-(16)- Deep Cuts From Black Clouds

Popularmente el Sludge Metal en general tiene denominación de origen de Nueva Orleans (de donde son EYEHATEGOD y del Este de los Estados Unidos en general de donde son WEEDEATER y BUZZOVEN)  donde los pantanos abundan y es más factible sentir ese odio agrio y esa misantropía que da combustible a estas bandas. Pero la hedonista Costa Oeste también tiene lo suyo, y liderando esa angustia brutal que es el estilo mencionado, está la banda de Los Ángeles, -(16)-. Tras unos titubeantes comienzos (hace casi dos décadas) llenos de cambios de formación y evolución sónica, vuelven a la carga con casi la formación original, dispuestos a demostrar la mala leche que se mueve por California.

Todavía conservando esa abrasión noiserockera (como ejemplo los interludios de "Ants In The Bloodstream") de bandas del sello Amphetamine Reptile como THE JESUS LIZARD, UNSANE o HELMET con la que se mostraron al mundo en sus inicios y que les distingue de sus coetáneos de la Costa Este, y monolíticos como pocos, los angelinos abren el disco con una declaración de intenciones: “What Went Wrong, The Sky Turned Grey” en el tema "Theme From Pillpopper" y de ahí todo un despliegue de acidez, acritud, odio inveterado por la estupidez humana y riffs a mansalva.

Así se mezcla todo ese mal café, que se concentra en las letras del frontman Cris Jerue (adicciones, relaciones fatales y odio por el mundo), se combina con riffs muy conseguidos y corrosivos cortesía de Bobby Ferry y se cocina en la sísmica e imparable base rítmica Mateo Pinkerton y Tony Baumeister. De ahí sale este "Deep Cuts From Dark Clouds", una demostración de cómo expresarse de la manera más violenta y ruidosa. Así el disco está poblado de guitarras afinadas en tonos muy graves pero igual de abrasivos, algo alejados del Doom más ominoso (del que otras bandas Sludge beben sin problema), aunque las atmósferas de comienzos como los de "Ants In My Bloodstream" recuerdan que las miserias que tan bien representa el estilo mencionado no les son ajenas.


También es cierto que el continuo dinamismo aleja los espectros de la monotonía de una manera constante con esos ritmos vibrantes como los de "Broom Pusher" u "Opium Hook", o las tensiones sónicas a lo PRONG de "Bowels Of A Baby Killer" (ahí es nada el título). Pero sigue siendo un reto penetrar un disco tan sumamente opaco y aunque para los no iniciados podría ser casi imposible, se trata de una de las mejores bandas con las que entrar en este mundo de desesperación, misantropía, odio y gordura ruidosa. Y es que han pasado 20 años y -(16)- sigue con ganas de soltar bilis a través de los amplificadores y de demostrar que sigue siendo aspirante al trono del Sludge Metal por derecho propio. Es todo un placer que bandas como estas tan difíciles de escuchar pero que luego se disfrutan desde tantos ángulos sigan al pie del cañón. Sin ir más lejos llegando al final del disco nos encontramos con "Beyond Fixable" el tema más coreable y adictivo del disco, que sin duda dará que hablar y mucho cuando salgan de gira. Larga vida a -(16)-.

 

Pedro Blackearth

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