VALLENFYRE - A Fragile King

VALLENFYRE A Fragile King

Caer nos enseña a levantarnos. Las piedras en el camino has de verlas como señales para construir algo nuevo, más sólido, para mejorar. El último año no fue sencillo, en lo personal, para Gregor Mackintosh. Tuvo que lidiar con la enfermedad y muerte de su padre, hecho que incluso llevó al guitarrista a perderse unos cuantos conciertos de PARADISE LOST. Sin embargo, esta desgracia le sirvió para echar la vista atrás, desempolvar viejos vinilos y redescubrir su pasión primigenia por el Thrash, Death y Crust. Uno cosa llevó a la otra, y comenzó a componer canciones que, lógicamente, nada pegaban con su banda principal, para este que escribe, una de las mayores decepciones en su evolución - involución desde el seminal “Icon”. No es un artículo dedicado a PARADISE LOST pero, dado que uno de sus componentes principales es el impulsor de VALLENFYRE, solo comentar que imagino que Gregor estará con las manos atadas teniendo a un cantante absolutamente incapacitado para recrear sus temas clásicos en directo y, lo que es peor, intentando en sus últimos álbumes rememorar glorias pasadas pero sin, en mi opinión, ni tan siquiera la décima parte de inspiración. Y, a lo mejor, de esas restricciones nace VALLENFYRE.

Por ello, no tenía ninguna esperanza en “A Fragile King”, si bien el proyecto resultaba atractivo a priori. Se anunciaba un estilo amalgama del old school del Metal cañero de los ochenta, y para ello, Mackintonsh se hace acompañar de dos tipos desconocidos (Scott y Mully) y otro par de nombres familiares para todos como su actual compañero Adrian Erlandsson a la batería y el fantástico guitarrista de MY DYING BRIDE, Hamish Glencross. Lo más sorprendente es que el propio Gregor toma las riendas vocales y, la verdad, ha hecho un trabajo excelente. Ya podría aprender su compinche Nick Holmes… “A Fragile King” es un disco elaborado desde el dolor y se nota. Hace dos décadas nuestro protagonista era un maestro en la creación de riffs lentos y torturados, acompañados de melodías muy personales. Y es que es en ese apartado, en el de las melodías, donde VALLENFYRE recuerda a los antiguos y geniales PARADISE LOST. Escuchad, por ejemplo, “Seeds”. Podría haber encajado, perfectamente, en “Gothic” o “Shades Of God”.

Pero “A Fragile King” es mucho más. Su potencial, a la postre, deriva en un pequeño talón de Aquiles. En el plano positivo, casi todo. Gregor coge los grupos que le gustaban cuando era adolescente, los introduce en una coctelera y de ahí emergen once composiciones brillantes. En un extremo poned a AUTOPSY y en el otro a CELTIC FROST. Entre medias, guiños a AMEBIX, a los OBITUARY o BOLT THROWER más lentos o, incluso, a MY DYING BRIDE, todo ello en un aura lenta y oscura propia de ASPHYX. ¿El resultado? Bipolar, no en calidad sino en estilo.


Los cortes más densos suenan completamente británicos. Desde la inicial “All Will Suffer” hasta la despedida con “The Grim Irony”, pasando por la mencionada “Seeds”, el aroma inglés de un otoño lluvioso y triste en la campiña está presente en cada nota, en cada frase. En el plano contrario, cuando VALLENFYRE acelera brota un efluvio revelador: ENTOMBED. ¿Por qué? Porque las influencias de los suecos son exactamente las mencionadas al principio. Si practicas una música con un tempo clavado al de Lars Goran Pretov y compañía, con ese aire añejo, no hace falta oír más de diez segundos de “The Divine Have Fled”, “Humanity Wept” o “As The World Collapses” para darnos cuenta que estos temas son una suerte de “Clandestine” de los de Estocolmo, con una producción menos limpia.

Solo en un puñado de cortes existe fusión de tempos y estilos, como en “Desecration”, con un riff matador que comanda la canción por distintos pasajes rítmicos y lentos, “Cathedrals Of Dead”, esencialmente Doom pero con una partida rápida en el notable solo, o “My Black Siberia” con una guitarra muy característica y una melodía propia del “Gothic”. Personalmente, esta mezcla es la que dota cierta personalidad a VALLENFYRE, si bien el conjunto del álbum es impecable desde el plano compositivo. Además, se nota que la labor instrumental está calculada porque el resto de componentes funcionan como una máquina precisa al servicio de un Gregor sobresaliente en la guitarra y la voz. ¿Que hubiera sido deseable una mayor originalidad? Creo que no, pero sí, como decía, que no quede esa sensación de que, por impecable que sea “A Fragile King”, estamos ante un cúmulo de temas sueltos no ante un disco completo.

No obstante, esta idea puede haber surgido en mí pero no en otros oyentes y considero que no debe desmerecer un trabajo que lo tiene prácticamente todo para agradar a los amantes del Death Metal antiguo con tendencias Doom que no piensen que VALLENFYRE no tienen vigencia porque esto se había hecho hace dos décadas cientos de veces., con menos medios pero más espontaneidad. Esta conclusión me parecería injusta porque lo importante es que, para mí, Gregor Mackintosh ha vuelto a demostrar su talento casi veinte años después de “Icon”, cuando algunos pensábamos que todo estaba perdido para este excepcional guitarrista. Ya ha anunciado varios shows en festivales y ojalá que el proyecto tenga continuidad porque “A Fragile King” fue una de las sorpresas agradables que nos dejó el Metal a finales de 2011.


 

Marco-Antonio Romero

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