Si nos asomamos a la trayectoria de MORS PRINCIPIUM EST veremos que está colmada de momentos de ingenio. La chispa de la banda finlandesa de Death Metal Melódico es una constante en todos sus trabajos y “Dawn Of The 5th Era” no iba a ser menos. Posiblemente haya álbumes en su discografía más redondos pero, qué demonios, en cuanto uno se deja arrastrar por la mala baba del grupo y sus melodías, no queda otra que disfrutar de otro álbum excelente.
En esta ocasión la quinta era de los fineses comienza con el soniquete de una caja de música, que nos da la conveniente bienvenida hasta que rugen al fin las guitarras, poniendo la carne en el asador con un cáustico "God Has Fallen", con voces maléficas y un giro brutal de cara a desatar el estribillo. Es un tema típico de MORS PRINCIPIUM EST, como también lo es el frenético “Leader Of The Titans”, pero son cortes cuya escucha es placentera, con deliciosos solos y punteos de guitarra, además del jugueteo con los ritmos, mecanismos constantes en el álbum que hacen entretenidas las canciones.
El espectacular “We Are The Sleep” parece que va a arrancarse por la electrónica, como en algún otro tema suyo de grato recuerdo, pero no es así, dejando de nuevo paso a las guitarras y a unos sugerentes teclados, que anticipan un lánguido estribillo, de lo mejor del disco. Más movido es “Innocence Lost”, otro corte pegadizo, épico y repleto de detalles y cambios que indica que los fineses han repartido la munición de su arsenal a lo largo de todo el trabajo. Y así llegamos a “I Am War”, de fastuosa melodía y adictivos riffs, posiblemente la canción más rotunda del disco. También son atractivos los vibrantes y furiosos “Monster In Me” y un especialmente pegajoso “Wrath Of Indra”. “The Journey” concluye con ese toque “malvado” con el que el grupo impregna sus canciones.
Pero si una sorpresa atesora el grupo en el disco, además del apacible corte instrumental “Apricity”, es un emotivo “The Forsaken”, uno de esos temas con los que MORS PRINCIPIUM EST nos deleita de vez en cuando, más atípico por su estribillo marcadamente melódico. Este corte, de los mejores del álbum, pone un broche de oro increíble para despedir su quinto trabajo.
Enrique Herrero
