BLACK OATH es una banda de Doom Metal italiana que ejecuta un sonido envolvente y decadente en "Ov Qliphoth And Darkness". Tal y como he apreciado en los últimos tiempos, la escena está poblada de jóvenes bandas y se está saturando. ¿Puede entonces este conjunto de Milán atraer seguidores, por encima de otros? Tal vez no sea mejor que muchas formaciones de las que pululan en el éter del Doom, pero sí merece la pena pegarle una escucha a este trabajo, su segundo larga duración.
Magia y brujería son los tópicos recurrentes en el álbum, sonando creíbles bajo la voz de A.th, quien también es guitarrista de BLACK OATH y ha realizado la portada del mismo. La introducción es una canción instrumental de tres minutos titulada "Esbat (Lamiae Sinagoge Pt. 2)", sólida y pesada, anunciando lo que se nos viene encima. La oscura plegaria satánica de "...For His Coming" evidencia fácilmente qué idea musical y qué conceptos o temáticas siguen los italianos.
Solo hay unos pocos instantes de mayor energía, por ejemplo en "Sinful Waters" o lo que se encuentra hacia la mitad de la pieza más larga del disco, "Witch Night Curse". El resto es una amalgama de gravedad y pocas revoluciones que dotan a su esoterismo de mayor identidad, no filtrando ni un mínimo rayo de luz. Con esa solemnidad te hacen pensar que realmente creen en estos conceptos más allá de lo que sería una fantasía, y quizá sea porque verdaderamente esa sea su auténtica fe.
Los arreglos de órgano y piano en la intro de "Drakon, It´s Shadow Upon Us" dan paso a un vibrante comienzo del tema, en la que es una de las mejores canciones del disco. Intensa y dramática, con buenas melodías vocales, puede ser un punto de partida en aquellos que quieran conocer las maneras de estos lombardos.
BLACK OATH ha grabado un disco muy trabajado, con unas composiciones envolventes, perfectamente ideadas, y hacen que su Doom Metal transmita la confianza que los músicos tienen en si mismos. Este "Ov Qliphoth And Darkness" convence por su gran sonido, composiciones firmes y un buen hacer sorprendente.
Carlos Herrero
