Crítica de DESTRUCTION - Born To Perish

Sensaciones gélidas y un nuevo incentivo con el que refrendar mi relación de amor-odio con DESTRUCTION. Eso es lo que me ha provocado la digestión de "Born To Perish", su nuevo trabajo en estudio. El combo alemán, funcionando ahora como cuarteto con el aterrizaje del batería Randy Black y del guitarrista Damir Eskic, lleva demasiados años adscrito a una fórmula que, a principios de siglo, le otorgó a la formación de Schmier y Mike unos beneficiosos resultados con trabajos como "The Antichrist" o "Metal Discharge", discos con los que los germanos empezaron a gozar de cierta popularidad y con los que vivieron cierto repunte entre el público thrasher más joven que, por aquel entonces, se iba sumando a la militancia del género.

Tras ese material, poco que rascar me he encontrado en las sucesivas entregas de la banda. Tan solo regrabaciones de un buen puñado de viejos clásicos de su etapa ochentera más quilates de mediocridad apabullante, como reflejan "Spiritual Genocide" o "D.E.V.O.L.U.T.I.O.N.". El presente lanzamiento, aun estando un par de peldaños por encima de dichos trabajos, anda a unas cuantas millas de poseer el nivel que se le presupone a un clásico imprescindible del Metal teutón. Y es que Schmier y cía se gustan y mucho viendo su vistoso logo en ese invento atiborrado de marketing que se ha venido a llamar el Big Four alemán, parido a rebufo del que se creara primero en Estados Unidos con METALLICA y cía, pero la realidad es que DESTRUCTION, por el momento, son incapaces de jugar en la misma liga que sus compatriotas KREATOR o SODOM. Hasta TANKARD, con su aire bonachón y desenfadado, ha sabido labrar trabajos más consistentes que DESTRUCTION, manteniendo su fidelidad al género pero sin dejar de ofrecer su buena dosis de pegada.

DESTRUCTION repite fórmula en "Born To Perish"

¿Qué le pasa, pues, a DESTRUCTION? Básica y llanamente, que lleva lustros utilizando la misma plantilla a la hora de confeccionar sus discos. En el caso que nos ocupa, el cuarteto irrumpe en un primer tercio del disco con saña, mala hostia desbocada y verdadera artillería pesada. "Born To Perish", "Inspired By Death" y "Betrayal" dan buena cuenta de ello. Y, al Cesár, lo que es del César. Cuando DESTRUCTION adopta su forma más belicosa no hay quien pare a esta bestia parda. No especula, localiza su objetivo, arrampla con todo y deja tras de sí una voluminosa y polvorienta humareda. ¿Recuerdas temas de su reciente discografía como "Soul Collector", "Rippin' The Fleash Apart", "Thrash Til' Death" o "Nailed To The Cross"? Pues de eso, de ese espíritu, es de lo que estamos hablando, ni más ni menos.

El problema radica en que, tras una imparable ráfaga de infalibles bombardeos, a los alemanes se les acaba la munición y, como sucede en este "Born To Perish", las ideas se va diluyendo, lo cual demuestran las insípidas "Filthy Wealth", "Butchered For Life" o "Fatal Flight 17", y el trabajo se va anestesiando poco a poco en un mar de líneas vocales redundantes, estructuras escuchadas anteriormente que producen un molesto sabor a refrito y una falta de contundencia y de riffs criminales de los que tienden a apasionar al parroquiano thrasher medio. Resultado de todo ello: el disco acaba recibiendo un sonoro castigo cualitativamente hablando.

Buena producción y fidelidad absoluta hacia un modo de entender y acometer el Thrash. Me quedo con eso dentro de toda la suma de desdichas. Aunque estamos ante un pilar singular del viejo Thrash Metal teutón, al que, por supuesto, se le ha de pedir más frescura y creatividad. Sin duda alguna, horas bajas para un grupo que debería comenzar a plantearse ciertas cuestiones de cara a no editar obras de las que solo se salven la mitad de los temas.

Os recordamos que DESTRUCTION será una de las bandas invitadas en la gira de OVERKILL, FLOTSAM AND JETSAM Y REZET.

Discográfica: Nuclear Blast

Más información de la banda en su página de Facebook.