MY SLEEPING KARMA - Moksha

Llega a nuestras manos "Moksha", el quinto album de la banda germánica MY SLEEPING KARMA y, como si de una versión psicodélica de nuestros TOUNDRA se tratara, la propuesta de esta banda cada vez suena más contenida y alegórica.

Tras fichar por Napalm Recods, sello que se está caracterizando por recoger las descompuestas carreras de muchas bandas (MONSTER MAGNET) y dejarles hacer con criterio conservando la relevancia de ambos, sacaron un album llamado "Soma", que jugó a no arriesgar y a asentar el gran cambio. Ahora ya establecidos en su nuevo hogar, muestran sus cartas en las que un continuo repaso a su pasado y a su futuro tiene un papel fundamental, perfeccionando la fórmula hasta la saciedad.

El álbum, compuesto como una sola suite de música clásica con 5 interludios, es un paso más allá dentro del canon de este grupo instrumental de Aschaffenburg, Alemania. Siguiendo la estela del Rock pesado instrumental de sus paisanos ROTOR o los afamados y menos plácidos RUSSIAN CIRCLES, pero en un modo más delicado y lisérgico, los teutones incluyen cuerdas y atmósferas en varias secciones del disco como demuestran la homónima "Moksha" o los variados interludios anteriormente mencionados donde un  misticismo del este se percibe ligeramente.


El nivel de los miembros queda claro desde el comienzo intenso de “Prithvi”, danzando entre guitarrazos y sintetizadores que le dan un toque muy ambiental al conjunto. Aunque a medida que avanza el disco, las canciones son más contenidas y menos cañeras, nunca acaban de sacrificar esa evolución del todo por la intensidad de anteriores trabajos, como se puede observar en el temazo que cierra el disco, “Agni”, con un vaivén de teclados y riffs muy logrado que suena especialmente compacto teniendo en cuenta lo disperso que se vuelve en ocasiones con tanto entremés  entre tema y tema.

¿El resultado? Una obra de manual de psicodelia rockera con momentos incluso que recuerdan a PINK FLOYD (Interlude 5) y que muestran su ilimitada capacidad para sonar a sí mismos sin sonar todo el rato igual. Quizá se aprecie cierta ligereza en el sonido general, como se ha mencionado antes, en un intento de ser más escuchables para el público.


Entre apertura y cierre tenemos un continuo baile cósmico instrumental que, si bien suena un poco tieso y poco expansivo, a pesar de sus pretensiones, como disco estándar de Rock Psicodélico suena muy convincente. El problema está irónicamente en esos interludios; las ideas que expresan son en muchos casos mucho más interesantes que las canciones que les preceden y suceden, motivo por el que acaba dándo la sensación de no haber pensado lo suficiente la disposición final del disco.

Quizá no pase a formar parte de los anales del Rock Psicodélico mundial, pero como muestra más que competente de música instrumental flotante no tiene precio. Matte (bajo), Seppi (guitarras), Steffen (batería)  y Norman (mesas) tienen mucho todavía que explorar.

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