Conciertos de RAGE, FIREWIND, DARKER HALF y ARENIA - 19 de enero de 2018, Madrid (sala Mon)
Hay bandas que son asiduas a girar por nuestro país, una de ellas es RAGE, que no contenta con haber estado en los festivales Leyendas del Rock y Barcelona Rock Fest el pasado verano, nada más comenzar el año ya la tenemos por aquí. Y no sólo eso, sino que en marzo estará en la primera edición del Galia Metal Fest, además de en otro par de fechas. La verdad, visto el recibimiento que tuvieron, no me extraña que a los de Peavy Wagner les encante venir. La sala Mon recibió una gran entrada para una noche de Heavy Metal con RAGE y sus tres bandas invitadas: FIREWIND, DARKER HALF, y ARENIA.
ARENIA
A las seis y media, con una puntualidad pasmosa y ante apenas treinta personas, el pistoletazo de salida fue dado por ARENIA, banda asturiana de Power Metal que hace no demasiado publicó su tercer disco “El Atardecer De Los Sueños”.
Contó con media hora para defender su música y, si bien es cierto que se notaba la falta de tablas sobre el escenario (en especial, la teclista Raquel que no pudo ser más estática), consiguió dar un concierto bastante bueno.
Canciones rápidas, pegadizas, muy trabajadas y con estribillos fáciles de corear; lástima que contaran con un sonido deficiente en muchas de ellas. Comenzaron con “Hades”, que nos dejó ver el buen trabajo a la voz de Fran J. Santos, apoyado en los coros del guitarrista de E. Dizy. Ambos no pararon de moverse y de tratar de animar al público, que con cuentagotas fue aumentando.
No faltaron en su repertorio, “Fuego Y Cenizas” o la cañera “La Búsqueda Interior”, una pena que los mencionados problemas de sonido nos impidieran disfrutar plenamente de ese temazo que es “Sangre Eterna”, durante el cual el micro perdió el sonido. Casi hubiera sido mejor que pasase eso en el tema final, una mediocre versión de “The Wicker Man” de IRON MAIDEN. Con todo, fue una actuación de lo más disfrutable.
DARKER HALF
Tras un rápido cambio de backline, con la aparición de dos telones laterales de DARKER HALF, fue el turno de esta banda de Heavy - Thrash procedente de Australia (hecho del que sus miembros deben estar orgullosos, pues hicieron hincapié en ello varias veces) que fue con diferencia la más floja de la noche.
Con tres discos editados, y algunas canciones destacables, no consiguieron enganchar en ningún momento a las más de cien personas (y subiendo progresivamente) que ya estaban en la sala, tampoco les ayudó un sonido que de nuevo fue mediocre, con guitarras que sonaban de manera descompensada.
Comenzaron con “Lost In Space” y “Voice Of Dead”, donde lo más destacable fue la devastadora batería de Benito Martino. Tampoco estuvo mal “Stranger”, canción con toques progresivos.
Luego llegó una nueva versión de IRON MAIDEN, en esta ocasión DARKER HALF se encargaron de destrozar “Aces High”, mala no, lo siguiente. Los australianos hicieron lo que pudieron y no pararon de correr por el escenario, pero la sensación que provocaron por lo general fue muy clara: aburrimiento.
Para el final dejaron los que fueron sus mejores temas sin duda, la pegadiza “Heaven´s Falling”, durante la que colaron el riff de AC/DC de “Back In Black” y finalmente “Take The Plunge”, con la que se despidieron de un público que no les echará de menos.
FIREWIND
Curioso el caso de los griegos, porque dio la sensación de que había mucha gente que sólo fue por ellos. La banda comandada por Gus G. siempre ha tenido un gran tirón en nuestro país gracias a su Heavy-Power Metal de calidad. Además, había muchas ganas de ver lo que es capaz la banda a pleno rendimiento, pues en su anterior visita al Atalaya Rock, Henning Basse cantó casi toda su actuación afónico.
Y, ¿qué decir de la noche del viernes? Pues que FIREWIND dio el bolazo de la jornada y de lo que va de año. Los griegos salieron demoledores y se marcaron una docena de temas casi sin descanso que supieron a poco.
Con la Mon prácticamente llena, comenzaron con “Ode To Leonidas” y, ahora sí, Basse desplegó todo su poder vocal acompañado de una banda que rozó la excelencia, sobre todo Gus G. con su dominio de las seis cuerdas y el gran Bob Katsionis que alternaba la guitarra rítmica con los teclados durante casi todos los temas. Se nota mucho la experiencia de la banda con lo bien que se conjuntan y se nota todavía más el feeling entre los miembros así como lo que disfrutan y eso amigos, es algo que se contagia al público, mucho.
Lamentablemente, FIREWIND fue la banda que más problemas de sonido tuvo. Entre corte y corte (como tras la potente “We Defy”), podían apreciarse las indicaciones de la banda solicitando modificaciones. Quitando esto, FIREWIND estaba convenciendo y gustando al respetable. Temas como “Few Against Many” o “Between Heaven & Hell” se empalmaban con canciones que hacían saltar y gritar a sus fans, ya fueran clásicos como “Mercenary Man” o temas de nuevo cuño, del tipo “ Wars Of Ages” de su última obra “Inmortals”, disco que fue elegido como uno de los mejores del 2017 por parte del staff de Hellpress.
La intensidad del bolo fue enorme y gracias a su abultado set casi parecían los cabezas de cartel. Basse no paró de bromear en los escasos momentos de descanso que se permitieron, e incluso los músicos se pusieron a interpretar las primeras notas del “Careless Whisper” de George Michael, hecho que provocó una buena carcajada entre los presentes.
Pero como ya se sabe que todo lo bueno tiene un final, FIREWIND finalizó su actuación con “Tyranny” y “Falling To Pieces”. Con este último tema, Gus G. se bajó del escenario para tocar la guitarra entre el público y darse un merecido baño de multitudes.
Como única nota negativa de la actuación de los helenos, sería el retraso que acumularon que provocó que RAGE tuviera que recortar su set.
RAGE
Con el mencionado retraso, los teutones salieron a por todas como una locomotora, ya con su primer tema “Justify”, se podía intuir que su concierto iba a ser una perfecta ejecución de Heavy Metal con estos toques de Speed - Power tan característicos de la banda.
Aclarar que, si FIREWIND dio un bolazo de impresión, RAGE hizo lo mismo pero con buen sonido. Este hecho, sumado a la enorme calidad de sus músicos y el carisma de Peavy Wagner cantando a todo trapo y machando el bajo, consiguieron que el concierto de RAGE sea uno de esos que se quedan grabados por mucho tiempo en la memoria de los asistentes, el set fue mejorable, pero dada la cantidad de discos que tienen y que solo tocaron trece temas, es normal que se quedasen muchas canciones míticas fuera.
Curiosamente, RAGE contó con un gran juego de luces, un elemento que estuvo inédito en la velada hasta ese momento. “From The Cradle To The Grave”, nos hizo ver lo bien que se conjuntan Wagner y el guitarrista venezolano Marcos Rodríguez. Aunque solo lleva desde 2015 en la banda, al igual que el batería Vassilos Maniatopoulos, han conseguido crear una máquina muy compacta que parece que lleva años engrasada.
Marcos Rodríguez, aprovechando que habla español se mostró sumamente simpático y habló muchas veces al público, ya fuera para presentar y contextualizar temas como “End Of All Days” o “The Price Of War” o directamente bromear sobre su edad y animar a la gente a que gritase más y más, pero lo hizo de forma contenida, por lo que no llegó a resultar cansino en ningún momento.
El concierto de RAGE pasó como un suspiro, sabedores de la hora límite que tenían para terminar su actuación y tras eliminar hasta cuatro temas sobre el set planeado, a los que estábamos allí no nos quedó más que disfrutar con clásicos como “Nevermore”, Straight To Hell” o el corte que da nombre a su nuevo disco “Seasons Of The Black”.
Finalmente y a toda prisa, pues los reggaetoneros y demás especies raras de la noche, RAGE remató con "Blackened Karma”, “Don’t Fear The Winter” y “Higher Than The Sky”, un buen tridente para finalizar un concierto de excepción.
Más corto de lo que hubiera sido deseable, pero lo bueno es que dentro de poco los tendremos por aquí otra vez.
Crónica: Txema Sáez
Fotos: Laura Ruiz
Promotora: Kivents.
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