Después de dos décadas de vida, no muchas bandas pueden presumir de semejante longevidad. Los huesos de AURORA BOREALIS han ido a parar a Xtreeem Music por una vieja relación, sostenida por los años y los puntos comunes, entre Dave Rotten y Ron Vento, mente pensante de este grupo y un notable cabezota empeñado en dejar su legado en el mundo del Metal Extremo. Poco a poco lo va consiguiendo. “Worldshapers” es el sexto disco de un grupo reconocido sobre todo por su tiento con los baterías: por él han pasado Tony Laureano, Derek Roddy y Tim Yeung y ahora ocupa plaza un Mark Green para mí desconocido pero que funciona a la perfección y estuvo, eso leo, en PYREXIA.
Tantos años después, puede que “Worldshapers” sea el mejor disco de AURORA BOREALIS si se hace una media con composición, interpretación y producción. Mejor que aquel ya muy lejano “Time, Unveiled” y, que vaya por delante, con un portadón que enlaza con la temática sci-fi de las canciones y de este grupo, desde que pasó de las auroras boreales y los misterios de la mitología a los recovecos existenciales de la ciencia ficción. Esta vez Vento navega por las algo recurrentes aguas de la civilización alienígena que nos estudia como especie durante siglos y en un momento determinado (y creo que con muy buen tino) nos destruye porque se harta de nuestras mezquindades para, eso sí, reconstruir la raza humana en otro lugar convenientemente terraformado. Metal Extremo y ciencia ficción es una mezcla que suena de maravilla y que siempre me trae a la mente, y nunca dejo de agradecerlo, uno de mis discos favoritos de siempre: “The Key”, de NOCTURNUS.
Este grupo de Maryland es uno de esos, diría, que le suena a casi todo el mundo pero al que en realidad no ha prestado atención demasiada gente. La convención es que es un grupo de Death Metal con un notable influjo Black que toca muy rápido. Y es correcta, con el matiz de que el sonido cada vez es más redondo y más completo, recuerdo: 20 años de carrera, y las composiciones cada vez resultan más equilibradas, atractivas y desde luego accesibles. Death, Black y una pizca de Thrash Metal se funden con una producción cristalina y un sonido muy melódico. El resultado es sumamente fácil de digerir porque incluye una aparición cada vez más notable de ecos a grupos como NAGLFAR o incluso HYPOCRISY o los últimos KREATOR. Eso se suma a las cargas habituales a lo MORBID ANGEL, CARCASS, ANGELCORPSE o DISSECTION. Música bien hecha, fácil de consumir, atractiva, potente… y mejor en dosis controladas porque en la escucha íntegra, “Worldshapers” pierde eficacia. Las canciones se van fundiendo en una, nada inhabitual en este grupo, sensación de excesiva homogeneidad.
Vento tiene bien depurada la fórmula para que su grupo suene completamente metálico e integralmente melódico y no va a renunciar a ella a estas alturas. Su voz sigue más cerca del Black o del Thrash más radical que del Death Metal y las guitarras entran constantemente de lleno en el territorio del Black Melódico. Las canciones, repito, gobiernan su propio vértigo con una notable sensación de madurez. Y resultan más dinámicas que en el pasado y francamente divertidas. Sin renunciar, por supuesto, a ese alto componente made in Florida que va de MORBID ANGEL a MONSTROSITY.
El sonido no se atreve demasiado con recursos y muletillas sci-fi, que quizá no le fueran mal según lo que sugiere el brillante inicio con la intro “In The Beginning” y el himno “God Like Redemption”. A partir de ahí, sobresale la combinación de blastbeats bizarros y pasajes mucho más épicos, como en “World Shapers”, “This Is The Way They Choose To Die” o “The Oldest Of Dilemmas”, y la aparición de grooves muy deathmetaleros y riffs thrashers en “Watchers From Above” o “Silent War”. El único problema serio, insisto, es que el disco va bajando un poco el pistón según se suceden las canciones y se le va a agarrando el aroma a linealidad.
¿El balance? Positivo. Es fácil tener aprecio a este grupo, por su insistencia, su pedigrí metálico y su adscripción a un sonido que ha ido depurando sin transformar en lo esencial. “Worldshapers” es un buen disco, insisto que seguramente el mejor en toda la carrera de AURORA BOREALIS, con momentos de absoluta lucidez y brillantez. Simplemente, no me parece uno de los infaltables del año ni nada parecido. Pero si cae en tus manos y te gusta el Metal Extremo variado y melódico, potente y accesible, seguro que te hace pasar un buen rato.
Juanma Rubio
