AT THE GATES - The Nightmare Of Being

At The Gates The Nightmare Of Being

"The Nightmare Of Being", el mejor disco de AT THE GATES en su segunda etapa

Hay algo en "The Nightmare Of Being" de AT THE GATES que succiona la energía. Que desconecta los sentidos, ablanda. Seguramente la antítesis (o quizás no tanto) del ya célebre “Slaughter Of The Soul”, aquella descarga básica de Deathrash Melódico que tanto influyó en la masificación del sonido de Goteborg y su evolución comercial y norteamericana, al Metalcore Melódico, la New Wave Of American Heavy Metal. Todo eso que a algunos nos pilló de refilón; ya mayores (como mínimo, de espíritu), poco receptivos.

Y a veces, sucede, nos giramos y culpamos al inspirador, en este caso AT THE GATES, aunque no tenga demasiada culpa de nada. "A mi no me miréis, echad la culpa a sus padres", dijo Mike Patton cuando le situaron como padrino del Nu Metal. Para bien o para mal, “Slaughter Of The Soul” fue un punto culminante, una gigantesca inflexión en la carrera de una banda que alcanzó estatus de leyenda, lo dejó y volvió. Y que desde ese regreso ha publicado tres discos.

No soy el mayor fan que pisa este mundo de los dos primeros, básicamente formas de AT THE GATES de enfrentarse a lo que se esperaba de ellos, o eso me pareció. Todavía más el primero, “At War With Reality” que el siguiente, el más atmosférico "To Drink From The Night Itself". Los considero discos de canciones: un puñado de temazos y mucho material por el que mataría casi cualquier banda de Melodeath pero que acababa estando por debajo del estándar de AT THE GATES. Una cierta sensación de piloto automático que se ha desvanecido en "The Nightmare Of Being". Y aquí quería llegar en una introducción que se me ha alargado: en mi opinión, este es el mejor disco de ATG en esta segunda etapa, y por lo tanto el mejor del grupo en más de un cuarto de siglo. Tempus fugit.


Conectando con los orígenes del grupo de Death Metal Melódico

Diría que, en gran parte, lo que vas a pensar de “The Nightmare Of Being” depende, y por eso todo lo anterior, de dónde te sitúes con respecto al meridiano que establece “Slaughter Of The Soul” en la trayectoria de AT THE GATES. Si estás hacia poniente, si lo consideras su gran obra y un pilar esencial de Metal moderno, es probable que este nuevo disco ni siquiera te guste tanto como “At War With Reality”, que imagino que te gustaría a pesar de sus (insisto) calorías vacías. Pero si eres de los que vas hacia el nacimiento, hacia el embrión de lo que significó el primer sonido AT THE GATES, es muy probable que captes la longitud de onda, la llamada casi atávica de un trabajo de terciopelo oscuro, que retumba en un sumidero de aguas extrañamente nerviosas. Y esa es la gran paradoja, la razón de ser definitiva de este disco y el motivo por el que me gusta más que sus predecesores: su espíritu de movimiento perpetuo y su deseo de derribar un par de puertas conectan con la esencia de lo que AT THE GATES quiso ser en sus primeros años de vida. La ruta para volver al núcleo era la expansión, no encerrarse en el sótano. El Melodeath, la matriz del sonido Goteborg, es sin duda la madre naturaleza de “The Nightmare Of Being”, el ecosistema primordial. Pero hay mucho más. El Melodeath es punto de partido, no de llegada. Y por eso este disco es más rico, más inspirado, menos convencional y más personal. Mejor. Creo.

"The Nighmare Of Being" es una oda al pesimismo

“The Nigthmare Of Being”, y advierto porque no es difícil leer lo contrario en la red, no es una revolución, una transformación radical o un nuevo paradigma. Hay una base lo suficientemente clásica, previsible en AT THE GATES, y un espíritu aventurero que conecta, por la esencia, con los años heroicos del seminal “The Red In The Sky Is Ours”, un disco muy importante en la historia del Metal Extremo europeo. Sí: más importante que “Slaughter Of The Soul”. Y la clave en esta afirmación no está en lo de Metal sino en lo de Extremo.


Para profundizar en esa ola de oscuridad y decaimiento que arrolla, que roba la energía (vuelvo al principio) y atrapa entre muros opacos, conviene entender hacia dónde quiere ir un grupo siempre rico en sus conceptos creativos. “To Drink From The Night Itself” se apoyaba en la poderosa “La Estética de la Resistencia” de Peter Weiss y exprimía las tensiones del conflicto en una lucha eterna en la que resistir rara vez conduce a ganar. Era un disco en el que la creación artística en sí misma se sentaba en el diván del psiquiatra. Ahora el punto de partido es Thomas Ligotti y su terror filosófico, su forma de contar el pesimismo y el nihilismo, su manera de envarar sus relatos en tragedias existenciales y lovecraftianas. Y, como eje, esa obra de tremendo calado que es "La Conspiración Contra la Especie Humana", básicamente su tratado de filosofía pesimista y una revisión del pensamiento que va de Schopenhauer a Nietzsche o Mainländer detrás de las cortinas cósmicas del horror de Lovecraft. El jugo de todo eso, un zumo malsano y doloroso, recorre las venas de “The Nightmare Of Being”. Si te atrapa y te desarma, si te roba el ánimo y te acerca a un extraño estado de coma emocional, es que ha cumplido con su objetivo. Ni más ni menos.

Yendo a una base más mundana, más tangible, la producción también me parece superior a la de los discos anteriores; y las composiciones son de notable alto, con algún sobresaliente y muy poco relleno (lo que propone “The Abstract Enthroned”, por ejemplo, lo hace mejor DARK TRANQUILLITY). Este disco es brillante, accesible pero con suficientes nudos por desenmarañar. No es perfecto ni una escucha esencial, pero es importante en el universo AT THE GATES. El coqueteo orquestal no es del gusto de todo el mundo, unas cuantas canciones terminan de forma abrupta, con una extraña sensación de desconexión, y no soy un gran admirados del estilo vocal del Tomas Lindberg (una institución, es obvio) de los últimos años. A veces le pediría más variedad de registros; otras, sencillamente, más veneno: más fuerza.

Pero lo cierto es que, finalmente, este es un disco sincero, emocional, con la suficiente carga dramática y momentos muy poderosos. Un trabajo de categoría que coge la autopista del Melodeath y recorre su ruta permitiéndose desvíos ligeros (Thrash, Metal Clásico, Doom, Gothic…) o tan inesperados como en, sobre todo, “Garden Of Cyrus” y “Cosmic Pessimism”. La primera es una construcción casi instrumental (Lindberg aparece en clave baja en el tramo final) con esencia Prog Rock setentero, recuerdos a KING CRIMSON y un saxofón que sorprende… y funciona. La segunda serpentea entre texturas góticas y un galope Krautrock. Ahí están los AT THE GATES más separados de la ortodoxia, más dispuestos a todo. El resto de variantes del disco se mueven con libertad y elasticidad, pero sin separarse demasiado del arquetipo.


Y ahí, en un terreno de sobra conocido aunque con riffs más atrevidos y una clara inclinación atmosférica, brilla un lote de canciones estupendas. Más clásicas (muy Goteborg), a veces más extremas y otras con más elementos del Thrash de THE HAUNTED. El impacto energético de "Expectre Of Extinction", el carisma amargo de “The Nightmare Of Being”, el regusto ominoso de “Cult Of Salvation”, los ecos maidenianos de “Touched By The White Hands Of Death” y la épica poderosa de "The Paradox" (con armonías de guitarra 100% AT THE GATES) y “The Fall Of Time”, una composición de espíritu cinemático, que aceptaría una carga orquestal todavía mayor de la que ya incorpora. En su segundo disco sin el cerebro de Anders Björler al mando, ATG rasca con convicción las paredes de su propia esencia, regresa al nido mientras vuela en círculos sobre su propio legado. Y convence.

Ausencia de luz

Ligotti escribió que la no existencia no daña a nadie mientras que la existencia daña a todos. Es el corazón de esa filosofía terca y negativa que impregna su obra y que AT THE GATES ha intentado convertir en música en “The Nightmare Of Being”. Y, en gran medida, lo ha conseguido. Por eso este disco llega a donde quiere llegar, impacta donde quiere impactar y acaba imponiendo su espíritu, su ausencia de luz, incluso sus contradicciones. Y yo, aunque no termino plenamente rendido, disfruto mucho más con él que con sus dos predecesores y percibo una conexión con AT THE GATES que hacía muchos años que no sentía. Muchísimos. Solo por eso, le doy una nota muy alta a este trabajo.


 


Canciones de "The Nightmare Of Being"

1. Spectre of Extinction
2. The Paradox
3. The Nightmare of Being
4. Garden of Cyrus
5. Touched by the White Hands of Death
6. The Fall into Time
7. Cult of Salvation
8. The Abstract Enthroned
9. Cosmic Pessimism
10. Eternal Winter of Reason

Discográfica: Century Media

Más información sobre el grupo en su Facebook.

Reseña
Nota
8
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De la vieja guardia a base de cumplir años, y ya van suficientes como para que cumplirlos sea una putada. Me gano la vida escribiendo y llevo más de un cuarto de siglo escuchando Metal. La gran constante de una vida que me paso intentando cumplir aquello de que hay que ser de los buenos porque ya hay demasiados de los malos en el mundo.
at-the-gates-the-nightmare-of-being-disco-criticaUn disco sombrío, cargado de un pesimismo existencial y con las suficientes ideas nuevas para, aunque parezca una paradoja, conectar con la esencia clásica de AT THE GATES.

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