DGM - Momentum

Resulta reconfortante comprobar que los movimientos musicales se renuevan, mudan su piel para adaptarse a los nuevos tiempo. El mejor ejemplo es la sobresaturada, denostadísima escena del Power Metal italiano. Atragantada por su propio éxito, se quemó a base de repeticiones y de grupos mediocres  dejando un campo abonado con una ceniza de lo que unos cuantos han sabido sacar los nutrientes adecuados. Bandas como VISION DIVINE, SECRET SPHERE o LABYRINTH han cogido los dobles bombos, las melodías pegadizas y las voces agudas de entonces y los han mezclado con maestría con el Metal Progresivo que viene del norte y del otro lado del charco para crear una de las mejores reservas de Power Progresivo del mundo. De todos ellos, DGM es la gema oculta.

En realidad, a diferencia de las bandas arriba mencionadas, DGM empezó en los 90 practicando Metal Progresivo y se ha ido acercando al Power Metal con los años. Aunque mantiene las virguerías instrumentales y cierta complejidad en algunos desarrollos, su música se basa ahora en la velocidad y en las preciosas melodías vocales de Mark Basile, un cantante sin muchos matices, pero con una voz bonita y solvente que encaja a la perfección con las bases que desarrollan sus compañeros.

“Momentum” es el octavo disco de DGM, segundo con Basile a la voz después de que sustituyera a otro grandísimo cantante, Titta Tani. El sonido general del disco es muy parecido al de otros grupos de la escena, sobre todo a los mencionados VISION DIVINE y SECRET SPHERE, pero con una marcha de más y riffs más duros. El trabajo de guitarra recuerda mucho al de Michael Romeo en SYMPHONY X y las melodías de voz han bebido mucho del “Heavenly Ecstasy” de PAGAN’S MIND. La sombra de Romeo y compañía es alargada, tanto que por momentos parecen el mismo grupo. Esto es particularmente notable en el primer tema, “Reason”, en el que canta el propio Russell Allen: hasta que no llega el estribillo, mucho más suave que los que nos brindan últimamente los americanos, parece que estemos escuchando un nuevo trabajo de SYMPHONY X.


 

Los guiños a PAGAN’S MIND también son constantes, tanto que el propio guitarrista de la banda noruega participa en “Chaos”, uno de los cortes más agresivos.


La velocidad y el doble bombo son, junto a los solos supersónicos y virgueros, los grandes protagonistas de este disco, y sin embargo no llegan a agobiar. Están intercalados hábilmente con puntuales momentos de relax en ciertos pasajes. Precisamente, aunque todos los temas tienen un gran nivel y están llenos de melodías memorables, esta monotonía estilística es el gran problema de “Momentum”. Sólo hay una canción que no vaya a toda velocidad, la preciosa “Repay”, que se convierte en uno de los momentos más emotivos del disco gracias a uno de esos estribillos que aparecen en tu cabeza cuando menos te lo esperas.

El exceso de coherencia estilística se complemente con una gran coherencia de calidad, es muy difícil destacar un tema por encima de los demás, aparte de la mencionada “Repay”. Quizá sean el corte de apertura, “Reason”, y el de cierre, “Blame”, con cierto toque Pop a los últimos CIRCUS MAXIMUS, los que más llaman la atención, pero no hay mucha diferencia con los demás.

Si siguen sacando discos como este quizá logren el respeto que por calidad merecen en la escena del Metal Progresivo europeo. Si bien no deberían dormirse en los laureles, ya que, aunque “Momentum” es un buen disco, supone un pequeño bajón comparado con su anterior trabajo, el magnífico “FrAme”.

 

David Muñoz Pérez

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