Crónica de los conciertos de THE DARKNESS y DZ DEATHRAYS en Madrid - 30 de enero de 2020 (sala La Riviera)
El pasado jueves 30 de enero estuvimos en la sala La Riviera para presenciar la vuelta de los ingleses THE DARKNESS, que en esta ocasión aterrizaban en la capital para presentarnos su nuevo trabajo "Easter Is Cancelled".
DZ DEATHRAYS
Tal y como estaba previsto, a las 19:30, entramos a la sala madrileña que poco a poco vimos llenarse algo menos de media pista para cuando daba comienzo el show de DZ DEATHRAYS.
El trío australiano de Dance-Rock nos presentaba su cuarto disco, “Positive Rising: Part 1”. Comenzó tocando los temas “Witchcraft, Pt. 2”, “IN-TO –IT” y “Like People”, el primero y tercero de ellos procedentes de su álbum anterior “Bloody Lovely”, y el segundo sería su primer videoclip del nuevo trabajo.
DZ DEATHRAYS se presentó ante el respetable expresándole su felicidad por estar allí y continuó con el nuevo tema “Snakes”. Para terminar la misión de calentar el público para THE DARKNESS las elegidas fueron “Shred For Summer”, también procedente de “Bloody Lovely”, y “Ocean Exploder”, de su disco “Black Rat”.
Y como la promesa es deuda los australianos dejaron al público un poco menos frío y preparado para recibir a THE DARKNESS.
THE DARKNESS
Con una sala bastante más llena que hace una hora comenzaban a tocar los ingleses. No llegaba al sold out, pero podríamos asegurar que el público podía llenar el centro de la pista hasta llegar a la mítica palmera. Algo más que un éxito teniendo en cuenta las fechas en las que nos encontramos y que era un jueves en el que podíamos encontrar más eventos musicales del estilo.
Otro factor que personalmente me preocupaba es que el nuevo disco de la banda no ha sido el mejor trabajo que han hecho los ingleses o, al menos, no el más alabado por los seguidores del grupo. En mi opinión, aunque es un buen álbum pierde bastante la esencia de aquello que tanto engancho a los fans cuando la banda pegó “el pelotazo”. Pero a pesar de los posibles hándicaps, allí estaban con una audiencia deseosa de comenzar la fiesta con ellos y con una sala por fin más caldeada.
Saltaron al escenario uniformados y de punta en blanco haciendo honor a una impoluta estética Glam. Cargados de energía, pero mucho más comedidos que la última vez que los vi, aunque perfectamente acorde con la elección valiente de comenzar la primera parte del concierto con el nuevo disco que vienen presentando.
Mi sorpresa fue cuando vi que, efectivamente, toda esa primera parte constaría del primer disco en riguroso orden hasta el décimo tema. Una elección muy osada, eso sin duda marcó la actividad y el entusiasmo de los asistentes que durante la primera parte no estuvieron muy animados.
Todavía no había llegado la fiesta que se desencadena entre la gente cuando los ingleses se ponen serios. Ellos sonaban muy bien, siempre han sido un cañón en directo, empastan a la perfección y arrasan con todo.
Justin Hawkins simplemente se mantuvo impecable vocalmente toda la noche. Está claro que su show de blanco impoluto fue hasta el momento, eso: impoluto. Cerrando esta parte con una versión acústica de “We Are the Guitar Men” donde el vocalista en el centro del escenario, solo, se encargó de bajar las revoluciones y enternecer a los asistentes antes de que todos se fueran unos cinco minutos para cambiarse de atuendo y comenzar con la segunda parte del concierto.
Frankie Poullain apareció en escena con un nuevo vestuario más oscuro, armado con un cencerro para abrir está segunda parte dirigiendo las palmas del público al tempo del primer tema “One Way Ticket” donde todos aparecieron vestidos de negro, más informales y gamberros.
“Barbarian” desató la locura entre los asistentes, pudiendo ver ver a toda la pista saltar, bailar y cantar; algunos asistentes incluso intentaban cantar los clásicos agudos de la canción. “Growing On Me” fue uno de los clásicos elegidos de su primer disco “Permission To Land” y pudimos escuchar como los cantos entre público no hacían más que crecer.
El siguiente tema fue “Japanese Prisioner Of Love” para mantener el ritmo ascendente de entusiasmo en el público antes de ponernos tiernos con el hit “Love Is Only a Feeling”, coreado en toda la sala. “Solid Gold” y “Giving Up” fueron los elegidos para volver a levantar a la gente. No pudo faltar la versión de Radiohead “Street Spirit (Fade Out)”.
Comenzaba “Get Your Hands Off My Woman” y debe ser que para Justin la dificultad vocal del tema no es excusa para no ponerse a hacer el pino en el podio del batería y dar palmas con los pies.
Los artistas nos dejaron y volvieron a escena en lo que pareció un tiempo excesivo para una pausa antes de los bises. Con nuevo cambio de vestuario nos deleitaron con “Black Shuck” y la imperdonable “I Believe In A Thing Called Love” para terminar la noche.
En definitiva, un concierto técnicamente brutal, elegante y coherente con la etapa y la esencia de cada trabajo. Pero para mi gusto faltó un poco más el componente que me hizo engancharme a THE DARKNESS, esa locura magnética y divertida con la que tengo tan asociado al grupo. Aun así, son todo un espectáculo que estoy deseando ver en algún festival este verano.
Más información sobre THE DARKNESS en su página de Facebook.
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