MALICE - New Breed Godz

 

He aquí una resurrección más, un levantamiento de las mismísimas cenizas, otro resurgimiento de los muchos a los que ya nos estamos acostumbrando a ver de aquí a unos pocos años atrás. En esta ocasión, parece que le tocaba el turno a MALICE, para mí, una banda de culto dentro de lo que fue la escena del Metal americano ochentero. MALICE es de esas formaciones que en su día, y por desgracia, solo pudo editar un par de discos, uno de ellos; “License To Kill”, impecable a mi parecer,  y por tanto tuvieron una escueta y desafortunada carrera como tantos y tantos grupos que durante mediados y finales de los 80 entraban dentro del denominado Hard N' Heavy.

Sinceramente, dada la calidad de los trabajos que en su día sacó MALICE al mercado, de haber tenido continuidad y si hubiera superado las adversidades que surgieron para el género durante los 90, estaríamos hablando de una formación a la altura de LIZZY BORDEN, grupo con el que siempre les he asemejado musicalmente.


Sin embargo, la historia se escribió de otro modo y la suerte de MALICE desfalleció en los tempranos 90. Es ahora, en el 2012, cuando vuelve a tomar vida y reconozco que me he enfrentado al nuevo compacto de los norteamericanos con cierto morbo e incertidumbre. Sigue leyendo y te diré porqué.

El problema con bandas como MALICE, de clara fisionomía ochentera, es que resulta complicado averiguar con qué planteamiento aterrizan tras tantos años guardando silencio en pleno siglo XXI; si haciendo como si no hubiesen pasado los años y, en este caso, incluso las décadas, dándole así continuación a lo que fue su último trabajo sin apenas lavado de cara, u ofreciendo un producto actual, renovado y alejado de la concepción musical añeja de la formación, lo cual, en muchos casos, suele producir cierto temor dada la posibilidad de toparse con un descalabrado resultado.

Personalmente, me supuso una grata sorpresa la reunión de MALICE. Ahora, en cuanto supe que dicha reunión se vería retratada en un disco; “New Breed Of Godz”, con solo cuatro canciones nuevas por parte de los norteamericanos, que el resto de temas serían versiones regrabadas de viejas canciones suyas incluidas en su día en “In The Beginning” y en “License To Kill”, y que encima no estaría en el nuevo compacto en cuestión James Neal (el vocalista clásico del grupo) pues la sorpresa dejó de ser tan grata. Supongo que algo parecido me sucedió con los también estadounidenses FIFTH ANGEL, los cuales se reunieron hará un año o dos para ofrecer algunos shows esporádicos sin su vocalista de siempre; Ted Pilot.


Este tipo de bandas viven mucho de la nostalgia y del recuerdo de los fans y dicha nostalgia se alimenta, en la mayoría de las ocasiones, por la posibilidad de poder volver a escuchar esas voces tan peculiares que abanderaban en sus días la música de dichas formaciones. No obstante, y a pesar de los peros, al frente de los nuevos MALICE nos encontramos con el gran James Rivera; cantante de HELSTAR, con lo que la apuesta por un vocalista reconocido y de garantías resulta algo más convincente.

A pesar de que hubiese preferido una reunión con otro color; esto es, con un lanzamiento repleto de canciones nuevas y no de regrabaciones, la versión de MALICE del siglo XXI cuenta con mi aprobación, no tanto por el sonido grueso, mucho más metalizado y moderno que la banda ofrece de sus viejas composiciones, sino por la fiabilidad que despierta en mí la conjunción del todopoderoso Rivera con sus nuevos compatriotas, sobre todo de cara a que se pueda dar la ocasión de verles sobre un escenario, siendo este el gran aliciente de la reunión. Cierto es que James Rivera ofrece una versión más endurecida y contundente de lo que originalmente conocemos por MALICE, pero sus tonalidades altas, en parte, se asemejan a las del añorado James Neal, con lo que dentro del cambio que hay entre viejas y nuevas canciones, y de que a la esencia del grupo le hayan dado alguna que otra vuelta de tuerca, la escucha se hace agradable y logra despertar interés. Como apuntaba antes, la nostalgia es un factor clave en casos como este y, además, tampoco soy un tipo severo siempre que no me tope con un producto irrisorio y deleznable, con lo que aceptamos barco.

Sobre las nuevas piezas se puede decir; salvo en el caso del medio tiempo "Winds Of Death", que están confeccionadas con un corte moderno, cañero y potente, en una línea similar a la de formaciones como PRIMAL FEAR, los franceses NIGHTMARE e incluso HELSTAR. A decir verdad, los cortes nuevos, aparte de haberse dejado en la cuneta todo el encanto de los añejos MALICE, en su renovado aspecto no tienen una frescura especial, son canciones del montón, sin apenas brillantez o aspectos reseñables que den pie a confiar en un futuro larga duración que sepa sacarnos una sonrisa.

En definitiva, estamos ante una reunión que se queda a medio gas y es que creo firmemente que el camino escogido para adentrarse en esta nueva etapa podría haber sido otro. Resulta interesante y llamativo escuchar a James Rivera interpretar viejos temas de la banda, pero no deja de ser un mero dato curioso, ya que de cada 100 veces que alguien me preguntase o pidiese recomendación de MALICE, serían 100 también las ocasiones en que enviaría de cabeza a dicha a persona a hacerse con "License To Kill" o "In The Beginning".


 

Jorge Osoro

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