FRAGMENTS OF UNBECOMING - The Art Of Coming Apart

En Alemania, una de las potencias del Metal por excelencia, tanto en grupos de sonido propio, como en producción y promoción de lo ajeno, el lado extremo del género siempre ha ido evolucionando a caballo del resto. Salvo excepciones, era raro encontrar grupos que marcasen sendas y normalmente adaptaban el sonido de fuera de sus fronteras, con mayor o menor mimetismo. En este lado se encontraría el Death Metal Melódico y particularmente FRAGMENTS OF UNBECOMING, que puede considerarse similar a compatriotas como DENY THE URGE o los sucesores de NEAREA, aunque sin el devaneo con el Metalcore que éstos tuvieron. Después de cuatro capítulos enlazados desde su debut en formato EP (“Bloodred Tales”) y hasta “The Everhaunting Past”, el grupo germano lanza su quinto trabajo, ya sin la coletilla capitular, dispuestos a seguir siendo defensores del sonido clásico del Death Metal Melódico, sin renunciar a los últimos avances en lo que a producción se refiere.

“The Art Of Coming Apart” podría considerarse un paso más, ni mejor ni peor, en la trayectoria de FRAGMENTS OF UNBECOMING. Sus línea maestras siguen siendo las mismas: AT THE GATES, DARK TRANQUILLITY y demás, con cierto aire más extremo a lo NAGLFAR o GOD DETHRONED en ocasiones, y voces más profundas y brutales, todo ello trufado de cierta atmósfera épica a lo AMON AMARTH y mucho poderío rítmico. Se nota un avance compositivo, más retorcido en estructura, algo más agresivo en la ejecución y menos condescendiente en cuanto a la melodía fácil, pero en general nada nuevo bajo el sol. El problema de este nuevo trabajo es que, como ya ocurría en trabajos previos, el intento de sonar más potente y por extensión más extremo, arruina cualquier posibilidad de disfrute postrera del disco.

Lo mejor sigue siendo el juego de voces de Sam Anetzberger: combinando las profundidades cavernosas con los tonos más agresivos, siendo una especie de mezcla entre Sven de ABORTED, Hegg de AMON AMARTH y Stanne de DARK TRANQUILLITY. Es realmente lo que proporciona variedad al trabajo, más allá de la composición melódica de los solos y la atmósfera más o menos épica de los cortes. Pero, como ya adelantaba, la producción excesiva, saturante y plagada de capas que no aportan detalles y solo ofrecen potencia sin control, destruyen cualquier destello de personalidad, convirtiendo un disco avanzado musicalmente, con continuos cambios de ritmo y estructura, y buenos elementos para retener, en una amalgama de brutalidad carente de coherencia, exactamente igual que lo que le pasó a los ya citados NEAREA, que de banda prometedora pasaron a ser víctimas de las circunstancias comerciales.


Como suele ocurrir en este tipo de trabajos, el inicio, una vez dejada la introducción de “The Art Of Coming Apart”, es brutal y atrayente. El ritmo acelerado proporciona un grado de extremismo mayor al que podría pensarse si se escuchan los toques épicos a lo AMON AMARTH de “Barren And Bleak” o el inicio más pausado de “Hours Of Suffering”. Este continuo contraste entre la velocidad y los riffs entrecortados, y la melodía y el Groove épico, será la tónica compositiva dominante y un gran impulso y estímulo en los primeros minutos de escucha del trabajo, pero al mismo tiempo será motivo para el cansancio según vaya avanzando el disco, aunque aún resten intentos de variedad de elementos como “A Silence Dressed In Black” de inicio muy DISMEMBER o el interludio semiacústico de “Sundown”, que sirve de bálsamo para unos oídos algo saturados aunque aún impresionados por la potencia de la primera escucha.

El problema viene cuando uno repite con la fórmula de FRAGMENTS OF UNBECOMING ofrecida en “The Art Of Coming Apart” y se da cuenta de que el poderío inicial no es más que una cortina de humo que se esfuma muy fácilmente y no deja ver el bosque que hay detrás. Uno se queda sólo con la brutalidad y el exceso y no consigue retener mucho más, con lo que en uno o dos temas se tendrán ganas de cambiar de tercio, dicho esto desde la consciencia de que, al contrario que otros grupos que tratan de ocultar carencias a golpe de poderío sónico, los germanos tienen tablas y recursos suficientes como para atraer con méritos propios. Quizás sea excesivo en mi crítica al respecto, pero hace tiempo que destrozar los tímpanos a golpe de exceso decibélico no es sinónimo de extremismo musical.

Aunque FRAMENTS OF UNBECOMING sigue siendo un grupo interesante en su género y ofrece buenas dosis de dinamismo y fuerza, además de credibilidad compositiva, “The Art Of Coming Apart” se pierde en su propia pretensión: asombrar a la primera, sin darse cuenta de que vale más una base que retener o conservar, que un envoltorio que desechar en cuanto abres el paquete. Interesantes sí, pero flores de un día mientras no aprendan a moderar su producción.


 

Raúl Ureña

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí