BEARDFISH - The Void

The Void” es el séptimo larga duración de los suecos BEARDFISH y la séptima joya que nos regala esta aún joven banda de Rock Progresivo. Una joya dotada de múltiples facetas e infinitos matices que requieren de una muy atenta (y a veces paciente) escucha para dar con la clave que descifra el ingente mapa sonoro que, bañado en sonoridades retro-setenteras, trazan en cada uno de sus lanzamientos discográficos. BEARDFISH han entrado en la élite del Rock Progresivo actual de la mano de bandas como THE FLOWER KINGS o PAIN OF SALVATION y en este “The Void” se nos presenta como una banda madura, valiente y capaz de abarcar todos los espectros sonoros del universo Progresivo.

Tras una introducción recitada por Andy Tillison (teclista de THE TANGENT) en la que se reflexiona sobre cómo el futuro pudiera ser tan sólo una secuencia cíclica del pasado (toda una declaración de principios musicales retro-progresivos), arranca el disco con “Voluntary Slavery”, un deslumbrante bofetón de Rock desgarrado que bordea el salvajismo sonoro merced a los tonos guturales y los gritos descarnados de Rikard Sjöblom, teclista, cantante y principal compositor del grupo. El riff introductorio puede llegar a confundir por su corte afilado y metalero pero demuestra que el grupo es capaz de cualquier cosa y de hacerlo todo bien. Un tema hipnótico y épico que engancha desde el primer acorde y que se desenvuelve en parámetros netamente metálicos.

Pero que nadie se llame a engaño, BEARDFISH no se han transformado en un banda de Metal, lo suyo es beber de añejos manantiales nutridos por los sonidos que crearon colosos setenteros como KING CRIMSON, YES o GENESIS. Y esto se aprecia ya en el siguiente corte, “Turn To Gravel”, una canción rica en sonidos actuales pero pasados por un filtro “vintage”. Así, el herrumbroso riff de apertura se retira pronto para dar paso a guitarras arpegiadas, múltiples efectos sonoros y aromas añejos. Los sonidos de los teclados son también fruto de un minucioso trabajo de “avejentamiento” que casa perfectamente con las complejas estructuras musicales que forman el armazón de “The Void”. En “They Whisper” oímos Hammonds, Mellotrones, Moogs… Todo un regalo para los fans de los tiempos gloriosos del Rock Progresivo.


This Matter of Mine” mezcla con maestría los sonidos metálicos de los que tanto se sirven últimamente con las progresiones de Jazz-Rock que tanto admiran de grupos como KING CRIMSON. Lo que está claro es que no hay un minuto de aburrimiento en este disco y que cada tema es una aventura musical abierta para oídos sin prejuicios y con ganas de sentirse desafiados en cada compás, en cada nota…  

La guitarra de David Zackrinsson aborda con soltura sonidos limpios y arpegiados, riffs crujientes y descarnados, sazonado todo con solos matizados y emotivos. La palabra “versatilidad” describe perfectamente su forma de interpretar la complejísima partitura que contiene la enorme sabiduría musical de BEARDFISH. Los aires de Latin-Jazz de “Seventeen Again” descolocan al más pintado con ese piano vibrante y esas melodías tan cercanas a nosotros que a buen seguro suenan exóticas en los oídos escandinavos. Y el caso es que en este mismo tema instrumental, sin solución de continuidad, nos asaltan pasajes a lo JETHRO TULL con guitarras que doblan teclados y baterías que repican redobles marciales a los que se acompasan melodías de aires medievales. Lo dicho: todo un banquete musical para paladares selectos. “Ludvig & Sverker”, ágil y vibrante en su arranque, se remansa en los largos y sinuosos meandros musicales por los que deambula ofreciéndonos momentos de gran lirismo musical gracias a las guitarras dobladas de Zackrinsson y a las voces sutiles de Sjöblom.

En “He Already Lives in You” volvemos a los sonidos complejos y a los aires lisérgicos de raíces setenteras que son marca de la casa. En ese contexto no sorprende el espectacular solo de Hammond de Sjöblom, ni las líneas de voces cercanas a lo hecho por Jim Morrison ni las evoluciones sobre un tema principal que abre y cierra el tema. Esto mismo es el “leit-motiv” de “Note”, el tema más complejo, largo y deslumbrante de “The Void”. Una canción de más de quince minutos que nos muestra a unos BEARDFISH maduros, complejos y capaces de abordar cualquier tesitura musical.


El abigarrado tapiz sonoro que tejen en “Note”, cuajado de solos melancólicos y teclados vigorosos, merecería largas descripciones que no vienen al caso, pero es tal vez el tema que mejor describe el universo musical de estos suecos locos que aman lo que hacen y hacen lo que aman. El punto y final sólo lo podía poner un tema que homenajea las raíces de toda esta historia interminable llamada Rock. “Where The Lights Are Low” es un Blues melancólico y descarnado que nos muestra aspectos de BEARDFISH que desconocíamos y que vienen a confirmar al grupo como uno de los más valientes combos salidos de tierras nórdicas.

Gran trabajo, pues, este “The Void”, que afianza a BEARDFISH como uno de los mejores grupos de Rock Progresivo contemporáneo. Un trago largo y matizado que se ha de tomar a breves e intensos sorbos para no emborracharse de emociones y de música. Delicatessen sonora servida fría y con matices orgánicos y terrosos.

 

Carlos Fernández

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