Violencia desde Barcelona: OSSERP se define como un grupo de “hijos de NAPALM DEATH, nietos de BOLT THROWER, sobrinos de ENTOMBED...”. Es una frase de la bio de este cuarteto catalán y desde luego no va mal tirada. Pero la cosa se puede reducir sencillamente, insisto, así: violencia desde Barcelona. “Sang I Sutge” es un reguero de dinamita cantado en catalán, un acelerón sin más destino que un muro al que te arrojas a toda velocidad. Es, básicamente, un buen disco. Que enseña mucho y promete más. Al que le faltan cosas pero que deja con ganas de no perder de vista a este grupo. Y que te revienta con un sonido físico y abrumador. Tercera vez: violencia desde Barcelona.
Este es uno de esos trabajos que te llenan de ganas de escuchar a otros grupos muy buenos. Y eso no es algo malo. Y que te atacan directamente a la víscera sin pasar apenas por el cerebro. Y eso tampoco lo es, claro. La carnicería musical de OSSERP llama de forma constante al directo, a pensar en un sonido literalmente desatado sobre el escenario. Sólo falta la chispa definitiva que da una autoridad más rotunda en el estudio. La concreción compositiva, ese poso de experiencia y personalidad que debería llegar (este el debut de un grupo con menos de tres años de vida) y que convertirá la música en algo más que esa mezcla de adrenalina y neutrones que ya es y que no debería dejar de ser. Este es un buen disco de un grupo que transmite que tiene dentro un gran disco. Y que quizá sea el próximo, cuando todos los ingredientes terminen de cuajar.
Por ahora, esos ingredientes rebosan en la estruendosa olla a presión que supone la mezcla de Death Metal, Grindcore, Punk… Blastbeats frontales mezclados con los D-beat del Swedish más callejero, añejo y sucio. Y con una admiración también muy clara hacia los viejos quebrantahuesos británicos: NAPALM DEATH, BOLTH THROWER, BENEDICTION... Y hacia cosas más actuales como NAILS, TRAP THEM… Una mezcla sugerente a la que el grupo honra a pies juntillas. Lo que vende es lo que ofrece en 33 minutos vertiginosos y con un frenesí que en todo caso permite cambios de ritmo, matices y un buen trabajo musical. De las partes más rápidas y con riffs más hirientes a los grooves demoledores y hasta alguna pincelada Doom que abre sugerentes caminos para el futuro. Como las atmósferas casi postindustriales de la final “Les 67 Llunes de Júpiter”. A veces más con una visión más clásica del Death, otras más callejera y Core y muchas desbocada hacia el Grindcore / Crust…
La producción, con masterización en los Audiosiege de Portland, es buena pero podría ser mejor. De hecho es algo irregular, con extraños altibajos a lo largo de unas canciones en las que no siempre lucen como deberían las guitarras o encaja a la perfección la voz, grabada por Xavi. Al que ahora ha sustituido Vali, de los notables MORBID FLESH. Buen fichaje para un grupo que contagia energía y transmite violencia y al que sólo le falta que sus buenas canciones pasen a ser muy buenas. Entonces ascenderá a ese nivel de impacto definitivo que está más que sugerido en el salvaje inicio que perpetran entre “Ensorrant Castells”, “Sant I Sutge” y “La Tomba del Os” o en el final más épico que proponen la venenosa “Clot o Carner”, la punzante “La Tardor dels Martirs” y la citada “Les 67 Llunes de Júpiter”. OSSERP debuta con nota gracias a un disco satisfactorio en sí mismo pero que, creo, tiene como principal virtud abrir la puerta a un futuro muy prometedor. Veremos qué se cuela por ella.
Juanma Rubio
