que debe despejarse de cara a próximas ediciones: ¿Voy a querer asistir de nuevo a este festival? Probablemente, sí.
Al llegar, la gestión de entradas, entrega de pulseras y acreditaciones era relativamente ágil. Si a esto le sumamos que el personal que atendía era cortés, ya tenemos la primera parte cumplida con creces. Dicen que la primera impresión es la que cuenta, y aquí se ganaron a la gente. Caminando pocos metros, pudimos visualizar desde dentro el recinto, que resultó ser un aparcamiento asfaltado perteneciente al polideportivo de Lugones. A la izquierda, una valla con cipreses y zarzas y a la derecha la pared de la piscina cubierta, hacían un poco angosto el lugar, pero luego se mostró suficiente para la cantidad de asistentes.
Al fondo reinaba un escenario sencillo en cuanto a juego de luces pero un volumen atronador aunque no del todo bueno, donde comenzó la fiesta con unos paisanos del lugar, la veterana formación asturiana de Grind Death GRUESOME STUFF RELISH.
GRUESOME STUFF RELISH
Con doce años a sus espaldas, es un nombre que suele salir de vez en cuando en las conversaciones sobre el Metal Extremo español, y aunque creo recordar (los años no pasan en balde) que los vi en directo hace unos años en Madrid con HAEMORRHAGE, era necesario constatar si esa pequeña cuota de fama la tenían bien ganada los de Mieres.
Distorsión de guitarras inclinadas ligeramente al Death sueco y la herencia de clásicos como los primeros trabajos de CARCASS, tanto en estructuras como en las letras, hacen de GRUESOME STUFF RELISH un valor seguro. La banda tuvo que afrontar un público escaso y, en general, poco acostumbrado a esos niveles de música extrema. El principal problema para el grupo fue el sonido, con una batería (especialmente la caja) que sonaba demasiado alta y que despistaba, sacándote de los temas al tapar otros elementos como las propias guitarras. Lamentablemente, esto y la falta de nitidez se repitió en los posteriores conciertos y fue el punto negro que se arrastró durante todo el festival.
Algunos de los temas que sonaron fueron "Fullmoon Ritual" y "The Dead Will Walk The Earth", siempre con esas partes de blast beats a todo meter que elevaban la intensidad de cada canción en los momentos precisos. Satisfactoria actuación, y aunque no parecía encajar demasiado dentro del festival, los comentarios de otros asistentes confirmaron que no fui el único que vio su paso por este Vaques Fest como algo positivo.
AGGRESSION
Los siguientes en tocar fueron los catalanes AGGRESSION, ante los cuales tenía unas altas expectativas que no pudieron cumplirse ni de lejos. Después de un interesante debut como "MoshPirit", sonando a Thrash Metal sin descanso y ayudado a obtener popularidad gracias a una gran portada del maestro Ed Repka, vino "Viocracy", donde se introdujeron algunos elementos técnicos que no acabaron de convencer a todo el mundo. Su aparición en el festival no hizo más que confirmarme esto. Un breve discurso, probablemente a cargo de Bush (hijo) sirvió de introducción para su show.
Los temas de ese segundo álbum no parecían tener una estructura fluida, lo que impedía engancharse a su concierto. Esas partes técnicas sonaron un poco forzadas y no resultaban buenos engranajes para funcionar en directo. "False Flags", "MK Ultra" o la propia "Viocracy" presentan esas notas de precisión aquí y allá, pero no resultan fructíferas si se trata de poner a la gente en movimiento. AGGRESSION sí estuvo en movimiento y planteó actitud desde el escenario, con algún movimiento acompasado entre los guitarristas Pol Luengo y Oscar Reka.
Conectaron más con el público cuando rindieron tributo a la lucha de los mineros asturianos (y no nos olvidemos de los castellano-leoneses) que con su propia música, salvo en el final con "Psycho-Crime" y el wall of death que prepararon en "MoshPirit" y esa frase que me hizo bastante gracia... "¡A hostia limpia, como en las cuencas mineras!". Estos thrashers necesitan mejorar su directo y pensar mejor cómo aprovechar sus habilidades a la hora de introducir elementos más complicados en sus composiciones sin que queden chirriantes.
ALLTHENIKO
La primera banda internacional de esta tercera edición y también de la historia del festival fue ALLTHENIKO, unos italianos que practican un Heavy Metal acelerado y muy potente, aunque con poco carisma. Ya había tenido la oportunidad de ver esta banda en directo en Madrid y al igual que la otra vez, me quedó claro que su vocalista es portentoso en los agudos, que se mueve mucho por el escenario y que sabe sacar la lengua, lo que no recordaba es su pésimo nivel de inglés a la hora de hablar con el público.
"Spirit Of The Highway" dejó un grandísimo sabor de boca, gracias a esa guitarra tan rockera que domina el tema. Para estar tocando de prestado (Iberia perdió sus instrumentos y AGGRESSION les echó un cable) le pusieron unas ganas terribles. "No Fear", un tema que irá al cuarto disco y que se titulará "2066" (si no entendí mal) fueron los siguientes en caer.
Los muchachos estaban desatados y me estaban causando una mejor impresión que en aquel festival de la asociación Pounding Metal Union hace un par de años. Su actuación estuvo salpicada especialmente por canciones de su último trabajo "Millenium Re-Burn", del que también tocaron "Re-Burn", aunque dejaron espacio para "Sufferman" y "Feel The Power" de sus anteriores obras. En definitiva, un buen show de ALLTHENIKO, aunque acabó sonando un poco monótono.
VENDETTA
A los pocos minutos hizo acto de presencia, por decirlo de alguna manera, VENDETTA. Para ser una banda tan clásica, haber hecho sus pequeños hitos en el Thrash Metal y ser un grupo de culto para algunos, no demostró nada de nada, o mejor dicho, demostró muchas cosas, y casi todas nefastas. La peor actuación del festival al menos me dio material para hacerme algunas preguntas. Por ejemplo: ¿Cuáles son los motivos para seguir con un grupo en un estado de forma tan deplorable? o ¿es posible que una banda no sepa en su fuero interno el desprestigio que supone realizar conciertos de este paupérrimo nivel?
Ni con material reciente como "Dead People Are Cool", o antiguo como "War" o "Brain Damage" supieron conectar. Con dos guitarristas que parecían estatuas y no daban forma a las canciones, la batería desacompasada (y como en el resto de conciertos, desagradable al oído por su excesivo volumen) y un vocalista errático por el escenario, lo de VENDETTA no podía salir bien.
No sé si se trataba de dejadez o falta de rodaje, pero aquello no sonó ni rápido, ni furioso, ni se asomó a lo que este grupo podría dar de si poniéndose las pilas. El castigo terminó y al menos pudimos disfrutar de tres últimas actuaciones que nos quitaron el mal sabor de boca.
SCANNER
El principal atractivo para desplazarme hasta Lugones era SCANNER, mítica formación del Power alemán primigenio allá por la mitad de los 80 y con una segunda época dorada a mediados de los 90. Los alemanes no habían tocado nunca en España y como tampoco lo suelen hacer en otros sitios, era un auténtico regalo poder ver un concierto suyo. Con un único miembro original, el guitarrista Axel "A.J." Julius, la principal preocupación era saber cómo afrontaría su vocalista griego Efthimios Ioannidis. Tras haber visualizado algunos vídeos suyos, no sabía hasta qué punto podría hacer los temas con cierta fidelidad, y tengo sensaciones encontradas sobre lo que hizo en el escenario.
Con una introducción que parecía sacada de una película de aventuras, “Not Alone” fue lo primero en caer. Aquí Efthimios demostró tener buena capacidad para cantar en los tonos altos, y según seguía con “Puppet On A String”, “Wonder” o “R.M.U.” (de esta última no se sabía la letra) me fue convenciendo, saliendo más o menos del paso. El primer problema que pude apreciar es el destrozo que realizó en “After The Storm”, donde no pude distinguir el tema hasta la segunda o tercera repetición del estribillo, y es una pena porque fue lo único que SCANNER tocó de su tercer álbum “Mental Reservation”, uno de mis favoritos del grupo.
La actuación estaba siendo lo suficientemente buena para ponerme una sonrisa en la cara, pero no memorable. Como poco, se les puede atribuir el honor de haber sido los primeros músicos en tener feeling con el público, al que tiraron una camiseta antes de hacer una de las canciones más conocidas del grupo, “Warp 7”, muy celebrada.
Le siguió una canción que no he podido identificar, por lo que pienso que podría ser de “Scantropolis” o bien el tema nuevo que ya han tocado por ahí, como me sugerían algunos. Se puso fin al concierto con “Ball Of The Damned” (que no quedó demasiado fiel, la verdad) y las apoteósicas “Across The Universe” y “Terrion”, que desataron bastante al público al ser dos de sus temas más conocidos.
En el tintero quedaron muchas cosas como “Buy Or Die”, “Locked Out”, “Grapes Of Fear”, “Tollshocked”, “Out Of Nowhere” o una de mis baladas predilectas, “Your Infallible Smile”, pero para el poco tiempo que tuvieron tampoco podemos quejarnos en ese sentido. En general, SCANNER dejó una buena sensación pero mejorable. Los alemanes deben repasar su catálogo, ensayar y tocar más en directo para redondear los temas, haciéndolos sonar más parecidos a las grabaciones originales de lo que pudimos ver esta noche, y no solo en la parte vocal.
NOCTURNAL RITES
La formación que demostró estar más rodada y con diferencia de todo el festival fue NOCTURNAL RITES, y permitió al Vaques Fest subir el nivel a un estado sobresaliente por primera vez durante toda la jornada, que hasta entonces estaba había vagado desde el suspenso o muy deficiente hasta el notable bajo.
Los suecos centraron su concierto en su última etapa y dejaron de lado los primeros trabajos, y si no me equivoco lo más antiguo que hicieron fue “The Iron Force” y “Afterlife”.
Con todo el buen material que llevan grabado, unas tablas impresionantes sobre el escenario (movimientos, encadenar temas uno tras otro) y Jonny Lindqvist, un vocalista en plena forma que sabe captar la atención con chorradas como la llamada de teléfono de Julio Iglesias y ese “No, no me he follado a tu mujer, quizá a la de Antonio Banderas” o ese “¡Ojete!”, tienes el concierto hecho.
¿Qué más puede pedir un grupo que lo tiene todo para triunfar? Bueno, si además tienes la mejor calidad de sonido de todo el festival, la impresión que dejas es inmejorable. Y eso que luchaban contra un handicap, que era el de no tener el perfil de banda underground, factor que dominaba el ambiente del festival.
Gracias a su sobrada profesionalidad, NOCTURNAL RITES tuvo una excelente acogida por el público, valorando con justicia el buen hacer de los suecos. Algunas de las canciones que sonaron de su etapa posterior al año 2000 fueron “Not The Only”, “Fools Never Die” y "New World Messiah", con la que pusieron la guinda a su actuación.
ARTILLERY
Otro gran aliciente para buena parte del público eran los daneses ARTILLERY. Después de haber visto un concierto un poco soso en el Martohell de hace unos años, necesitaba sacarme la espinita y ver otra actuación, y que esta vez fuera digna de su estatus legendario.
Salvando el horror que supuso el elevadísimo sonido de la batería, estos thrashers dieron un buen show. Más allá de la edad, los hermanos Stützer siguen dando caña en estudio y en directo, con buenos resultados, al igual que la voz de Soren Nico Adamsen, que cada vez encaja más en el sonido del grupo (aunque sigo pensando que su mejor labor la hizo en CRYSTAL EYES) a pesar de su cariz más melódico que los vocalistas que previamente ya han pasado por ARTILLERY.
Sin complejo alguno y sin querer vivir del pasado, el combo danés presentó unas cuantas canciones de su más reciente trabajo "My Blood", como "Death Is An Illusion", "Dark Days" o la propia "Mi Sangre (The Blood Song)", aunque abrieron con "When Death Comes" de su anterior obra homónima, seguida de un clásico como "By Inheritance". De la década de los ochenta sonaron "The Challenge" e "In The Trash", y de la época de su reunión a finales de los 90 "Cybermind". Un set con variedad pero con poco material realmente clásico, centrado en sus últimas obras, como así lo atestiguó "10.000 Devils".
Su paso por el Vaques Fest y el final del mismo fueron el inevitable "Khomaniac" y otra canción de su etapa en los años 80 que no pude concretar. Mucho se ha modificado el set list respecto a su DVD en directo y desde la primera vez que vi al grupo. Lo que nos quedó muy claro es que los daneses no andan faltos de confianza si nos referimos a sus últimos álbumes, los dos más representados durante su actuación y con diferencia.
Al igual que en las otras actuaciones (excepto NOCTURNAL RITES) les pesó el volumen descompensado de batería y esa maldita caja que aún tengo palpitando entre los tímpanos.
Así concluyó el Vaques Fest en su tercera edición, que por cierto, contó con la presencia de Víctor García de WARCRY entre el público, lo cuál es algo de agradecer. Ver a un músico de éxito en el Heavy Metal disfrutar de un festival underground en su región fue, por poco usual (desgraciadamente) una curiosa anécdota.
Este evento, con una selección de bandas atrevida y muy atractiva, su buena ubicación, bebidas a buen precio y una solvente organización podrá seguir realizándose e incluso creciendo poco a poco por pura constancia. El detalle de la presencia de esos eternos portugueses que te encuentras en todos los festivales vendiendo discos podría ser sintomático de esa futurible expansión y mayor relevancia que podría adquirir el Vaques Fest. Con tiempo y ganas, y cuidando más el elemento vital de un festival, que es el sonido, todo es posible. ¡Adelante con la próxima edición!
Crónica: Carlos Herrero
Fotos: Enrique Herrero
