MOUNT SALEM - Endless

Desde Chicago nos llega el primer trabajo de MOUNT SALEM. Apenas con dos años de vida, este cuarteto practica un Doom ocultista en la corriente de bandas como JESS AND THE ANCIENT ONES, BLOOD CEREMONY O SEREMONIA. Aunque presentado como LP, se trata de su EP debut de 2013 al que han añadido dos temas nuevos para que llegue a la duración de álbum, por lo que su novedad es relativa, aunque siga teniendo vigencia dada la juventud de la banda.

Liderados por la voz de Emily Kopplin (que dobla también en los teclados) no se salen de la fórmula de las bandas anteriormente mencionadas, pero sin duda le dan una vuelta de rosca más densa y lenta que recuerda mejor que otros coetáneos el quid de lo que es el Doom Metal clásico y de corte psicódelico. Órganos subyacentes, temática alquimista y riffs potentes de la escuela protoheavy que tan buen resultado han dado a bandas consagradas como WITCHCRAFT o GRAVEYARD. Eso sí, a diferencia de éstos el tempo se desliza con lentitud placentera a lo largo del primer tema “Good Times” y apenas varía a lo largo de los ocho cortes, lo que le da una atmósfera ominosa común.


Aunque por momentos suena a otro grupo más que se apunta al revival general de los 60/70, hay que decir que la energía de la grabación, la ‘sirénica’ (aunque a veces demasiado omnipresente) voz de Kopplin y el acierto en la elección de riffs, hacen que merezca la pena seguirles la pista. Así, su segundo tema “The Tower”, no presente en el EP, suena más desarrollado y potente que el resto de canciones por lo que un futuro más prometedor se presenta sin duda si la banda sabe mantener el nivel. A partir de ahí el tempo y el ritmo sigue casi inalterable, ora con ritmos ‘sabbathicos’ ora con ritmos más rockeros, siempre respetando una fórmula completamente válida hace 40 años y que lo sigue siendo ahora.

“Full Moon” con su comienzo tenebroso y cambio a modo rockero descoloca al oyente con criterio y estilo y demuestra que hay variantes a las que acogerse con este cuarteto. Tras ella viene la suite en dos partes “Mescaline” (la segunda es nueva respecto al EP), que comienza con un leve toque Western instrumental para seguir con un riff épico y circular construido alrededor de las voces de una manera muy personal. Quizá es el momento más original que protagoniza este disco debut que promete grandes cosas para esta banda, pero MOUNT SALEM no deja de ser otro lanzamiento más en el saturado mundo del ‘Doomrock Vintage’, que necesita de más desarrollo para ver si cumple con lo prometido en próximos lanzamientos.

 

Pedro Blackearth

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