ANGELUS APATRIDA - The Call

Angelus Apatrida - The Call

Personalmente, me hallaba algo escéptico ante lo que me iba a encontrar en el nuevo lanzamiento de ANGELUS APATRIDA. Y no porque el grupo no tenga capacidad para sacarse un buen disco de la manga a estas alturas, que la tiene y lo ha demostrado por triple partida con sus anteriores obras, sino porque el cuarto disco de una banda de Thrash Metal es un momento álgido y delicado para un grupo, como bien demuestra la historia del género, y es que son muchas las clásicas y reconocidas formaciones que en dicho instante de su carrera musical han mostrado síntomas de flaqueza o de agotamiento en lo que al aspecto compositivo y creativo se refiere. A esto le había sumado mentalmente la posibilidad de que cierto éxito cosechado por parte de la formación manchega les hubiese llevado a acomodarse y a editar simplemente un disco más dentro de su, hasta ahora, imparable trayectoria.

Craso error el mío. ANGELUS APATRIDA con “The Call” no solo ha editado su trabajo más riguroso, maduro, completo y exultante a nivel compositivo, sino que ha descrito con creces a través de todas y cada una de las canciones que pueblan el álbum la razón de porqué está dónde está, varios peldaños por encima de sus colegas de profesión a nivel estatal.

El Thrash Metal es un género que cuenta con numerosas herramientas y cada grupo se desenvuelve en el mismo usando las que puede y tiene a su alcance. Además, como estilo musical, lo bueno que tiene es que todas esas armas valen por igual. Por ejemplo, algunas bandas son mediocres y torpes en lo que concierne a su aspecto técnico y tiran de velocidad descontrolada para poder llevar a cabo un ejercicio de violencia sonora que muchas veces, eso sí, suele funcionar y resultar efectivo. Otras formaciones tienen una disciplina distinta; cuentan con una mayor amalgama de recursos, juegan con las escalas, los cambios de ritmo y en general demuestran un mayor potencial a la hora de crear. Y por último, están las bandas como ANGELUS APATRIDA, que con discos como este demuestran ver todo esto con la perspectiva y minuciosidad de un matemático; esto es, valorando de un modo milimétrico y bien estudiado cada riff, cada punteo, cada estrofa y, en definitiva, cada elemento que interviene en la composición de una canción.


En lo referente a lo meramente musical, este disco recopila todo lo que ya habíamos escuchado en sus tres anteriores lanzamientos, si bien recupera parte del espíritu del primer disco, sobre todo en lo que a la melodía vocal respecta, aunque la producción de este compacto es muy nítida en comparación con la que ofrecía aquel primer trabajo. Guillermo siempre me ha parecido como una especie de “Mustaine cabreado” debido a su timbre levemente nasal pero a su vez dotado de más grosor y agresividad en comparación con el del rubio americano.

Si en las dos anteriores obras el grupo había optado por modernizar levemente sus composiciones, añadirle algo de groove a los temas y afrontarlos con una voz más grave, gritona y contundente, en esta ocasión, los albaceteños vuelven a apostar un poco más por el Thrash de estribillo más clásico y pegadizo donde, en ocasiones, Guillermo vuelve a usar una voz aguda y heavy para dotar a las canciones de un matiz más tradicional en el género, lo cual, a mi parecer, es un dato positivo.

Poco se le puede criticar a un disco que ha deambulado por mis oídos como Pedro por su casa; con soltura y naturalidad, mediante diez piezas que si realmente fueran veinte del mismo calibre no pasaría absolutamente nada. Mención especial para la pedazo de versión que se han marcado del “Hell Patrol” de JUDAS PRIEST, demostrando que también aciertan con las covers.


Algunos temas a destacar: “Rising”, una canción que fácilmente podría haber entrado en el primer disco de los albaceteños, teniendo en su haber un estribillo con una melodía heavy y pegadiza que deja entrever las influencias de formaciones como IRON MAIDEN. A su vez, “Blood On The Snow” también brilla, siendo una canción más bélica y explosiva que la anteriormente citada, en la que sobresale el atronador doble bombo y el estribillo, en el cual hay cierto regustillo a MEGADETH.

Por su parte, “Fresh Pleasure” aporta la versión más ruda y hardcoreta del grupo, con unas guitarras rítmicas sencillas, punkies y directas, y unas estrofas vocales en las que Guillermo comparte labor con Hugo Adrade de SWITCHTENSE, hecho que le da al tema mucho dinamismo y le pone el cartel de ser carne de pogos en los conciertos.

Finalmente, "Reborn” es una de las piezas más soberbias y atrevidas que se hayan sacado de la manga estos cuatro chavales desde que cogieran un instrumento por vez primera. Casi ocho minutos de puro feeling. El tema en sí es de los que tiene un acabado más moderno, con bastante groove, y ofrece un brutal estribillo que te absorbe desde que entra en escena. A mitad de la canción hay un fragmento melódico donde el cuarteto baja la intensidad para volver a llevarnos al éxtasis mediante un excelente solo de guitarra, cuajando de este modo una pieza que hará las delicias de los seguidores de los últimos MACHINE HEAD.

“The Call” es un disco trabajado, preciso hasta decir basta, dinámico, frenético y representativo de la tetralogía de álbumes que a día de hoy conforman la historia de ANGELUS APATRIDA. Ahora sí que se han puesto listón bien alto. Veremos si en el futuro pueden volver a superarse.


 

Jorge Osoro

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