IN VAIN - The Little Things That Matter

En sus dos anteriores obras, el grupo llegó a especular, por momentos, con su sonido. Cierto es que el Power de corte alemán era la base de su propuesta, lo cual no quita para que IN VAIN no titubeara a la hora de ofrecernos un tema más propio de los MEGADETH del “Countdown To Extintion”, uno más groovie y machaconcete ligado a ese tipo de sonido que en su día apadrinó PANTERA y otro más sinfónico, con teclados incluidos en primera línea de fuego que amansaban las composiciones de los madrileños. En este trabajo, esa bifurcación musical se ha cerrado o mermado, lo cual no es malo, ni tampoco bueno. Todo depende del gusto del oyente por afrontar trabajos más cerrados o, por el contrario, más diversos.

En “The Little Things That Matter”, la banda se ha decantado, casi de pleno, por el metal de corte teutón, ese que recuerda irremediablemente a formaciones del calado de STORMWARRIOR, RUNNING WILD, los HELLOWEEN del “Walls Of Jericho”, los BLIND GUARDIAN más ácidos y rapiditos e incluso a los primeros RAGE. Cabe decir que el Power de tejido alemán es un género o, más bien, un tipo de sonido dentro del Metal clásico europeo, que casa bien con el Thrash y el Speed Metal. Los actuales PARADOX son un claro ejemplo de que la fórmula puede funcionar y que el cocktail de elementos que te ofrecen las tres vertientes citadas converge a la perfección, permitiéndole a un grupo inclinar más su música hacia una parcela sonora u otra en función de sus preferencias.

IN VAIN es un caso similar al comentado en las últimas líneas. El quinteto a veces acaricia el Thrash, pero los fraseos de guitarra que exprime, así como las melodías de voz de Dani, te sacan rápidamente de cualquier tipo de duda, llevándote a pensar, como decía antes, que lo suyo es el Heavy Metal ágil y veloz, con esa estampa en la que pone “zapatilla germana”.


Momento ahora de bucear un poco en el tercer larga duración de los madrileños, no sin antes dejar constancia del sonido obtenido, infinitamente superior al del “In Death We Trust“ y ni qué decir tiene al del “Of Gods And Men “, su primera obra en estudio. Digamos que el grupo ha ido puliendo la producción de sus trabajos progresivamente y, a día de hoy, si dejáramos caer este trabajo en cualquier puestecillo del festival Wacken Open Air, más de uno se pensaría que está ante una banda de Hamburgo y no de Madrid, como en realidad sucede.

Creo que es importante elegir bien la pieza que abre un disco, ya que es el arma principal para encandilar al oyente y demostrar de qué pasta está hecha la banda. En este caso, IN VAIN ha demostrado astucia colocando a la cabeza de su nuevo álbum “No Future For The World”, el tema más contundente y arrollador de todo el trabajo, aunque, ni mucho menos, el más representativo del mismo. El modo batallesco en que la base rítmica se incorpora a un riff de guitarra agresivo, grueso e inusual en la banda me ha recordado al modo en que sucedía lo mismo en el “Thrasher” de EVILE. Demasiada fiereza para un grupo que puede guerrear un rato y dar el pego en el terreno del Thrash Metal, aunque este no sea su campo de juego predilecto. Eso sí, para nada chirría el resultado final y menos aun cuando la voz de Dani, especialmente en el estribillo, le da ese aporte épico y melódico (ojo, para lo que es el Thrash), dejando constancia de que lo suyo es  un Metal más clásico y que este tema es solo un interesante y efectivo golpe sobre la mesa.


Ahora sí, en “Dragon Huntress” aparece el verdadero y genuino sonido pirata, y es que esas guitarras que emergen veloces y armonizadas desde el principio no engañan a nadie. Muy buena pieza en la que la banda toma la directa, obteniendo un ritmo alocado y frenético, muy de la escuela RUNNING WILD y con algún brochazo de los añejos BLIND GUARDIAN en el estribillo.

“From Your Cradle To My Grave” sigue la estela de su predecesora, apoyándose en la velocidad y en una base rítmica que no ofrece descanso, aunque a nivel vocal me parece algo menos inspirada que la anterior pieza. Quizá, y aunque esto sea algo muy subjetivo, Dani peca de gritón, abusando durante todo el tema de tonalidades altas, lo cual alinea y adormila un poco el estribillo, que no termina de erupcionar como debiera.

Por su parte, “Serenity Valley” es una de las canciones más inspiradas del disco. Con su comienzo, la banda juega levemente al despiste. ¿Coqueteos con el Metal sureño? No caerá esa breva. Un espejismo musical se transforma rápidamente en otro tema acelerado más encuadrado en el Heavy/Speed Metal de actuales bandas como STRIKER, aun teniendo otro estribillo marca de la casa IN VAIN, con clara referencia de nuevo al viejo metal teutón, apropiado para corear puño en alto. A destacar también el trabajo de guitarras, especialmente en los punteos doblados a mitad de tema.

Asimismo, “The Ballad Of Lucifer” posee un soniquete bailongo y divertido por el prototipo de melodía vocal que tiene en su haber, como muy ALESTORM, al que se suma un estribillo frondoso, cantado al unísono por Dani y varios miembros del grupo, con ese toque épico y cazallero típico de formaciones como GRAVE DIGGER.


“Guardian Angels” vuelve a darle rienda suelta a los IN VAIN más pesados y de sonido mordaz, con un guitarreo más cercano al de bandas a las que les atrae el sonido grueso e inflado, tipo los actuales RAGE u ORDEN OGAN. Cabe destacar un curioso puente utilizado para llegar al último de los estribillos, muy en la línea de esos cambios repentinos e inesperados que nos ofrecían MEGADETH en la época del “Rust In Peace”, así como la magnífica interpretación de Dani, agravando mucho su timbre de voz en las estrofas y aclarándolo en otro estribillo funcional, solvente y ejecutado en tonalidades altas, con ese característico vibrato rasgado del vocalista en cuestión que ya es casi patrimonio de los madrileños.

“King In The North”, con violines incluidos al principio, entra con sigilo y nos abre las puertas a una melodía pausada, muy nórdica y evocadora, que rápidamente reproduce unas guitarras bien ancladas, una vez más, en esa faceta pirata que citaba antes, ejecutadas con velocidad, pero armonizadas con estilo y tacto. Otro de los temas del disco. Soberbio.

Poco antes de la clausura del lanzamiento, entra en acción “Pipa’s Song” que sigue la estela marcada por todo el trabajo de celeridad, apuesta fuerte por el estribillo bien definido en el género y fácilmente memorizable y una labor a las guitarras sobresaliente que allana y mucho el camino de cara a disfrutar y digerir bien el tema.

Para el final, y lejos de aminorar la lucidez de todo el plástico, IN VAIN se ha dejado como colofón a un disco muy certero la pieza más larga, “The Last Waltz”, la cual me ha recordado a los viejos y buenos tiempos de MANOWAR, cuando hacían composiciones majestuosas que iban ascendiendo poco a poco, como sucedía en el mítico tema que dio nombre a su disco “Battle Hymns”, hasta coronarse en un eufórico estribillo. Pues bien, eso mismo pero a su estilo ofrece el combo madrileño en este último corte, solo que a la hora de buscar similitudes en el estribillo me he acordado del “Born In A Mourning Hall” de BLIND GUARDIAN. Cabe destacar que durante la pieza vemos como una especie de pelea de gallos, vocalmente hablando, entre Dani e Iván Gutiérrez, productor del compacto, el cual aporta su voz áspera a la causa, resultando ser un cruce entre Chris Boltendahl de GRAVE DIGGER y Alexi Laiho de CHILDREN OF BODOM. A su vez, Dani, guitarrista de la banda madrileña PHOENIX RISING, también se ha sumado a la función marcándose el segundo solo del tema.


Por último, me gustaría resaltar algo más. Una vez despegados de algo que, con el tiempo, iba a lastrar su música como son los teclados, IN VAIN ha apostado más que nunca por un sonido correoso, virulento y peleón donde, sinceramente, cada vez irían teniendo menos hueco la aportación del citado instrumento salvo momentos puntuales; un medio tiempo quizás o un tema simplemente orquestado, pero no utilizado como un instrumento más con el que sobrecargar todas las canciones innecesariamente. Ojo, esto no creo que sea una cuestión de apertura de miras, que quien os escribe estas líneas es fan de las teclas que escupen los discos de SANGRE AZUL o JOURNEY mismamente, pero sí que se trata de una cuestión de perspectiva y búsqueda de la máxima eficacia y funcionalidad para con tu música.

En fin, gran trabajo de Heavy Metal con el que IN VAIN se ha puesto el listón muy alto. Veremos qué nos deparan los madrileños en futuras entregas y si son capaces de mantenerse en esta línea ascendente. Esperemos que sí.

Jorge Osoro

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