DEVIN TOWNSEND PROJECT - Epicloud

HEVY DEVY ha vuelto, el regreso del hombre bipolar por excelencia, de la genialidad musical hecha persona, del ecléctico por antonomasia, DEVIN TOWNSEND. Hablar de este canadiense con aspecto de científico loco (aspecto y en la vida real también un poco de lo segundo), es hacerlo de uno de los músicos más inquietos e imprevisibles del planeta. Trascendiendo géneros, rompiendo moldes y dando al traste con todos los tópicos imaginables, DEVIN TOWNSEND hace tiempo que enterró la etiqueta de “guitarrista de STEVE VAI” y habló con voz propia en el mundo del Metal, dicho esto último con mucha precaución puesto que lo suyo es otra cosa.

Usando como pseudónimo o forma de expresión, múltiples denominaciones que pasan por su proyecto más convencional, STRAPPING YOUNG LAD, sus desvaríos personales a su nombre, y desde hace unos tres años, su PROJECT, el bueno de HEVY DEVY no ha parado quieto y “Epicloud”, su nuevo trabajo no iba a ser menos, incluso aunque salga con relativo poco tiempo para asimilar los dos capítulos que de golpe cerraban esa tetralogía iniciada con “Ki” en 2009 y que eclosionaron con “Ghost” y “Deconstruction”, seguidos de un inabarcable directo en Londres que muestra el infinito al que es capaz de llegar este personaje peculiar y no hago sólo un juego de palabras con su disco “Infinity”, sino que es una realidad.

Como siempre digo cuando me refiero a DEVIN TOWNSEND, la personalidad veleta y variable de este artista, le convierte en un compositor ideal para obras en su conjunto y no para piezas individuales. La prueba ha estado en STRAPPING YOUNG LAD, combo que al principio funcionaba como vehículo para expresar su rabia más visceral, pero que a partir de “SYL” fue agotándose en su propio inmovilismo. Por el contrario, sus proyectos personales, ya fuera sólo o acompañado de invitados y músicos de sesión, eran inagotables. Desde “Ocean Machine”, el que pusiera la primera piedra para edificar su propio templo, hasta la dupla “Ghost” y “Deconstruction”, DEVIN TOWNSEND no paraba de reinventarse, de sacar a relucir nuevas facetas, de investigar en terrenos cada vez más antagónicos y verse multiplicado en diversidad de ambientes, fiel reflejo de una personalidad que va más allá de su bipolarismo psicológico y que le convierten en un ser único y especial.


Cuando “Ki” salió al mercado, una nueva veta era descubierta a través del DEVIN TOWNSEND PROJECT, una nueva vuelta de tuerca hacia sonidos más ambientales y progresivos que podían recordar a sus primeros años (en concreto “Ocean Machine”) pero perdiendo el miedo a la investigación en la rareza instrumental. Aquél era el primer capítulo de una serie de cuatro que fue de golpe terminada en 2011 con dos álbumes antagónicos: Por un lado estaba “Deconstruction” que mostraba la cara agresiva, violenta y extrema de DEVIN, por momentos incluso dando un paso más respecto de lo que hizo con STRAPPING YOUNG LAD. Por otro lado estaba “Ghost”, su disco más ambiental y colorista hasta el momento, que flaqueaba un poco en su concepción, pero era otra muestra más del eclecticismo de DEVIN. Ahora sale “Epicloud”, de nuevo bajo la rúbrica del PROJECT y con un resultado que es una mezcla de “Ghost” y “Deconstruction”, esta vez sí, equilibrada y con el convencimiento de ser la mejor instantánea de lo que es DEVIN TOWNSEND a día de hoy.

Lo primero que resalta en “Epicloud” es la homogeneidad en duración de los temas. Salvo un par de excepciones como “Grace” o “Angel”, el grueso del trabajo parece que fuera más por los derroteros de la composición en sentido clásico, que del sentimiento progresivo siempre presente en la mente de DEVIN. Sin embargo, no hay que olvidar que DEVIN en sus proyectos musicales va más allá de concebir una canción como un elemento aislado, y si unimos todo obtenemos un nuevo conjunto con vida propia. También sorprende la aparición como invitada de Anneke Van Giersbergen, lo cual nos haría pensar en una continuación de la tranquilidad etérea de “Ghost”, aquella anunciada segunda parte de la citada obra que no ha visto la luz. Con todo, realmente parece que DEVIN TOWNSEND, como de hecho ha declarado, hubiese querido dar a luz a un disco más accesible, de sentimiento Pop incluso, al menos en estructura.

Pero que esto no te lleve a alejarte de “Epicloud”. Desde luego es probablemente su disco más accesible, recuperando la tranquilidad de “Ghost” pero desarrollándola con estructuras más simples, e incluso el sonido, menos caótico y astral que en el pasado, puede dar esa sensación. Pero tanto la presencia de Anneke, como contrapunto a la multipersonalidad de DEVIN, como las propias composiciones, son detallistas y para nada encorsetadas. Las dos citadas excepciones en cuanto a duración (“Grace” y “Angel”), son ejemplo de ello, en especial la primera, con bastante protagonismo de Anneke, pero también los temas más “pegadizos” del disco, “Lucky Animals” (que parece un tema de QUEEN reconvertido al Metal, operístico y muy teatral), “Save Our Now” (que se acerca a tesituras oscuras, electrónicas y reposadas tanto en voz como en ritmos, casi como si de una banda finlandesa se tratase) y “More!” (uno de los cortes más directos y metálicos, que en directo funcionará muy bien). Incluso el tema más Pop de todos, “Divine”, tiene algo especial por la magia en la voz de DEVIN.


Una vez más DEVIN TOWNSEND demuestra no tener fin en su inspiración. Da igual bajo qué nombre edite sus trabajos, ponerse delante de una obra suya es asegurarse un viaje imprevisible, incluso aunque en apariencia no sea así. Una obra a la que se recurrirá en sucesivas escuchas para poder extraer todo lo que da de sí. “Epicloud” es quizás su obra más “sencilla” de los últimos tres años, pero con el suficiente grado de experimentación como para sorprender, y también con los pies en la tierra. En cualquier caso, las enciclopedias seguirán teniendo crudo el catalogar al bueno de HEVY DEVY: un artista único en su más amplia concepción.


Raul Ureña

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