THE POODLES - Devil In The Details

La historia de THE POODLES tiene un antes y un después con la marcha de su guitarrista original Pontus Norgren a HAMMERFALL. La prometedora banda de Hard Rock ochentero, melódico en esencia y resultado, que llegó a pujar por representar a Suecia en Eurovisión (en plena eclosión de dureza en el concurso europeo) y acompañó a su equipo en los Juegos Olímpico de Pekín 2008, heredera de EUROPE y TALISMAN a partes iguales, cambió de tercio hacia la densidad y la dureza en “Clash Of The Elements” y desde entonces no ha llegado a retomar sus tiempos de gloria del todo. “Devil In The Details” parece ser el primero en demostrar un cierto cambio en esta línea. Pero faltan himnos y una producción algo más definida.

Nuevamente las guitarras suenan densas y oscuras y salvo los estribillos de Jakob Samuel, el trabajo discurre por la línea metálica y no tan Hard Rock de sus inicios. Siguen los ecos de TALISMAN, de TNT, de VAN HALEN, algo de BON JOVI… y al mismo tiempo han querido darle un toque moderno a la producción, en una onda que no me termina de convencer a lo 30 SECONDS TO MARS por ejemplo en “The Greatest” y “Creator And Breaker” o a MUSE en “Stop”. Pero también hay cortes prometedores, donde los teclados y las guitarras tienen un aura más melódica, como es el caso de la sincopada “Crack In The Wall”, con un gran estribillo y aire moderno pero bien conseguido, o la puramente BON JOVI de los noventa “Life Without You”.


 

Algún guiño a LED ZEPPELIN con la enésima reproducción del riff de “Kashmir” en “Need To Believe” y al final que destaquen realmente sólo quedan un par de cortes para mi gusto, “House Of Cards” con un aire muy Sleazy y “Borderline”, que cierra el disco de forma melódica y pegadiza, dejando a un lado la potente y sinfónica “Before I Die” con la que abren el plástico y que recuerda mucho a TNT. En medio además la modernidad en forma de sonidos electrónicos hace aparición en dos cortes que destacan por este hecho, aunque no por una estructura que se quede grabada, “Baby” y “Everything”. Al menos ponen un toque distinto y aunque denso, no es tan oscuro como en el resto. Con esta somera descripción de los cortes, si tuviese que definir con una sola palabra este trabajo, sería “irregular”.

Se nota que THE POODLES quiere despegar y evolucionar, salirse de ese aura densa y más metálica de sus últimos trabajos, pero por alguna extraña razón no quieren volver a la alegría de sus inicios, o por lo menos no por el mismo camino que por aquel entonces, y optan por un camino actualizado que sin embargo resta brillo a unas composiciones que sueltan buenas ideas, pero no las llegan a redondear del todo. Es cierto que con las escuchas “Devil In The Details” mejora, perdura más, pero no termina de enganchar y no creo que pase la prueba del tiempo más allá de los meses de espera hacia un nuevo trabajo.


Si eres seguidor de la banda y te gustan los últimos trabajos, “Devil In The Details” no te decepcionará en términos generales, pero tampoco te dirá nada que no sepas. Si buscas una vuelta a sus mejores tiempos, este disco no es el vehículo adecuado para ello. Se deja escuchar y tiene inspiración, pero le falta redondearse y madurarse del todo.

 

Raúl Ureña

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