Desde un oscuro lado de la realidad, como al otro lado del espejo, llega a nuestras manos el nuevo disco de ARKONA, “Yav”. Un álbum que, como bien ilustra su portada, nos muestra un reverso tenebroso. Un envés oculto que la apacible naturaleza (también la humana) posee, con una hermosa doncella reflejada en un lago en cuyas aguas podemos ver que nada es lo que parece.
Así, y aún a riesgo de parecer una sombría introducción se nos revelan los rusos en este nuevo disco de estudio (después de su último trabajo “Slovo” en 2011 y varias compilaciones que vieron la luz entre 2012 y 2013) el cual está formado por nueve largas canciones, algunas de ellas de casi quince minutos de duración, en las que volvemos a encontrar la fuerza de ARKONA, sus melodías y su Viking Metal, aunque también un menor grado de Folk y algo más de profundidad y tristeza , pero sobre todo mucha menos “polka” y espíritu festivo de lo que nos tenían acostumbrados , elementos que casi brillan por su ausencia.
Con una excesivamente solemne “Zarozhdenie” los rusos nos sumergen en una ceremonia chamánica llena de sintetizadores y elementos ambientales en una canción muy cambiante, con (casi me atrevería a decir) ciertos cortes progresivos en cuanto a ritmos y esquemas que nos llevan de la mano a una agresiva “Na Strazhe Novyh Let” con claras influencias de puro Black Metal sobre todo en su percusión, un aspecto que se repite bastante en el plástico combinado con instrumentación folk que sirven de trasfondo a una agónica voz de Masha, la cual parece flotar sobre tradicionales sonidos de flautas. Lo mismo viene ocurriendo con otro tema mágico del disco, “Serbia”, un corte cuyo principio se nos antoja bastante emotivo pero que posee un gancho especial. Una canción que también cuenta con cierto grado de solemnidad, sobre todo por los coros de fondo durante gran parte del tema en el cual Masha canta con una mezcla de voz limpia y ruda, con melodías de flauta tradicional irlandesa y una percusión bastante densa.
Y es que ARKONA parece firmar en este “Yav” un plástico en el que los acordes y percusiones de influencias Black Metal son muy evidentes y resaltan bastante más que en otros de sus anteriores lanzamientos. Lo mismo ocurre con las atmósferas del álbum, densas, un poco lentas en ocasiones para lo que nos tienen acostumbrados, pesadas y mucho más siniestras. Algo que vemos en piezas como el atmosférico “Yav” o ”Zov Pustyh Dereven”, cuyo violín le da un toque mucho más sensible y emocionante al tema, como músculos y tendones que vibrasen sobre un reguero de sangre o el algo más pausado y folclórico "Gorod Snov", con mucho protagonismo de los sintetizadores, las flautas y un finísimo piano de fondo en algunas partes bastante progresivas y variables, algo que se ve bastante más claro en “Chado Indigo”.
Pero ARKONA no renuncia a la guerra y eso se muestra en temas como el potente “Ved'ma” y en la especialmente sombría y (muy blacker) “V ob'jat'jah kramoly”, mi favorita del álbum, un último corte en el que la voz de Masha adquiere ese tono crudo, siseante y aullador en un ambiente muy tétrico y extremadamente oscuro, como si del final de una funesta batalla se tratase. Una cruzada beligerante que ha sido siempre el estandarte de ARKONA, junto a la música, su frente de ofensiva. Sobre su táctica, pensábamos conocerla pero quizá (y sobre todo con este “Yev”) nos han sorprendido y han cambiado de estrategia.
Jessica Tornos -Ybes
