El batería de GOODBYE TO GRAVITY, Bogdan Lavinius, murió ayer (domingo 8 de noviembre) mientras estaba siendo trasladado en avión a un hostpital en Zurich, Suiza. Con su deceso, la cifra de fallecidos por el trágico incendio ocurrido durante el show de la banda en Bucarest, ha ascendido a 45.
Lavinius sufrió un paro cardiaco durante el vuelo, cuando el avión se encontraba de regreso a Rumanía debido a que su estado había empeorado. El equipo médico trató de reanimarle durante 70 minutos.
Os recordamos que entre las víctimas mortales se encuentran también Vlad Telea y Mihai Alexandru, guitarristas de GOODBYE TO GRAVITY. El cantante Andrei Galut y el bajista Alex Pascu siguen ingresados por quemaduras e inhalación de humo. Galut ha sido trasladado a una unidad de quemados en Holanda mientras que la familia de Pascu está tratando de ingresarle en otro centro.
Los dueños del club Colectiv de Bucarest (Rumanía) -donde se celebraba el concierto-, Costin Mincu, Alin George Anastasescu y Paul Gancea, fueron detenidos por homicidio involuntario después del incendio que se desató durante el concierto de GOODBYE TO GRAVITY.
El concierto de GOODBYE TO GRAVITY tuvo lugar en el club Colectiv, antiguamente una fábrica, que tenía una única puerta de salida. La banda celebraba con un show el lanzamiento de su nuevo disco, "Mantras Of War", ante una audiencia de unas 400 personas.
El fuego se desató cuando los fuegos artificiales del grupo fallaron, incendiando dos pilares de espuma que prendieron fuego a otras estructuras del local, lo que desató el pánico entre los asistentes, muchos de los cuales trataron de buscar la salida entre el humo.
Según un testigo, la tragedia "se podía haber evitado si hubiera habido más organización de los servicios de emergencia".
Los fiscales encargados del caso señalaron las graves deficiencias de seguridad del local:
"Datos y evidencias han demostrado que el fuego ocurrió porque la gente que administraba el local fomentó y permitió el acceso a un número de personas superior al aforo del club, en un espacio que no contaba con más salidas de emergencia. Los propietarios permitieron un espectáculo pirotécnico dentro de la sala, que contenía materiales fácilmente inflamables instalados de forma ilegal para evitar costes adicionales".
