Hay pocas cosas mejores que ponerse manos a la obra con un disco sin apenas referencias ni prejuicios y llevarse una sorpresa de las verdaderamente buenas. Ni esperaba esto ni lo esperaba tan bueno con el debut autoeditado de SAD EYES, nombre de guerra de Santi González, guitarrista de REX DEVS y ahora maestro absoluto de ceremonias: creación, composición e interpretación de guitarras, batería y bajo. La única y excelente colaboración es la de Dave Rotten (nada menos) en las voces. Incluso la producción, más que notable, ha corrido a cargo del propio Santi en su estudio casero aunque otra vez ha tenido gusto y tino a la hora de compartir esfuerzos: las líneas vocales se grabaron en los Studios Room 101 con Javier Hernández y la mezcla corrió a cargo de Erik Monsonis. Más: el expresivo, enigmático y certero artwork ha corrido a cargo de El Dios Perezoso. Todos los citados han puesto su granito de arena para que este “…And Another Week” sea una de las revelaciones de este 2011 en lo que a Metal Extremo patrio se refiere.
Y con galones: aquí hay música de categoría. Calidad, personalidad, sentimiento y clase. Un disco corto pero intenso y compacto, estanco y bien cerrado en su estructura de disco conceptual. Siete canciones para siete días de la semana (“Day 1. Monday”, “Day 2. Tuesday”…), una medida que conecta en horizontal con todo lo que hay de rutina en la vida del hombre como minúscula pieza de los gigantes y alienantes mecanismos sociales y que enlaza en vertical con el sentido concéntrico de la existencia: el ciclo del principio y el fin, los constantes ciclos, pequeños nacimientos y muertes, que componen el día a día. Frustración, vacío, la gigantesca claustrofobia de la existencia. Un caldo de cultivo insondable y absolutamente humano, tangible y que encaja como guante en los sonidos de funesta miseria del Metal Extremo.
A partir de esta premisa, Santi González ha bordado un trabajo lleno de referencias pero personal, cementoso y redondo pero flexible y equilibrado. El formato ‘one man project’ cuenta con el peligro y el don de la homogeneidad. Bien desarrollado, como es el caso, tiene la hebra de lo parido, gestionado y expresado por una sola mente, una noción de unidad que descansa además en lo conceptual de la historia. A partir de ahí, no hay linealidad o repetición plomiza: el disco es corto y la música respira con libertad y criterio.
“…And Another Week” está bien compuesto, muy bien tocado y muy bien producido (pulido y trabajado pero lo suficientemente áspero). Con todo, el gran triunfo de este músico que abarca mucho y lo aprieta todo, reside en el enorme sentimiento que ha volcado en estas siete canciones. El disco es técnico y roza el virtuosismo pero sin excesos. El peso recae en la composición, en la atmósfera y en la transmisión de una empatía tan opaca como absoluta. La creación es madura: sin ventilar excesos ni justificaciones, sin caer en lo barroco o lo llamativo pero hueco. Canciones pensadas desde y para la guitarra, con un trabajo soberbio en las seis cuerdas pero también un brillante despliegue de recursos a la batería. Y la guinda de Rotten y sus registros cavernosos y tremendistas.
“..:And Another Week” es Death Metal vigoroso y electrizante pero oscuro y melódico. Una pátina de oscuridad recubre un disco lleno de melodías memorables y pasajes triunfales. Hay cambios de ritmo y demostraciones de precisión y pericia, pero sobre todo hay riffs monumentales y viciosos, pasajes envolventes y accesibles, partes brutales y afilados espasmos de pura energía metálica: entre el Death Clásico, el Death Melódico, el Death Thrash… Hay vértigo, hay una épica funesta y hay brutalidad de una sensibilidad casi elegante. Recuerdos a la escuela sueca, a la vieja guardia y al Deathrash Melódico de nuevo cuño y un sonido expansivo que va de MORBID ANGEL a DEATH y de ahí a DARK TRANQUILLITY, hasta AMON AMARTH, EVOCATION, HYPOCRISY, THE ABSENCE o KATAKLYSM. Incluso hay trazos, finas gotas que salpican el resultado final, del maravilloso legado de VIDRES A LA SANG. El sonido es pesado, lleno de gloria metálica y con un perfecto sentido de la intimidad que te aísla a golpe de brutalidad y te acuna a ritmo de fibrosa melodía.
Sin necesidad de alargarse, las composiciones están llenas de detalles y giros, perfectamente enriquecidas y compensadas pero con una estructura inquebrantable. “Day 2. Tuesday”, “Day 4. Thursday” o “Day 6. Saturday” alcanzan picos particularmente pletóricos pero el disco funciona como una unidad hermética y lógica que desde luego no admite comparación alguna con REX DEVS y su tan espiritual Black Sinfónico y Melódico. Santi González enseña así una faceta distinta de su universo musical, mucho más atractiva para mí y muy recomendable para los amantes del Death Metal, que no deberían perderse otro de esos notables discos que nos da esta escena española nuestra que tanto merece y tan poco recibe. SAD EYES ha dado un brillante primer paso en un camino que esperemos tenga continuidad. Merece nuestro apoyo y nuestra atención. Y si además (¿realmente es tanto pedir en los tiempos que corren?) hubiera alguna discográfica al otro lado, escuchando…
Juanma Rubio
