WARBRINGER - IV: Empires Collapse

No tengo nada en contra de WARBRINGER. Me gustó en su día su debut, “War Without End”, que supongo que ha quedado como uno de los referentes de la explosión retro Thrash que condujo a la saturación del último lustro. Y aunque no me entusiasmó ni mucho menos su continuación, “Walking Into Nightmares”, sí me resultó más satisfactorio “Worlds Torn Asunder”, hasta ahora su último disco. Sé que este grupo californiano lleva una década girando sin parar y demostrando su adscripción sincera al credo metálico. Y eso obviamente lo respeto. Y sé que hablo de buenos músicos, desde luego el batería Carlos Cruz o los guitarristas, John Laux y el recién llegado Jeff Potts, aterrizado junto al también nuevo bajista Ben Mottsman desde un grupo muy interesante pero sin embargo ya extinto: MANTIC RITUAL.

Así que nada que objetar sobre el papel. Y sin embargo no me ha convencido nada de este “IV: Empires Collapse”. Nada de nada, como si mi conexión con el grupo hubiera desaparecido de repente. Comunicación interrumpida, imposible restablecer contacto. E incluyo un artwork con logo insulso y una portada que no parece sentirse cómoda con el contenido musical al que pone cara. Y recuerdo que esta es la forma de sustituir a dos trabajos ilustrados por un mito como Dan Seagrave, inconmensurable en el anterior “Worlds Torn Asunder”. E incluyo también, y esto es más grave, una producción que pretende sonar old school y cruda pero que acaba ayudando muy poco a unas composiciones que no están como para renunciar a ninguna ayuda, provenga de donde provenga. Los músicos están impecables en su interpretación aunque John Kevill, que nunca ha sido el mejor cantante sobre la faz de la tierra, no tiene un registro que sirva para salirse mucho del molde del Thrash más convencional. Parece como si su estilo vocal no se hubiera enterado, o no quisiera enterarse, de los no dramáticos pero sí evidentes cambios que va experimentando el estilo del grupo.


Porque WARBRINGER se mueve en lo estilístico. Y si eso tampoco es a priori demasiado criticable sí me hace preguntarme cómo puede ser que un grupo transmita una sensación tan transparente de estar a la búsqueda de un sonido definitivo después de cuatro discos. Antaño, recuerdo, esos cuatro primeros discos solían ser lo mejor y lo más coherente y seminal que grababa casi cualquier grupo. El caso es que WARBRINGER no pretende dejar de ser una banda de Thrash Metal pero sí expandirse. Aparecen trazos del Metal Extremo más pretérito, Death e incluso Black Metal. Aparece algo más de Metal Clásico y añejo pero también algún riff más moderno y hasta algún intento de sorpresa, ya sea el Punk reciclado de “One Dimension” o el guiño de la base rítmica de “The Turning Of The Gears” a MINISTRY.

Desde luego en este disco hay cosas y desde luego, y otra vez, sobre el papel todo podría funcionar de maravilla. Pero no lo hace. No al menos para mí. Y me da la sensación de que WARBRINGER va definitivamente camino de ser uno de esos grupos que son buenos en unas cuantas cosas pero que no están entre los mejores en nada. En las partes más añejas y frenéticas se queda lejos de lo que sí consigue recrear TOXIC HOLOCAUST. En las más groovies resulta menos eléctrico que lo que sí hace de maravilla HAVOK. Si pretende meter riffs melódicos y Heavy Metal desenfadado en la fórmula, al estilo de “Iron City”, no lo hace tan bien como STRIKER. Y esa cadencia más Doom de “Leviathan” no funciona de la forma en la que ese tipo de estructura con sus crescendos súper metálicos siempre le ha funcionado a OVERKILL.

Así que, entre unas cosas y otras, este es un disco que no consigue atrapar mi atención. Casi todas las canciones tienen buenos momentos, partes que invitan al headbanging y buenas descargas metálicas. Pero muy pocas son rotundas y aguantan unas cuantas escuchas. Casi ninguna te pide que vuelvas a ella y me molesta que en el mundo del Thrash Metal este disco vaya a tener mucho más recorrido y predicamento que por ejemplo “Catalepsy”, esa maravilla que ha facturado TRALLERY desde Mallorca. Una lástima porque tenía a WARBRINGER en buena estima y porque cuando la cosa funciona, lo hace a buen nivel aunque sólo sea en el inicio con la muy auténtica “Horizon” y en el final con la muy energética “Towers Of The Serpent”. Muy poco más. Algunas canciones no están mal y cumplen a un nivel muy modesto, pero sobre todo en su tramo central este disco se hace aburrido, intrascendente y muy poco inspirado.


Claro que también podría ser que yo esté equivocado o que simplemente no haya conectado con “Empires Collapse”. Quizá dentro de dos años esté escuchando este disco y pensando en cómo pude ser tan crítico del mismo modo en el que en otros casos el tiempo te demuestra que fuiste demasiado benévolo. Sinceramente no lo creo y pienso que este es un disco con un alto riesgo de acabar criando polvo en muchas estanterías, sin provocar críticas exaltadas pero sin volver nunca al equipo de sonido. Yo personalmente le pido a la música algo más que poder escucharla en el coche sin que me moleste y mientras pienso en otra cosa. No tengo ni idea de que vendrá a continuación en el futuro de WARBRINGER y lo peor es que “IV: Empires Collapse” me ha dejado con muy pocas ganas de averiguarlo.

Juanma Rubio

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí