Expandiendo la doble colección de su etapa primera y primitiva “The Early Years”, este “The Old Testament” es el último lanzamiento supervisado por el líder de ANAL CUNT, Seth Putnam, antes de su fallecimiento. Tras más de 20 años liderando (con coma cerebral incluido en 2004) la banda, esta es su última declaración de intenciones, antes de su muerte no del todo sorpresiva.
Básicamente la intención de esta recopilación es envolver los inicios de la brutalidad sónica que fue la prehistoria de ANAL CUNT, a través de casi más de dos horas de la, a veces ofensiva, a veces equivocada y casi siempre única, música de sus comienzos. Una época en la que componer canciones con coherencia era la última cosa que tenía en mente y en la que el Grindcore de NAPALM DEATH era easy listening en comparación. Por ello, el hecho de grabar canciones encima de canciones, o sonar como una apisonadora con el motor estropeado, es como sonar como un homenaje irónico al Grindcore que como una propuesta seria, al estilo de bromistas inmortales como LAWNMOWER DETH.
Por ello, siendo esta una colección de canciones de una época en la que el Noise era un elemento más importante en la mente de Putnam y Morse (el otro psicópata ‘culpable’ de esta atrocidad) que el hecho de componer temas con lógica alguna, la escucha está recomendada para fans del ruido más aberrante, de la arqueología del Grind o simplemente gente que disfruta con el lema de NAPALM DEATH: “Noise for Noise’s Sake”. Brutalidades como “88 Song E.P.” que suenan como 88 disparos como un fusil de clavos en la cabeza del oyente o cualquiera de las barrabasadas en directo que pueblan este lanzamiento (digno de imaginarse el público de esas primerizas actuaciones) en las que básicamente la audiencia es cercenada instrumental y vocalmente sin sentido ni continuidad aparente, son parte íntegra de este lanzamiento al que es difícil valorar objetivamente.
Para fans de viajar hasta las profundidades insondables de los géneros musicales más aberrantes, amigos del ruido sin parangón o seguidores acérrimos de Putnam y Co., este lanzamiento es o muy selecto o imposible de seleccionar. Como testamento a su sentido del humor negro como el carbón, está la versión de “Riverbottom Nightmare Band”, la canción central de la banda enemiga del especial de Jim Henson “Emmett Otter's Jugband Christmas”. Muy inspirada y malévola y quizá lo más discernible y genial del disco.
Pedro Blackearth
