10. ALTAR OF PLAGUES - Teethed Glory and Injury
Este grupo irlandés se va y al hacerlo queda ya convertido en leyenda después de un fulgurante recorrido de tan sólo siete años y tres discos en los que ha cambiado para siempre las sensibilidades y miras de los sonidos post-Black. Sin cambiar las coordenadas básicas de su estilo, este testamento musical las recoloca y las estructura en canciones más cortas y hasta cierto punto más accesibles. Lo experimental marida con el Metal Extremo en una escucha cinemática y magnificente. Así ha sido la carrera de este grupo y así, en un instante de calidad inconmensurable, termina.
9. PORTAL – Vexovoid
De la sorpresa inicial a la adicción enfermiza, otra vez ha sido necesario un largo viaje para gestionar un disco, el cuarto ya, de estos demonios australianos. El sonido más nítido de su carrera descoloca de primeras pero sirve finalmente a la causa porque saca brillo a toda la kafkiana idiosincrasia de un grupo que cierra la soga sobre su propio cuello con composiciones especialmente concisas pero igual de angustiosas y terroríficas que siempre. “Kilter” se lleva el premio a la escucha obsesiva y claustrofóbica del año y la portada de este “Vexovoid” es una obvia demostración de intenciones: PORTAL vuelve a jugar con tu mente. Sean cuales sean tus miedos y tus fobias, las sacará a la luz y se regodeará mientras se alimenta de ellos.
8. ULCERATE – Vermis
Uno de los grupos verdaderamente trascendentales de la última década para el Metal Extremo regresa con otra bestia de difícil digestión pero que premia a los pacientes con una catarata de su Death Metal asfixiante, técnico y en muchos sentidos atípico. Con un sonido único, labrado en el aislamiento endémico de Nueva Zelanda y con una carga de brutalidad retumbante. Una respuesta coherente y como siempre evolutiva al torrente de emociones crepitantes que era “The Destroyers Of All”. Este es un disco muy distinto y al que resulta todavía más difícil acceder. Pero la recompensa, insisto, devuelve con intereses la inversión realizada.
7. AVATARIUM – Avatarium
CANDLEMASS nos dejó en un valle de lágrimas pero Leif Edling no ha tardado en recoger nuestras almas… y enviarlas a un lugar aún más lúgubre. Esta nueva aventura tiene su sello por los cuatro costados, así que reconocerás desde luego a CANDLEMASS en su versión más embrionaria y original en medio de un sonido con más injerencias de un Rock muy clásico y que va de la psicodelia a RAINBOW o BLUE OYSTER CULT. Sin perder la esencia del Doom épico marca de la casa y rematado por la mágica voz de Jennie-Ann Smith. Una joya.
6. INQUISITION – Obscure Verses For The Multiverse
Mientras su reconocimiento crece a ritmo exponencial, Dagon e Incubus siguen a lo suyo y se han superado con otra colección de riffs absolutamente adictivos y memorables. Black Metal desde Colombia, como siempre perfectamente fiel a IMMORTAL pero con una calidad descomunal en otro puñado de canciones cuyos títulos resulta difícil tomarse en serio pero cuyo contenido musical es arrebatador. En suma, el disco de Black Metal con el que más he disfrutado a lo largo de este año.
5. VHÖL – Vhöl
La genialidad excéntrica del año y un disco que deja en terrenal y cotidiano al “Target Earth” de VOIVOD. Una unión explosiva de cuatro talentos outsider de la escena estadounidense que no suena a ninguna de sus nodrizas: ni a AGALLOCH, ni a LUDRICA ni a HAMMERS OF MISFORTUNE… “Vhöl” es un disco único, ideal para los amantes de emociones nuevas… y muy fuertes: un cocktail de Black Metal, Crust, Punk, Thrash, Metal Clásico… y un puñado de canciones finalmente coherentes, arrolladoras y a un tiempo primitivas y sofisticadas. Y, desde luego, espléndidas.
4. SUBROSA – More Constant Than The Gods
¿Cómo responder a una obra de arte como “No Help For The Mighty Ones”? Pues con otra maravilla que profundiza y asienta definitivamente el sonido SUBROSA, un delicado y único equilibrio entre el Doom Metal más desértico y aplastante y una alquimia absolutamente genuina generada por los violines y las voces de Rebecca Vernon, Sarah Pendleton y Kim Pack. Nadie hace música como SUBROSA, nadie reúne esas melodías sobrecogedoras con esas atmósferas ultraterrenas y ese uso absolutamente personal de la tradición Folk estadounidense. El resultado, una joya de una emoción incontenible. Otra vez.
3. CARCASS – Surgical Steel
Por alguna razón, no esperaba tanto del regreso discográfico de CARCASS, así que ha sido una sorpresa de lo más gratificante descubrir la honestidad, la energía y la categoría de “Surgical Steel”. De una forma coherente y previsible pero perfectamente cartografiada, CARCASS viaja a un lugar entre “Heartwork” y “Swansong” con un sabroso toque de “Necroticism”. El resultado es uno de los discos de Metal Extremo más divertidos, vigorosos y memorables de los últimos años. Y con algunos himnos para la historia, como “316L Grade Surgical Steel”, que además contiene la línea vocal del año: “I am no ones property, In no others do I trust, For there is no true love, Only varying degrees of lust…”.
2. GORGUTS – Colored Sands
“Colored Sands” ha resultado una satisfacción enorme porque marca el regreso de un grupo por el que siempre sentí debilidad. Pero más allá de eso es un monstruo musical en el que no hay ni un átomo de nostalgia y en el que GORGUTS ha hecho lo que tenía que hacer para ser coherente con su trayectoria: avanzar, ir más allá y firmar un trabajo que marca un hito en el Death Metal técnico. Luc Lemay vuelve a triunfar con unas composiciones de miras avanzadas pero exquisitas y llenas de un poder intrínseco y absolutamente deslumbrante.
1. SUFFOCATION – Pinnacle Of Bedlam
Esta es una de las bandas más importantes de influyentes de la historia del Metal y “Pinnacle Of Bedlam” es una demostración incontestable de Death Metal en un nivel de categoría instrumental y compositiva con el que siguen soñando el ejército de grupos que les ha imitado en los últimos veinte años. Seguramente este sea el mejor disco de SUFFOCATION en una década, lo que desde luego es decir bastante. Y canciones como “Sullen Days” o “Cycles Of Suffering” pueden mirar sin sonrojarse a los clásicos inmortales de esta leyenda neoyorquina. Y eso sí es mucho decir.
