MOONSPELL - Extinct

Desde Portugal nos alcanza de nuevo el hechizo de MOONSPELL en su último disco, el cual bajo el título de “Extinct” nos trae sus ya habituales sonidos oscuros y melódicos, sólo que esta vez los lusitanos han ido un paso más allá aunando composiciones de gran calidad en las que sus eufonías misteriosas, y con muchos toques orientales, juguetean dentro de varios estilos que van desde el Death melódico hasta el Dark Metal, pasando por el Gothic Rock más ochentero.

Y es que pocas son las bandas que con más de veinte años a sus espaldas todavía consiguen sorprender y encandilar al público como lo hace MOONSPELL. Una formación que desde sus inicios ya destacaba por ese halo sombrío y ocultista y que, discográficamente hablando, tantos vaivenes y cambios de rumbo musical han tenido. Moviéndose siempre entre trabajos más melódicos y oscuros junto a otros mucho más toscos y potentes.

Pero independientemente de las oscilaciones que haya podido sufrir su éxito en las últimas décadas, lo que es innegable es que en este “Extinct” los portugueses han realizado un trabajo impecable y de auténtica esencia MOONSPELL: maduro y de plenitud. Un álbum que narra la futura e hipotética extinción de la raza humana, y que ya desde el primer tema, “Breathe”, respiramos cenizas y nos embadurnarnos en oscuridad (con aroma y ciertas reminiscencias a ORPHANED LAND) en un corte con teclados arabescos, cierto tono progresivo y melodías orientales, las cuales serán una tónica habitual a lo largo de todo el plástico.


Un mundo sin nosotros es la propuesta letrística y musical en la homónima “Extinct”. La canción, lanzada como single y con videoclip propio, cuenta como protagonistas a los cortantes riffs de guitarra de Ricardo Amorim, que se entrelazan entre las notas de teclado y sintetizadores hasta llegar a un melódico estribillo extremadamente pegadizo en un tema muy sinfónico, que combina voces agresivas con otras algo más mansas. Una chispa especial que no se apaga en “Medusalem”, corte que seduce desde el principio con atrayentes coros de voces que parecen provenir del desierto y una melodía vocal profunda y alineada con el bajo por parte de Ribeiro, que parece extraída de alguna canción de THE SISTERS OF MERCY.

No obstante, y antes de continuar desgranando cada pieza de este “Extinct”, cabe destacar la gran labor de producción lograda en el álbum. Un trabajo que posee un sonido óptimo, y a la vez muy personal, gracias a la magnífica tarea de Jens Bogren realizada en los estudios Fascination Street de Orebro (Suecia) y que, por si fuera poco, cuenta con los impresionantes diseños de portadas y artwork (sí, en plural, porque ha diseñado las portadas para todas las diferentes ediciones de “Extinct” en CD, vinilo y DVD) del griego Seth Siro Anton, que no es otro que el señor Spiros Antoniou cantante y bajista de SEPTICFLESH (banda junto a la que MOONSPELL está realizando su gira europea, y de cuyo concierto en Madrid el pasado 26 de marzo de 2015 podéis la crónica aquí).


Tras las aclaraciones de rigor continuamos nuestro camino hacia la extinción con uno de los temas más relevantes del disco: “Domina”, un corte que no es especialmente duro ni apoteósico, más bien lo contrario con un carácter algo intimista y a medio tiempo, pero el cual destaca por una maravillosa composición, así como por unas guitarras que firman uno de los mejores “solos” y riffs de este instrumento en todo el álbum (subrayar que el señor Amorim está de matrícula de honor en el álbum). Una canción con un estribillo que se adhiere a la piel: melódico y pegadizo. Puramente MOONSPELL y simplemente sobresaliente. Como sobresalientes también son el resto de temas que traspasan el ecuador del plástico dirigiéndonos a sonidos más cercanos al Dark Metal y quizá algo más comerciales, pero igualmente intensos, que invitan inevitablemente a bailar hasta al más desabrido en “The Last Of Us”, donde el gusto por la tecla y el sintetizador quedan más que patentes en los teclados de Pedro Paixao.

Pero antes de desparecer del todo, MOONSPELL no abandona su estigma oscuro plasmado con la versatilidad que les ha otorgado el tiempo y su propio talento. Pletóricos, los portugueses dan los últimos coletazos del álbum con una visión sombría del porvenir en canciones como “The Future Is Dark” o “Funeral Bloom”, piezas muy góticas en las que Fernando combina a la perfección la voz limpia con la agresiva (en especial en ésta última citada) dentro de melodías muy pegadizas que nos transportan a través del protagonismo del teclado, un instrumento que dirige y tutela muchas de las canciones y que otorga al disco un elegante toque sinfónico, manifiesto también en “A Dying Breed” y en la misteriosa “Malignia”, y que rubrica un final muy distinguido, casi de cabaret, con “La Baphomette”.

Sin duda y a pesar del ejercicio de objetividad siempre presente en este tipo de reviews, es imposible negar lo evidente. Y es que estamos ante uno de los más notables trabajos de MOONSPELL. Un álbum de carácter y calidad elevados, una especie de cadáver exquisito que pieza a pieza, y trozo a trozo, transferiría el más importante lienzo póstumo que nuestra raza podría legar (si es que llega esa supuesta extinción) a través de la mejor manera que el género humano podría dejar huella: el arte.

Jessica Tornos-Yebes

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