Crítica de VREID - Lifehunger

Vreid Lifehunger

VREID sigue siendo uno de los nombres respetados de Noruega en cuanto al Black Metal de nuevo cuño (en cuanto a edad más que como estilo divergente) y "Lifehunger" refrenda esas opiniones gracias a su calidad. La verdad es que esta introducción guarda dos medias verdades, o dos medias mentiras, según se quiera ver: ni es una banda realmente joven, ni practica un Black Metal noruego puro y duro.

Nacido de los rescoldos de WINDIR y del añorado Valfar (por lo tanto, podría decirse que estamos ante unos veteranos) VREID ha apostado desde 2004 por mezclar el Black Metal tradicional con otras sonoridades, en ocasiones más melódicas (acercándoles a DISSECTION y similares por momentos) con elementos de Rock puro y duro que podrían aproximarles a los SATYRICON menos ortodoxos.


Diversas influencias en "Lifehunger"

Estas influencias transversales afloran en canciones como la tercera pista, "Hello Darkness", cantada con voces limpias, que puede recordar claramente a YEAR OF THE GOAT o unos IN SOLITUDE pasados de opio. Esas sensaciones llegan incluso antes, porque "Lifehunger" empieza con una intro acústica de cierto sabor a western titulada “Flowers & Blood”, y “One Hundred Years” tampoco es que sea una pieza de Black Metal estándar.

Siendo eso lo primero que te topas, crees que vas a escuchar un disco muy separado del Metal Extremo, pero nada más lejos de la realidad, porque VREID sabe ser, cuando lo pretende, aún más clásico en su apuesta por el Black Metal que lo que WINDIR fue. Es extraño, pero es así: a pesar de tener elementos difícilmente encasillables en el estilo, los de Sogndal caben en ese perfil.


 

Lo cierto es que hacen falta canciones como “The Dead White”, “Black Rites In The Black Nights” o “Sokrates Must Die” para dejar claro que su lado extremo es también la apuesta de VREID. “Lifehunger”, pieza que da título al álbum, también está imbuida por ese espíritu clásico, con riffs y blast beats de puro Black.

Lo que me resulta difícil de comprender es como dentro de un grupo puede haber líneas de trabajo tan, aparentemente, diferentes. Y ahí sigue el grupo, sin parar después de catorce años, dando estupendos conciertos, y encima sin abandonar por completo la senda de lo que una vez fue WINDIR, pues en algunas melodías y construcciones subyace aún esa magia y encanto especial que tuvieron aquellos inolvidables trabajos: “Heimatt” es un claro ejemplo.

VREID es una rareza que vive entre el purismo del Black Metal y las influencias del Rock y del Heavy

El tono general del disco es uniforme, con calidad en todas las piezas. Las composiciones, junto a un sonido equilibrado sin sobreproducción, hacen de "Lifehunger" un trabajo a la altura de lo exigible. No es una tormenta sónica de frío Black Metal, no es un trabajo atmosférico, no es lo que se entendería como algo puro ni académico… pero es un Black que está bien hecho. VREID ha trabajado otra vez con buen gusto y ha parido un disco que, a pesar de las adoptar cosas externas a la esfera del Black Metal, sigue representando al estilo con fidelidad, clase, y sabiendo variar sin necesidad de llegar al esperpento.



 

Discográfica: Season of Mist

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Reseña
Nota
8
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Empecé a escuchar Heavy Metal en 1995 y con el paso de los años fui ampliando el espectro ahondado en el Metal Extremo, pero nunca olvidando esas raíces. Llegado el momento, sentí que aquello no era suficiente, empezando a involucrarme más en la escena con el periodismo musical desde 2005.
vreid-lifehunger-criticaVREID sigue influenciándose por elementos ajenos al Black Metal, pero con suficiente atino para no desviar su vista del camino más de lo necesario. “Lifehunger” cumple las expectativas y demuestra que el grupo merece el respeto que aún transmite su nombre.

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