BLACK MESSIAH - The Last Journey

La nueva llegada del oscuro mesías germano trae bajo el brazo su propia salvación en forma de una auténtica declaración de intenciones con este  “The Last Journey”, en el que lejos de mostrar abandono o cansancio en su trayectoria musical, como podría sugerirnos el título, BLACK MESSIAH deja patente que el camino divino se escribe con runas vikingas.

Y es que estos alemanes firman con el susodicho álbum su cuarto trabajo discográfico, dentro de una trayectoria marcada por la evolución, en la que atrás quedaron sus instintos más arraigados en el Black Metal los cuales fueron derivando hacia un estilo Viking que combina partes muy melódicas con otras de pura fiereza, donde aún se ven los dientes al negro lobo de sus orígenes.

Así, “The Last Journey”, se abre con un apoteósico principio de nombre “Windloni” que como una épica entrada triunfal al salón del trono, nos hace entrega de unos óptimos riffs de guitarra a medida que el tema avanza, incluyendo un estribillo con verdadero gancho que inmediatamente va enlazando canción tras canción, inundando nuestros oídos con puro Folk como es el caso del corte “Der Ring Mit Dem Kreuz”, una interesantísima pieza con un inicio a violín sencillamente espectacular que nos deja cierto regusto a taberna de la Europa del este, tanto en las líneas vocales, que combinan tonos agresivos y rasgados con voces limpias, como en la magia de las guitarras y los teclados, que vuelven a estar presentes y que nos acompañarán durante todo el plástico.


De la misma manera que a estos músicos del norte parece gustarles las leyendas, se retrotraen también a su propio pasado en el tema angloparlante “To Become A Man” un corte épico, vikingo; abrazado por coros grandilocuentes y con mayor influencia de sonidos cercanos al Black Metal que sobresalen como oscuros picos de montaña en riffs más pesados, aunque con la misma rapidez en la percusión, voces rasgadas y agresividad que les viene caracterizando.

Un salvajismo casi natural, en el que se deleitan mezclando sonidos folklóricos tradicionales con bases extremas y voces desgarradoras en el que nos sorprende encontramos, casi como una raíz sobresaliente en el camino de este viaje, una magnífica versión del “Into the Unfathomed Tower” de candlemass ejecutada con extrema maestría, si bien con algo menos de densidad que en el tema de los suecos, pero con un virtuosismo del violín - que sustituye a la guitarra de la canción original - otorgándole un toque mágico y soberbio a esta pieza que convencería al más férreo fan de la banda de Leif Edling.

Y del pasado seguimos hablando, porque viajando con BLACK MESSIAH merece la pena hacer un alto en la travesía con prácticamente cada tema que compone el plástico, aunque esta vez se trata de su propia historia, pues los alemanes han decidido regrabar para este disco el corte “Feld Der Ehre” extraído originalmente del álbum “Oath Of A Warrior” del año 2005, aunque ya se anunciaba en la demo que lanzaron un año antes de nombre Futhark” y que conforma una de las piezas más destacables de este trabajo (salvando las distancias con su sonido original) ya que posee el mejor y más emotivo pasaje de violín que han compuesto los germanos , y esto ya es decir mucho, pues cabe decir que a quien rubrica esta crítica le cuesta elegir entre tanta calidad.


Épico, legendario y absolutamente proverbial. Un trío inseparable de vocablos que como casco, espada y armadura se adhieren al cuerpo y al alma de BLACK MESSIAH para dar forma a este “The Last Journey” en un disco que se dibuja claramente como una gráfica en crescendo. Como una pirámide de sonido que va ganando puntos con cada escucha y también con cada minuto que transcurre, pues las últimas canciones esconden una fábula muy especial entonada en auténtica clave vikinga: “The Naglfar Saga”. Y es que el punto caliente del álbum comienza cuando descendemos al infierno, con cuatro piezas que narran la aventura de un guerrero que navega hacia la eternidad del averno en la popa del barco Naglfar, una nave elaborada con las uñas de los muertos.

Un pasaje que se abre en forma de prólogo con una narración flotando en un mar de violines que dan paso a “Mother Hel”, un tema que se atreve incluso con la ópera en voces masculinas clásicas y vocales femeninas que se entremezclan con pasajes crudos y agresivos, tanto en la voz como en los instrumentos, dejando claro quién es la verdadera madre infernal que guía el camino a su morada. Una morada eterna y oscura, pero también extrema y cruda como el tema “On Board” en el cual parece que nuestro guerrero va tomando conciencia de lo que se avecina, a pesar de que lo afronta con valor, como la evolución de la propia canción que desemboca en sonidos duros, férreos pero también orgullosos, en forma de voces arrancadas de las cuerdas vocales que nos dejan entrever el final del viaje: la entrada a la cueva en pleno océano. Se trata de “Sailing Into Eternity” en la que casi olemos el frescor del mar, el sonido de las olas y la fuerza de la vela ondeando a la entrada de la boca del inferno.

Decididamente no se puede negar que “The Last Journey” es un álbum bien concebido, excelentemente ejecutado y muy disfrutable. Altamente recomendado para todos aquellos inmunes a los mareos de las agitadas aguas donde navegan los barcos vikingos de hoy en día.

Jessica Tornos-Ybes

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