Aún recuerdo con devoción como si hubiese sido ayer o hace tan solo unas horas el impresionante concierto que esta gente, EVILE, ofreció hará unos tres o cuatro años en la madrileña sala Macumba como teloneros de MEGADETH. Por aquel entonces, y con un solo disco en la calle como credencial, me topé de bruces con una banda mucho más grande de lo que su escasamente conocido nombre representaba. El disco que venían a defender, “Enter The Grave”, era un perfecto compendio del Thrash más salvaje, bélico y atolondrado con el más compositivo y elaborado. Se puede decir que dicho disco, de haber salido a finales de los 80 o durante los primerísimos 90, se hubiese llevado de vicio con obras como “Arise”, “And Justice For All”, “Seasons In The Abyss", ”Never Neverland” o “Handle With Care” por poner un ejemplo.
Posteriormente, y poco antes del triste fallecimiento del bajista Mike Alexander, EVILE regresó a la actualidad musical mediante “Infected Nations”, un disco que a mi parecer estaba lejos, muy lejos, de esa banda aplastante y visceral que había conocido tan solo un par de años atrás con el glorioso “Enter The Grave”. Este segundo lanzamiento me pareció precipitado, aburrido y, salvo leves excepciones, falto de ideas y de inspiración, con lo que mi decepción con el mismo fue mayúsucula.
En esta ocasión, los thrashers británicos nos traen su tercera obra, “Five Serpent's Teeth”, un interesantísimo trabajo con el que han vuelto a recuperar la senda de su primer álbum. Realmente, se puede decir que la lógica continuación a “Enter The Grave” es esta, si bien, el disco no llega a ser tan ácido y disparado como esa primera obra, pero sí que consigue una atmósfera de violencia sonora similar, todo ello combinado con pasajes más elaborados y técnicos, más propios de formaciones como MEGADETH, PARADOX o los añejos ANNIHILATOR. Y es que es ahí donde radica la magia de un grupo que no hace absolutamente nada nuevo; en la mezcolanza de la vertiente más cafre y salvaje del género con la que busca otros horizontes sin salirse de los parámetros meramente thrashers.
EVILE te puede ofrecer un tema que recuerde a un “Holy Wars” de MEGADETH, como a un “Phantasmagoria” de ANNIHILATOR, así como le puede dar por meterse de lleno en un terreno mucho más destructivo tipo “War Ensemble” de SLAYER, porque de calidad musical la banda va tremendamente sobrada como para poder llevar a cabo estas combinaciones con solvencia.
En cuanto al trabajo de los propios músicos, una vez más es arrolladora la labor de Ben Carter tras los mandos de la batería, creando pasajes dotados de numerosos y violentos redobles que tanto recuerdan a la forma de golpear de Dave Lombardo, así como el aporte de Matt Drake, principalmente en su labor vocal, dado que el tipo ha crecido mucho como cantante y es capaz a día de hoy de ofrecer melodías pegadizas con su timbre rasgado y cortante, a veces al más puro estilo de Randy Rampage, ex vocalista de ANNIHILATOR, pero a su vez mostrando su cara más salvaje y gritona cuando el tema así lo requiere, es decir, cantando de un modo menos plano y lineal que en sus dos anteriores obras. Como curiosidad, hasta se atreve con un medio tiempo, “In Memoriam”, muy al uso y arquetípico, y con cierta similitud al “Fade To Black” de METALLICA, donde el vocalista en cuestión muestra su lado más calmado y resuelve con eficacia la papeleta. Ni qué decir tiene de los asesinos riffs de guitarra que hayamos en el disco, un asombroso ejercicio de fortaleza y precisión que no se ve todos los días en un álbum de Thrash Metal.
En definitiva; mi más sincero aplauso para EVILE. Ha vuelto a recargar la ametralladora con munición de la que revienta tímpanos y cuando parecía que no podríamos volver a escuchar temas cercanos a “First Blood”, “Enter The Grave” o el destructivo y criminal “Thrasher”, los británicos han dado el callo con un grandísimo trabajo que sorprenderá a propios y extraños. El futuro es suyo, esperemos que sepan cuidarlo porque capacitados están para ello.
Jorge Osoro
